Alejandro Magno
Alejandro, Hijo de Filipo de Macedonia, es quizás el más conocido de los conquistadores antiguos. Tras una serie de conflictos que llevaron a la derrota de los Aqueménidas (o Persas) en Grecia, el Rey de Macedonia logró conquistar toda la región y comenzó a pensar en expandir su Imperio al Oriente, a las ricas tierras de Mesopotamia e Irán.
Fue Alejandro, su hijo, quien realizaría su sueño, conquistando el gigantesco Imperio Aqueménida (en aquellos tiempos, el más poderoso del mundo) y llegando hasta la remota India, al Reino del Rey Porus a quien derrotó en varias batallas. Alejandro soñaba con llegar al Gran Océano, y buscaba llevar a sus tropas hasta el Pacífico, pero sus soldados, tras nueve años de campañas, estaban cansados y sólo querían volver a casa.
Alejandro regresó a gobernar el más grande Imperio que el mundo había conocido hasta ese momento, pero murió poco tiempo después sin dejar descendencia y su gran creación se desmoronó. Su nombre quedó en la memoria de nuestra civilización por el resto de su historia, pero de sus restos no supimos nada… hasta ahora.
Alejandría
Alejandro fundó en las costas del Mediterráneo la ciudad de Alejandría, que se convertiría en la capital cultural y económica de toda la región suroriental de este mar interior por más de mil años (perdiendo su primacía únicamente tras la conquista de Egipto por parte del Islam). Estaba destinada a ser la capital del Imperio Macedonio, pero esto se truncó por el colapso de dicho Imperio tras la muerte del Conquistador.
Según una antigua leyenda, Alejandro tuvo un sueño que le indicó lo siguiente: Hay a continuación una isla en el mar turbulento, delante de Egipto, que llaman Faros. Al llegar al lugar se dio cuenta de que se trataba de una posición muy favorable y de inmediato, usando harina, demarcó el centro de la futura ciudad. Aves vinieron del océano a comer la harina, y esto fue considerado como un augurio de que la ciudad sería tan próspera que podría alimentar a hombres de todas las razas.
En cualquier caso, se esperaría que en su ciudad, aquella que recibió su nombre, estuviesen los restos de Alejandro. Y un hallazgo realizado el pasado mes en una construcción en esta ciudad parece indicar que este podría ser el caso.
El Féretro
Se trata de un gigantesco sarcófago de dos metros de altura y tres metros de longitud, con un peso de más de 30 toneladas y una cabeza adornando la entrada. Más importante aún, los restos de mortero ubicados bajo la tapa indican que este sarcófago no ha sido abierto desde que se selló, lo que ocurrió a principios del periodo Ptolemaico (es decir, poco después de la muerte de Alejandro).
Las características del sarcófago, así como la elaborada decoración, indican que perteneció a un importante noble macedonio, y el hecho de que se encuentre en la capital del Imperio de Alejandro y haya sido enterrado poco después de su muerte hace pensar que podría tratarse del mismísimo féretro del Conquistador.
Las autoridades egipcias se encuentran organizando todo para la apertura, que tendrá que realizarse en el mismo sitio en el que fue hallada la tumba, pues el peso es demasiado para cargarlo fuera de allí (sólo la tapa pesa 15 toneladas). Un equipo de ingenieros se encuentra organizando los métodos para extraerlo, y cuando lo consigan estarán listos los arqueólogos para garantizar la conservación de los restos que se encuentren adentro.
Hasta entonces, no sabremos si, en efecto, se trata de Alejandro.
Fuentes:
- https://www.lanacion.com.ar/2153851-sarcofago-alejandro-magno-egipto-tumba-granito-rey-toneladas?utm_source=FB&utm_medium=Cali&utm_campaign=2153851
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