Arrecifes
Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más diversos del mundo, algo así como el equivalente a las selvas tropicales en el océano. Actualmente se encuentran en retroceso (recordemos la “muerte” de la Gran Barrera de Arrecife) pero siguen siendo fundamentales para la conservación de la diversidad en los océanos. Muchas de las especies que viven en el mar abierto los usan para refugiarse, descansar o cuidar a sus crías mientras pueden valerse por sí mismas.
La gran mayoría de los arrecifes habitan en condiciones muy específicas: aguas cristalinas con buen sol, profundidades relativamente pequeñas (máximo unos 30 metros) y clima cálido. Un puñado ha migrado a entornos más difíciles (las aguas templadas y las profundidades) pero son pocos y están dispersos. No sabíamos de la existencia de más.
Hasta que, hace pocos años, se descubrió un arrecife de coral en la desembocadura del Amazonas.
Amazonas
Por sí mismo, el Amazonas contiene un número de especies equivalente al de todos los océanos combinados. Su diversidad es incomparable.
Y sin embargo, la noticia de que su desembocadura albergaba corales resultó absolutamente novedosa. Es la primera vez que se encuentran este tipo de animales en agua salobre (mezcla de agua dulce y salada) en un entorno lleno de sedimentos y muy turbio. Tradicionalmente se pensaba que los corales sólo vivían en aguas cristalinas.
Pero ahora no sólo se encuentran en agua casi dulce, sino en un agua turbia. Las especies son completamente nuevas. El ecosistema funciona de un modo aún incomprensible para nosotros. Y podría estar en un peligro inesperado.
Diversas empresas petroleras tienen sus ojos puestos en esa región. Aunque la explotación per se no debería ser un problema, es un área inestable y cualquier derrame podría poner en peligro estos corales. En vista de sucesos pasados, la mayor parte de los ambientalistas considera que es un riesgo que no se puede correr.
Hacia finales de enero el barco Esperanza visitó el área y usando un pequeño submarino tomó las primeras imágenes de estos corales. Esperemos que sean sólo el principio de un largo proceso de estudio, y no el principio del fin de estos extraños ecosistemas.
Imagen: sostenibilidad.semana.com