El compromiso de Stephen Hawking
La posibilidad de que allá afuera existan seres vivos, desconocidos por nosotros, ha alimentado la imaginación de la humanidad desde hace al menos 3 siglos. En la modernidad, el boom de la tecnología (y por supuesto, la competitividad de la Guerra Fría) impulsó una serie de proyectos orientados a explorar la atmósfera terrestre y los cuerpos cercanos a la tierra, pero pronto quedó claro que, de haber vida allí, estaría fuera de nuestro alcance (o incluso, de nuestra comprensión).
Sin embargo, alentado por los descubrimientos en torno al origen de la vida en la tierra, el interés en descubrir formas de vida extraterrestre no ha hecho sino aumentar en las últimas décadas, y el desarrollo de tecnologías cada vez más precisas y de sistemas digitales extremadamente poderosos ha colaborado en facilitar la búsqueda. Y hace pocos días, Stephen Hawking anunció que comenzaría un proyecto de 100 millones de dólares orientado a la búsqueda de vida en las galaxias cercanas.
El proyecto será financiado por el multimillonario ruso Yuri Milner, quien ha logrado su riqueza gracias a proyectos de tecnología y piensa aprovechar el potencial de Silicon Valley (en los Estados Unidos) para llevar a gran escala la búsqueda de vida por fuera de la tierra. Milner, como Hawking, está muy interesado en demostrar que no somos el único planeta habitable en haber desarrollado vida.
Seguramente lo más interesante del proyecto sea la manera en que se piensa procesar los datos. De acuerdo con Hawking, se buscarán voluntarios (un total de 9 millones) que “presten” sus computadoras a la red mundial que vigilará los cielos en busca de vida extraterrestre. Así, se estaría creando el supercomputador más poderoso del mundo, capaz de recopilar en un día los datos que de otra manera no se podrían obtener en menos de un año.
Hawking ha declarado en varias ocasiones que somos demasiado vulnerables en nuestro planeta y que a largo plazo la supervivencia de los humanos dependerá de su capacidad de escapar a mundos cercanos. Por esta razón el científico está completamente comprometido con el proyecto y lo considera, casi, una cuestión de vida o muerte para nuestra sociedad.
¿Cuándo encontraremos vida?
En todo caso, encontrar un mundo habitado no serviría de mucho, pues aún faltarían décadas (siglos, quizás) para ser capaces de llegar allí. Sin embargo, el impacto en la psique humana sería considerable: ahora sabríamos que en un mundo lejano nos espera un posible segundo hogar. Una sonda habitada podría abandonar la tierra en búsqueda de este planeta en caso de una catástrofe o, incluso, por un grupo de voluntarios dispuestos a no regresar jamás… y esto, contrario al contacto permanente, podría suceder en menos de 30 años.
En todo caso, Milner no ha dudado en prescindir de 100 millones de dólares para financiar este proyecto. Parece ser que él, también, lo considera una cuestión de vida o muerte. Y tú, ¿crees que debería dársele tanta importancia?
Fuente de imagen: i.space.com