Dentro de la Literatura Universal, se conoce con el título de Un mundo feliz (Brave New World, en su título original en inglés) a la novela más aclamada del escritor estadounidense Aldous Huxley, quien la publicó por primera vez en el año 1932.
¿Por qué «un mundo feliz»?
Convertida en un verdadero clásico de la Literatura, esta obra ha generado controversia y largos debates filosóficos en distintos círculos, siendo incluso tema de análisis su título, el cual resulta una gran ironía de Aldous Huxley, al tiempo que una referencia directa a la obra de Shakespeare, pues según ha comentado la Crítica Literaria la expresión “un mundo feliz” parece provenir directamente de un texto de la obra de William Shakespeare, La Tempestad, en donde el personaje de Miranda, durante el acto V, pronuncia literalmente:
¡Oh qué maravilla!
¡Cuántas criaturas bellas hay aquí!
¡Cuán bella es la humanidad! ¡Oh, mundo feliz!,
en el que vive gente así.
De esta forma, con esta referencia, Huxley establece una advertencia del mundo al que el lector tendrá entrada durante su lectura, un mundo en donde la infelicidad, el dolor y el sufrimiento ha sido expulsado por completo, logrando entonces una sociedad de personas totalmente felices, en donde además sólo está permitido sentir felicidad.
Felicidad vs. Humanidad
No obstante, por idílico que pueda parecer inicialmente la propuesta que Huxley hace en su obra, en realidad el autor trama una historia en donde parece quedar en relevancia que el organizar un mundo para lograr que los individuos que hacen vida en él sean felices a cada instante de sus existencias puede estar reñido con la esencia propia de la Humanidad, pues el ser humano es un individuo que tiene la propiedad de sentir varias emociones, así como la necesidad de hacerlo, pues es la gama de emociones y la necesidad de fluir y cambiar –de acuerdo a lo que ha señalado la tradición filosófica- son condiciones inherentes al ser humano, sin las cuales todo individuo está a merced de caer en la absoluta apatía y falta de interés en la propia vida.
Resumen de Un mundo feliz
La historia de Aldous Huxley comienza haciendo una descripción detallada de un mundo llamado Utopía, en donde a través de la voz del Director de Crianza y Acondicionamiento el lector se enterará de cómo en esta tierra la reproducción ha sido incluso tomada y controlada por la Ciencia. En este sentido, los científicos de Utopía han conseguido lograr la fecundación del óvulo femenino fuera del cuerpo de la mujer, a fin de que los bebés de las nuevas generaciones se gesten en tubos de ensayo.
Sin embargo, según cuenta este Director, el control de la Ciencia no llega simplemente hasta ahí, sino que se toma el trabajo de definir quién será el individuo, asignándole una de las cinco clases de personas que existen en la sociedad que hace vida en Utopía, y que básicamente pueden ser descritos de la siguiente forma: Alfas, son los seres superiores, destinados a gobernar, mientras que las otras castas (Beta, Gamma, Delta y Epsilon) están creadas para cumplir distintas funciones de servicio. No obstante, independientemente del escalafón que ocupe cada individuo, dentro de esta sociedad, cada uno ha sido diseñado, tratado y medicado para ser completa, absoluta y únicamente feliz, sin opción de sufrimiento. De esta forma, el gobierno de Utopía es descrito como un órgano controlador, con capacidad de decidir la forma de pensar de cada individuo, así como el nivel de inteligencia de cada ser por nacer, puesto que la Ciencia desarrollada por esta civilización había logrado dominar los secretos de la manipulación genética.
Igualmente, según explica el propio Director, quien además de pertenecer a la raza Alfa, es también una de las diez personas que dominan el mundo, la sociedad de Utopía es un colectivo sin conocimiento de historia, pues se ha determinado que conocer el pasado es uno de los principales incentivos para querer cambiar el presente, o aspirar a un futuro diferente. Así mismo, las personas son contantemente medicadas con una droga que recibe el nombre de Soma, la cual tiene la capacidad de mantener a las personas en un estado máximo de felicidad. Por otro lado, a pesar de que el propio gobierno ordena prácticamente mantener relaciones sexuales y divertirse, los individuos de Utopía tienen prohibido enamorarse, pues esta sociedad ha visto también en el amor la raíz del sufrimiento.
Precisamente en esta regla de Utopía es donde se basa el argumento de Un mundo feliz, pues esta historia empezará a dar cuenta de Bernard Marx, individuo de Utopía, perteneciente a la clase Alfa, que ha cometido la falta de enamorarse de Lenina Crown. No obstante, para desgracia de Bernard, Lenina a pesar de sentirse fuertemente atraída hacia él, no puede sentir amor hacia él, no está enamorada, lo que también le despierta cierto sentimiento lástima. Por su parte, Bernard no sólo es presentado como un personaje atípico por estar enamorado, sino que siempre trata de ser diferente, por lo que se ha convertido poco a poco en un alfa distinto.
Buscando alejarse de toda la opresión que significaba Utopía, Bernard lleva a Lenina a una reserva forestal, en donde ocurrirán cosas sorprendentes, como por ejemplo conocer a una mujer que había resultado embarazada por parte del Director, lo cual significa un disparate para las leyes de Utopía, donde el embarazo natural es visto como un crimen. Sin embargo, Bernard decide –en un acto subversivo- llevar esta noticia a Utopía, en donde la imagen del Director se derrumba ante la verdad que lo identifica como padre del niño que ha nacido naturalmente, a pesar de él ser uno de los hombres más importantes de esta sociedad.
Sin embargo, Bernard no regresa solo de la reserva, sino que trae consigo tanto a Lina, como a dos personajes nuevos, entre ellos el salvaje John, quien traerá nuevas situaciones a Utopía, pues ha sido criado lejos de sus leyes. Desde el comienzo se sentirá atraído por Lenina, quien también sentirá deseo por él. No obstante, John la ama, sentimiento que esta mujer de Utopía no entiende, pues no ha sido criada para ello. En cambio, sí desea tener relaciones con él, por lo que lo busca y se desnuda creando conmoción en este hombre, que se va corriendo, mientras la acusa de prostituta.
En medio de este trance, John descubre también que su madre ha caído en un estado terminal, y pronto morirá, lo cual lo hace sufrir intensamente. Los médicos y demás presentes sienten repulsión hacia la muestra de estos sentimientos, pues están acostumbrados a que nadie los exprese. Finalmente, el director toma una decisión contundente, buscando mantener la paz de Utopía, de esta forma Bernard es enviado al exhilio, a Icelan, un territorio que se presume ubicada en Iceland, mientra que a Heermholtz se le destina a Sudamérica (Falkland) por su acto subversivo de hacer propagandas. A John, el salvaje, lo mandan a Inglaterra, condenándolo a una vida vacía y sola.
Pero ese castigo no es suficiente, los habitantes de Utopía creen que lo más conveniente es matarlo, para evitar que otros sigan su ejemplo, así como por considerarlo un humano despreciable, por su capacidad de sentir y sufrir. John se siente desgraciado y solo, sin embargo resiste, por lo menos hasta que Lenina se une a aquellos que piden activamente su muerte, entonces, decepcionado y desesperado, Jhon, el salvaje, decide suicidarse, poniendo fin a su vida.
Imagen: retrato de Aldous Huxley, autor de Un mundo feliz / Fuente: flickr.com