Stacey Castor
Otra de asesinas
Hace un par de días hablábamos del caso de Katherine Knight, quien asesinó y cocinó a su marido y luego intentó dárselo como cena a sus hijos. El caso de hoy es, si cabe, aún más macabro, ya que la culpable no sólo asesinó a su esposo, sino que intentó culpar a su hija del crimen.
Pero como en toda historia, tenemos que empezar por el principio.
El primer matrimonio de Stacey
Stacey Castor conoció a su primer marido, Michael Wallace, a sus 17 años en 1985. La pareja se casó y tuvieron su primera hija, Ashley, en 1988, y la segunda, Bree, en 1991. Pese a tener un inicio bastante exitoso, la pareja pronto presentó problemas serios de dinero y ambos comenzaron a separarse y a mostrar favoritismos hacia uno de los niños: Michael hacia Bree y Stacey hacia Ashley. Hacia mediados de los 1990’s muchos vecinos afirmaban que ambos tenían un amante.
A finales de 1999 Michael comenzó a enfermar. Sufría serios quebrantos de salud empeorados por ataques de tos y debilidad que preocuparon a toda su familia. Pese a las recomendaciones de buscar ayuda médica, el hombre decidió esperar y su súbita muerte a principios del 2000 hizo que fuera demasiado tarde para buscar ayuda. Su hija, Ashley, siempre se culpó por la muerte, ya que lo vio enfermo pero no hizo nada al respecto. Hay que tener en cuenta que en este momento apenas tenía 11 años.
Los médicos dictaminaron un ataque cardiaco como la causa de la muerte y pese a que la familia del hombre no estaba convencida, Stacey (quien tenía el poder de decidir, por ser la esposa) afirmó que confiaba en el equipo y que no iba a solicitar una autopsia.
El segundo matrimonio
En el año 2003, Stacey se casó con David Castor, quien era el dueño de una compañía encargada de la instalación y el mantenimiento de aires acondicionados en la que comenzó a trabajar. Apenas dos años después, en el 2005, una tarde llamó a la policía para advertirle que su esposo se encontraba encerrado en el cuarto y no había contestado el teléfono desde la mañana.
Al ser incapaces de comunicarse con él, los oficiales rompieron la puerta y lo encontraron muerto junto con un vaso de líquido anticongelante. Los gritos de la mujer: “¡No está muerto! ¡No está muerto!” los convencieron de que se trataba de un suicidio.
Sin embargo, pronto las autoridades comenzaron a sospechar. Se encontraron huellas de la mujer en la botella de gel anticongelante y restos de la sustancia en un gotero de cocina, que por cierto también tenía huellas de Stacey. Parecía que la mujer lo hubiese alimentado con este artefacto cuando se encontraba demasiado débil para consumir nada por su cuenta. Por esta razón colocaron micrófonos y comenzaron a vigilar la tumba de sus dos esposos para ver si ella, quién supuestamente los amaba, los visitaba esporádicamente.
Stacey con su esposo David Castor
Jamás lo hizo. Pronto notaron otra cosa: poco tiempo antes de su muerte David Castor había cambiado su testamento dejando a Stacey como la única beneficiaria (en detrimento de un hijo que había tenido en su matrimonio anterior). Alarmadas por tantas coincidencias, las autoridades decidieron exhumar el cuerpo de Michael… y como era de esperarse encontraron que su muerte no se había debido a un ataque cardiaco, sino a envenenamiento con líquido refrigerante.
Esto selló la condena de Stacey.
Inculpando a Ashley
Apenas se enteró de que el cerco se estaba cerrando, Stacey entró en pánico y comenzó a pensar en una manera de salir impune del hecho. Así, luego de que Ashley se enterara de las acusaciones (y llamara bastante compungida a su madre, quien además era su “mejor amiga”), fue invitada a casa de Stacey a compartir algunas bebidas.
Al día siguiente la invitación se repitió, lo que le pareció a Ashley bastante peculiar, pero no sospechó nada. Recibió de su madre una bebida que le pareció de muy mal gusto, pero que igual tomó, pues confiaba en ella. Esto es lo último que recuerda antes de haber despertado en un Hospital.
Fue su hermana quien la encontró, aunque su madre ya había llamado al 911 convencida, como estaba, de que la joven no saldría con vida de esto. Junto a su cuerpo Bree, su hermana, encontró una nota suicida que luego entregó a los paramédicos y en la que “confesaba” la muerte de su padre y su padrastro.
Ashley Wallace
Pero apenas despertó, de manera casi milagrosa, Ashley afirmó que no había sido su intención suicidarse y que jamás había escrito esa nota. Fue entonces cuando la coartada de su madre se derrumbó.
Investigaciones posteriores probaron que la nota había sido escrita en la computadora de Stacey mientras Ashley se encontraba en el colegio: era imposible que ella fuera la autora. Stacey fue capturada en octubre de 2007, acusada de dos asesinatos y un intento de asesinato.
El Juicio
Como si no fuera suficiente, su defensa en el juicio se basó en inculpar a su hija afirmando que había mentido, que sí había intentado suicidarse y que los celos por su hermana la habían llevado a intentar asesinar a su padre cuando apenas tenía 11 años de edad. El jurado no escuchó sus clamores y la condenó a 51 años de prisión, lo que a su edad se puede traducir en una práctica sentencia de muerte (saldría libre casi a sus 100 años).
Ashley, indignada por las acciones de su madre, la acusó de haberla convertido en una huérfana “de todas las formas posibles”.
Fuente de imágenes: 1: media.syracuse.com, 2: abcnews.go.com, 3: specials-images.forbesimg.com