La vida de Jesús
Poco se sabe de la vida de Jesús entre su infancia y los tiempos en los que, ya siendo adulto, regresó a enseñar en el Levante. El santo más conocido de la Historia (al menos en Occidente) pasó la mayor parte de su adolescencia y adultez juvenil perdido, ausente de los registros biográficos de su tiempo. ¿Qué sucedió con él?
Muchos creen que viajó, en particular a la India, hogar de profundas tradiciones místicas de sabios e iluminados. Es inevitable, al escuchar las enseñanzas de Cristo, pensar en aquellas de Buda, sabio que lo precedió en varios siglos y que también encontró en la bondad, la caridad y la meditación un camino hacia la paz. Así, sería razonable pensar que pasó aquellos años olvidados en la tierra de los Brahmanes y los vedas empapándose de una cultura mucho más elaborada que la de su tierra.
Algunos creen que retornó allí. Como lo mencionamos en el artículo de la Vida Secreta de Jesús, existe una ciudad en India que asegura tener los restos últimos de Jesús, quien habría vuelto allí luego de que su tiempo en Israel terminara. Hay incluso una referencia en los Vedas que habla de un sabio de occidente que habría llegado a India en tiempos de la muerte de Cristo. Una coincidencia interesante.
Hoy, sin embargo, hablaremos de una teoría un tanto más… extrema. Que Jesús no solo viajó a Oriente, sino que pasó sus últimos días en una remota aldea de Japón.
Kirisuto no Haka
Así como la ciudad de Kashmir indica que en India Cristo habría conocido sus maestros y por eso tendría una razón para retornar, en Japón se argumenta que los caminos recorridos en su juventud fueron mucho más lejos.De acuerdo con la tradición de la ciudad nipona de Shingo Cristo habría llegado a la Isla del Sol Naciente primero en su juventud y más adelante luego de escapar de las autoridades romanas.
La tradición de Shingo indica que Jesús no habría sido quien murió en la cruz: fue su hermano, Isukiri (un nombre muy extraño para un hebreo, debo decir) quien casualmente fue capturado por las autoridades. Jesús, sabiendo que no había futuro para él en Israel, decidió marchar al norte, y atravesando Siberia llegó eventualmente a las costas orientales de Asia, de donde pudo embarcarse a Japón.
Supuestamente hay documentos en hebreo que fueron descubiertos en 1933 pero pronto requeridos por las autoridades japonesas. Luego de la Guerra, dichos documentos sencillamente desaparecieron. Sin embargo, de ellos quedó el siguiente testimonio, supuestamente escrito en hebreo originalmente y que hoy está inscrito en la Tumba de Jesús:
Cuando Jesús Cristo tenía 21 años, vino a Japón en busca del conocimiento de la divinidad por 12 años. Regresó a Judea a la edad de 33 y se enfrascó en su misión. Sin embargo, en aquellos tiempos las personas de Judea no aceptaron las enseñanzas de Cristo. En lugar de ello, lo arrestaron y trataron de crucificarlo en una cruz. Su hermano menor, Isukiri, casualmente tomó el lugar de Cristo y terminó su vida en la cruz.
Cristo, quien escapó la crucifixión, pasó mucho tiempo viajando y de nuevo vino a Japón. Se asentó justo aquí, en lo que ahora se llama la aldea Herai, y murió a la edad de 106 años.
En este suelo sagrado hay un monumento a la derecha dedicado a deificar a Cristo, y una tumba en la izquierda para deificar a Isukiri.
La descripción arriba señalada fue dada por Jesús Cristo como testamento.
Imágenes: wikipedia.org