Hay alergias de todo tipo. Algunas personas son alérgicas a la picadura de ciertos insectos, otros, alimentos específicos. El polvo, el polen, incluso el contacto con todo tipo de materiales puede generar una reacción alérgica en el cuerpo. Y como dato curioso, en la actualidad las alergias son más comunes que nunca, posiblemente a causa de los niveles de higiene que hemos llegado a manejar.
Pero la alergia de la que hablaremos hoy es diferente. No tiene que ver con la reacción a elementos físicos, sino a percepciones individuales. Dependiendo de cómo lo vean, esta alergia podría estar asociada a la psicología o a la metafísica.
Se trata, cómo no, de una alergia a lo bello y lo sublime, conocida ya en el siglo XIX como el Síndrome de Stendhal.
Síndrome de Stendhal
El Síndrome fue descrito por primera vez por el escritor francés Marie-Henri Beyle, mejor conocido por su seudónimo Stendhal, quien contó de su experiencia con el mismo cuando viajó a la ciudad italiana de Florencia. Aparentemente no es tan poco común, por lo que los médicos y psicólogos pronto comenzaron a prestarle atención.
En el relato de Stendhal, el personaje se ve completamente conmovido ante la visión de la Basílica de Santa Cruz. En sus palabras:
Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme.
Pese a que se ha conocido por mucho tiempo, el Síndrome solo fue documentado oficialmente en el año 1979 por la psicóloga Graziella Magherini, quien documentó otros casos y determinó los síntomas exactos de la dolencia: ritmo cardiaco elevado, vértigo, confusión, palpitaciones, temblores, depresión e incluso alucinaciones cuando la persona se encuentra ante un escenario particularmente bello, o donde muchos objetos sublimes se encuentran en una alta densidad (como en una galería de arte).
Stendhal, a nombre de quien se bautizó este síndrome
Las observaciones de Magherini
La psicóloga, de origen italiano, había notado esta serie de síntomas en diversos visitantes a varias ciudades italianas, incluyendo Florencia, ciudad donde originalmente había hecho su relato Stendhal. En honor al escritor, la psicóloga documentó el desorden, y procedió a clasificar los diferentes pacientes que sufrían el Síndrome. En total, Magherini encontró tres tipos de pacientes fundamentales:
- Tipo I: pacientes con síntomas predominantemente psicóticos (por ejemplo, paranoia).
- Tipo II: pacientes con síntomas predominantemente afectivos.
- Tipo III: pacientes con síntomas predominantemente somáticos, asociados a la ansiedad (como ataques de pánico).
Los pacientes tipo I y II se corresponden a la mayoría de los casos, mientras que el tipo III (el más serio) es el más escaso. Dentro de sus reportes, Magherini encontró algunos efectos particularmente dramáticos, como el de una mujer de 72 años que desarrolló psicosis paranoica transistoria luego de un Tour en Florencia.
En la actualidad, el peculiar síndrome sigue siendo el centro de interés de algunos psicólogos, y en 2005 un neurocirujano brasileño argumentó que había pruebas de que Dostoievski habría sufrido el Síndrome, en particular cuando vio las obras de Hans Holbein. Pero bueno, en últimas, sigue siendo más una curiosidad que cualquier otra cosa.
Fuentes:
- https://www.psychologytoday.com/us/blog/in-excess/201403/having-art-attack
- https://en.wikipedia.org/wiki/Stendhal_syndrome
Imágenes: 1: exploringyourmind.com, 2: wikipedia.org