Descubren fósiles de la Titanoboa
Tirando por lo bajo, Titanoboa cerrejonensis debió de medir casi 14 metros de largo y pesar una tonelada larga (1.140 kilos). Esta criatura, del tamaño de un autobús, vivió hace unos 60 millones de años en tierras de la actual Colombia, en la península de La Guajira, al nordeste del país. Allí, en Cerrejón, en una de las mayores minas de carbón a cielo abierto del mundo, un equipo de paleontólogos ha hallado restos fósiles del ofidio gigantesco. «En su tramo de mayor anchura, mediría más que unas buenas caderas humanas», explica en el último número de Nature David Polly, de la Universidad Bloomington, que identificó la posición de la vértebra hallada y calculó el tamaño estimado del coloso.
La catalogan en el grupo de los boidos: grandes serpientes constrictoras actuales (anacondas y boas), no venenosas y que matan por asfixia. La diferencia con las anacondas de hoy no es tanta en longitud -hay hembras de 12 metros- pero sí en su grosor corporal.