Si comparamos la Tierra con la inmensidad del Universo, nos damos cuenta de que vivimos dentro de lo que ni siquiera tiene el tamaño de un granito minúsculo de arena en una playa; y no es la única playa. En tal efecto, ¿será nuestro diminuto planeta el único que alberga vida inteligente en un infinito incalculable? Y si existiera vida extraterrestre ¿con qué clase de conocimientos contarían, que podrían enseñarnos?
Sixto Paz y el «plan cósmico»
Sixto Paz Wells, uno de los más notables investigadores del fenómeno ovni en el mundo, afirma que seres humanos provenientes de Ganímedes, una de las lunas de Júpiter, lo habrían contactado en el año 1974 y, si bien en principio el contacto se limitó a aspectos meramente físicos, con el tiempo fue avanzando hacia aspectos más filosóficos y le fueron revelando la que sería la historia de la humanidad y el “plan cósmico” del planeta.
Las dimensiones del universo
Relata Sixto Paz que los extraterrestres le habrían indicado que los seres humanos han sido la resultante de varios experimentos genéticos por parte de civilizaciones avanzadas, incluyendo mestizaje con extraterrestres, y que somos un experimento con el que se pretende generar humanos de tipo superior a nivel moral. De acuerdo a ellos, vivimos en un universo material de siete dimensiones, y tenemos siete cuerpos: el físico, el astral, el mental inferior o personalidad, el mental superior, el alma, el espíritu y la esencia. Siete cuerpos para desenvolvernos en las siete dimensiones de este universo material. Sin embargo, más allá de la séptima dimensión, habría un universo paralelo a este correspondiente al universo mental donde habitarían las entidades que conocemos como ángeles y que se moverían de la octava a la décima dimensión. Y más allá de la onceava dimensión se encontraría el universo espiritual.
Los universos material, mental y espiritual
El universo espiritual habría creado el universo mental y, a su vez, el universo mental al universo espiritual. De este modo, Dios no nos habría creado directamente a nosotros, sino a través de jerarquías intermedias; es decir, las jerarquías del universo mental, conocidas como los Hellel, o ultraterrestres, también llamados los hijos de Dios, jerarquías como ángeles, arcángeles, etc. Ellos habrían creado la vida y las civilizaciones del universo material.
El estancamiento de las civilizaciones
Las primeras civilizaciones de esta creación habrían evolucionado muy rápido, y a medida que iban evolucionando ayudaban a las civilizaciones nacientes. Pero en algún momento las civilizaciones extraterrestres avanzadas comenzaron a detener su evolución moral. Habrían avanzado bastante a nivel mental y tecnológico, pero se estancaron a nivel de las emociones y, de algún modo, las olvidaron, impidiéndoles avanzar más allá de las séptima dimensión, impidiéndoles conectar con la conciencia espiritual y se estancaron evolutivamente.
El concilio cósmico
Esto hizo que se realizara un concilio cósmico de las criaturas del universo mental, los ultraterrestres, Hellel o padres creadores, para revisar qué habría estado mal. Lucifer, una criatura elevadísima del universo mental habría sugerido que el error era haber facilitado demasiado la evolución al no crear una fuerza de oposición que exigiera el máximo esfuerzo de las diferentes humanidades, y sugería que se debían insertar en el universo entidades disociadoras que impidieran la evolución al máximo para exigir mayor esfuerzo a las humanidades. Sin embargo, el sugería que esto se debería hacer sobre humanidades sobre las que ellos hubieran actuado directamente, que estuvieran en la quinta y sexta dimensión de la conciencia y a las que les faltaba poco por conectar con el universo espiritual, mientras que los demás ultraterrestres sugerían que dicho experimento se debía hacer sobre civilizaciones que recién estaban comenzando. Pero para no cambiar las reglas del juego ni a unas ni a otras se terminó afectando y una tercera opción fue realizar dicho experimento sobre civilizaciones que nunca hubieran existido, cosa que no gustó para nada de Luzbel o Lucifer, quien desde el comienzo intentó boicotear el plan pues no se ajustaba a lo que él consideraba correcto.
Experimento en el planeta Tierra
El planeta tierra fue uno de los ocho planetas que se eligió de un grupo de cuatro galaxias que giran en torno a la gran nebulosa de Andrómeda. Sin embargo, siguen enseñando los extraterrestres, nuestro planeta murió hace unos mil doscientos millones de años a causa de lluvia meteórica, pero civilizaciones avanzadas recibieron la autorización para viajar a través del tiempo y del espacio para llegar a la Tierra e impedir que muriera. Esto habría creado un tiempo alternativo paradójico, pero permitiría que a futuro surgieran civilizaciones sobre las que actuarían las entidades disociadoras que exigirían el máximo del ser humano pero que, por contraparte, les permitirían alcanzar niveles evolutivos que ni siquiera ellos mismos han alcanzado, convirtiéndose en maestros de sus propios maestros.
Las primeras civilizaciones terrestres
La primera civilización habría sido de origen extraterrestre, compuesta por seres de la Constelación del Cisne que habrían vivido en la Antártida. Durante el mesozoico, nuevas civilizaciones extraterrestres poblaron el norte de Europa, en lo que vendría a ser la civilización hiperbórea, en un planeta dominado por los dinosaurios. Sin embargo, hace 65 millones de años nueva lluvia meteórica impactó la tierra acabando con casi toda la vida en la tierra, incluyendo los dinosaurios que, de no ser por ese acontecimiento, habrían evolucionado a formas más inteligentes convirtiéndose en la vida inteligente autóctona del planeta Tierra. Esto desestimuló a las jerarquías superiores que se concentraron en los otros planetas.
Con el tiempo, tres de esos planetas se destruyeron en su totalidad y el proyecto fracasó en los restantes cuatro planetas por lo que los ojos fueron puestos otra vez en el planeta Tierra, llevándose la sorpresa que hace unos 80 mil años una raza no sólo había sobrevivido sino que había avanzado a niveles avanzados de conciencia. Se trataba de la raza lemuriana, la raza negra y autóctona del planeta. Sin embargo, dichas jerarquías se dieron cuenta que su expansión de conciencia no había sido lograda de forma normal, sino en buena parte gracias al uso de plantas alucinógenas, por lo que decidieron propiciar un olvido colectivo de dicha raza para comenzar de nuevo el proceso, esta vez con la supervisión de estas entidades.
Los vigilantes cósmicos y la gran rebelión
Entonces, hace unos 25 mil años seres de Orión y las Pléyades fueron enviados como vigilantes. Los seres provenientes de orión tenían aspecto reptiliano y su líder era conocido como Satanel y adhería a la posición de Luzbel o Lucifer, por lo que en algún momento también intentó boicotear el experimento en la Tierra, cosa que a la postre ocasionó una verdadera guerra de galaxias entre los extraterrestres de Orión y los de las Pléyades. Finalmente los disidentes fueron vencidos y reemplazados por seres de Sirio, pero desde entonces los disidentes se propusieron en forma decidida aniquilar a la humanidad y hacer fracasar el plan cósmico de los padres creadores para producir seres de una perfección superior constituyendo un gobierno en la sombra e influyendo sobre personas de diferentes ámbitos para generar caos, odio, muerte y confusión en la humanidad. Estos mismos seres habrían disuadido también a un grupo de extraterrestres pleyadianos para que tuvieran relaciones sexuales con los seres humanos de la Tierra, lo que generó híbridos que se asentaron en varias islas del océano Atlántico. Los padres extraterrestres de los atlantes les habrían proporcionado tecnología de avanzada, aunque finalmente terminarían por abandonar el planeta, lo cual fue percibido como bueno porque permitía que el resto de humanidad siguiera su proceso evolutivo normal.
Los intentos de consumar el plan
A lo largo de ese proceso los partidarios del plan cósmico intentaron, en principio, influir sobre una cultura, la sumeria; pero las fuerzas siniestras terminaron por boicotear los planes y los sumerios se enfrentaron entre sí y terminaron exterminados a mano de los acadios, algo originado también por los Anunaki, seres que tampoco estaban de acuerdo con el plan cósmico.
En vista de esto, la coalición decidió trabajar no sobre un gran colectivo, sino sobre un grupo élite y reducido de personas: los sacerdotes egipcios, mismos que fueron depositarios del conocimiento y de enseñanzas secretas extraterrestres. Pero con el tiempo, los sacerdotes terminaron por ocultar las enseñanzas, bien por egoísmo, bien porque no consideraban digna o preparada al resto de humanidad para recibir esas enseñanzas y finalmente el proyecto también fracasó.
Entonces se decidió trabajar sobre un único individuo: Abraham, quien propuso el concepto de un único Dios y la eliminación de ídolos. De su línea sucesoria, y con la ayuda de los extraterrestres debido a los constantes casos de infertilidad, debería llegar la persona de Jesús, mismo que a través de diversas reencarnaciones habría alcanzado un elevadísimo nivel espiritual al punto que ya no necesitaba volver a la tierra. Pero él lo habría hecho por amor a la humanidad y se habría preparado para que a la edad de 30 años entrara en él Micael, un Hellel, uno de los padres creadores, para que cumpliera la gran misión: enseñarle a la humanidad a amar, pero no cualquier amor, sino en su forma más exaltada y que se limita a pedir perdón para sus verdugos porque no saben lo que hacen.
Hacia un estado superior de conciencia
Ese amor le permitiría a la humanidad perdonar, incluso luego de conocer que los hermanos mayores, altas civilizaciones extraterrestres y hasta algunos de los padres creadores atentaron contra su existencia. Y esa sería la cúspide de una redención de la humanidad hacia el cosmos: conocer la verdad acerca de su origen y del cosmos y no sólo perdonar a quienes intentaron destruirla e incentivar el odio racial y la muerte, sino agradecerles porque sólo esa oposición vehemente le ha dado mayor significado y provecho y un aprendizaje y expansión de conciencia que ni siquiera ellos mismos han alcanzado.
De acuerdo a los extraterrestres, o mejor, de acuerdo a lo que Sixto Paz indica que enseñan los extraterrestres, en el tiempo, la humanidad debe ir accediendo paulatinamente a este conocimiento hasta que llegue el momento de la gran decisión.
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