Sinopsis de El derrumbe de la casa Usher
Con el título de El derrumbe de la casa Usher, este texto constituye un cuento del autor estadounidense Edgar Allan Poe, así como uno de los clásicos del género de terror, nacidos de la pluma de este escritor, quien lo publicó por primera vez en 1839, en la revista Burton´s Gentleman´s Magazine.
En sus líneas, Poe dibuja la lúgubre Casa Usher, que es casa y a la vez familia, en donde viven los últimos dos descendientes de esta estirpe, que se ha caracterizado siempre por ser enfermiza, y no contar con abundantes ramas. De esta forma, el protagonista y narrador, arriba hasta esta morada, para presenciar el final de Roderick y Madeline Usher, hermanos y últimos descendientes de esta familia, que desaparecerá para siempre.
En este sentido, los especialistas en Simbología han apuntado que este cuento pareciera abordar el arquetipo de la relación incestuosa, como imagen de la familia que se consume a sí misma, hasta desaparecer. Como toda historia familiar, entonces tendrá relación con el símbolo de Mnemosyne, o de la Memoria, pero aquella congelada, que no permite que la historia fluya, y que termina rompiendo a aquellos que la representan para lograr fluir y regresar al origen, fin último de la memoria: en su fin está su origen.
Resumen de El derrumbe de la casa Usher
Este cuento, que será narrado en primera persona, habla sobre la llegada de un caballero hasta el frente de la Casa Usher, donde vive su antiguo amigo de la infancia Roderick Usher, quien le ha escrito una extraña carta, pidiéndole su presencia, para ver si puede superar la condición de salud que lo tiene postrado en la debilidad
Sin embargo, al llegar a la casa, este caballero comienza a sentir la terrible opresión que inspira el paisaje de esta casa, que tiene una gran grita que la atraviesa, así como el lago donde esta casa se refleja como en un espejo. No obstante, el exterior de la casa es sólo la antesala que encontrará en su interior, donde aguarda un ambiente aún más desolador y sombrío, parecido al aire de esta familia, los Usher, los cuales se han caracterizado por ser una estirpe débil, de raquíticas ramas, en donde ningún miembro logró una prolífica descendencia.
Al entrar, se encuentra también con su amigo Roderick Usher, quien dice padecer de una terrible inquietud, que lo tiene postrado en una triste habitación, con el designio o la seguridad de que morirá de terror. Así, este caballero puede percibir en su antiguo amigo una especie de desorden mental que lo ata al nerviosismo y a una intensa sensación de pánico.
En la casa, sin embargo, habitan más personas, Lady Madeline, también Usher y hermana de Roderick, quien también parece más un espectro que una persona, pues una enfermedad ha venido dibujando en ella la languidez que ahora parece padecer, y que la hace como flotar en los espacios. El cuento transcurre en una atmósfera de opresión y oscuridad, precipitándose en sus acontecimientos con la caída en cama de Lady Madeline, quien vencida por su mal, fallece. Roderick Usher decide que quiere conservar su cuerpo unos días en las bóvedas de la casa, antes de enterrarlo definitivamente. El caballero acepta acompañar a su amigo en esta diligencia, descendiendo hasta esta bóveda y dejando en ella el ataúd con el cuerpo de la mujer.
Luego de ocho días de haber descendido hasta esas bóvedas, para conservar el cuerpo de Lady Madeline, sobre la Casa Usher comienza a azotar una gran tormenta, que estremece la casa, y que parece querer arrancarla desde sus cimientos. Convertido el ambiente en un verdadero torbellino terrorífico, Roderick Usher llega hasta la habitación de su invitado, a fin de acompañarse mutuamente, mientras la tormenta pasa.
No obstante, unos ruidos terribles comienzan a escucharse en toda la casa. Cuando ya el terror de ambos hombres pareciera llegar al límite, comienzan a escucharse mucho más cerca unos sonidos sordos y secos, como de un cuerpo u objeto pesado desplazándose por la casa, hacia el cuarto donde ellos están. De repente, la puerta se abre, y tanto Roderick y su visitante ven entrar la tétrica figura de Lady Madeline, quien no había muerto, sino que se encontraba bajo un ataque de catalepsia, y que ha despertado buscando a su hermano, después de lograr escapar de la tumba donde la habían sepultado estando viva.
Sin embargo, el estado de salud de la mujer es sumamente precario, y luego de unos cuantos pasos más, se desploma sin un hálito de fuerzas sobre los brazos de su aterrorizado hermano, quien se desploma junto a ella, muriendo tal como lo había anunciado: de terror. También preso de pánico, el visitante decide escapar de esta terrible escena que todavía no termina de entender. Ya fuera de la casa, comienza a ver cómo la estructura comienza a resquebrajarse, y la grieta que atravesaba la casa, termina por consumirla. De esta forma, el visitante logra escapar, justo antes de que las ruinas de la casa terminen siendo sepultada para siempre bajo el lago, en donde en principio se reflejaba.
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