Rudolf Fenz es conocido a nivel mundial, por ser el personaje principal de una obra literaria de ciencia ficción que fue publica por Jack Finney en 1951, que más adelante fue catalogada como una historia de la vida real y se convirtió en una leyenda urbana.
La historia, básicamente trata de un hombre que fue visto en la ciudad de nueva york en 1950 con un vestuario fuera de lo común para la época, pues este hombre llevaba ropa del siglo 19 y fue atropellado por una taxi que le causo múltiples heridas graves las cuales fueron la causa de muerte instantánea. Años más tarde gracias a una investigación, se pudo corroborar que el sujeto misteriosamente, desapareció sin ningún rastro, el año 1876.
Como si fuera un cuento imposible de creer, se rumoraba en la ciudad de Nueva York que este hombre, quien misteriosamente apareció en las calles de La Gran Manzana,viajaba en el tiempo a partir de 1876 y apareció de la nada, en el año 1950.
Se conoce el informe de la morgue que asegura que el hombre llevaba en los bolsillos de su pantalón, una pieza de cobre que parecía ser una antigua moneda de 5 centavos, alrededor de 70 dólares en billetes viejos, una serie de objetos fueron hallados intactos y no mostraron signo de envejecimiento ni moho, o alteraciones en su contenido.
Gracias al capitán de policía Hubert V. Rihm, se pudo identificar la dirección de dicha carta, que aparentemente se trataba de un negocio en el cual, el propietario no sabía de la existencia de Rudolf y su nombre no figuraba en el listado de clientes del lugar.
El capitán Rihm, verificó los registros de personas desaparecidas y, efectivamente en 1876, estaba el registro de un señor llamado Rudolf Fenz que había desaparecido misteriosamente. Existen muchas versiones alrededor de estos hechos, y hay muchas opiniones a favor y en contra de este tipo de sucesos, de si pueden ser ciertos, ya que hay muchos investigadores que lo asocian con la visita de ovnis y le dan un sentido más esotérico que de ficción.
Versión de video: Rudolf Fenz, el hombre que aparecio de la nada