Un sueño particular
Desde que se popularizó el absurdo juego Goat Simulator, que consiste básicamente en andar por ahí siendo una cabra (y literalmente en nada más) ya sabíamos que algo raro estaba sucediendo con estos animales. Pero seguramente nadie esperaba que las personas comenzaran a decidir convertirse en cabras de un momento a otro.
Pero esto es precisamente lo que ha realizado Thomas Thwaites. El diseñador gráfico de 34 años estaba cansado de su humanidad, en sus palabras, “de ser un ser consciente de sí mismo y capaz de arrepentirse del pasado y preocuparse sobre el futuro”. Por esta razón construyó unas prótesis especiales diseñadas para permitirle caminar a 4 patas… y se fue a vivir con sus amigas del monte durante 3 días completos.
De acuerdo con Thomas la idea le vino a la mente cuando vio al perro de un amigo jugueteando: “feliz, feliz de estar vivo”. En ese momento decidió que quería dejar de lado su humanidad y convertirse en un animal… y dado su gusto por las cabras, ellas fueron las elegidas.
El experimento de Thomas
Pero el asunto fue más allá de un simple disfraz. Thomas estaba dispuesto a ir a los extremos con tal de comprender cómo es la vida de las cabras, por lo que se sometió a un tratamiento de estimulación magnética transcraneal destinado a causar daño temporal al cerebro e impedirle hablar por estos tres días. Se supone que también nublaría un poco su conciencia y su capacidad de comprensión del lenguaje,
El hombre llegó a considerar seriamente implantarse un estómago falso para digerir la hierba, pero esto le pareció excesivo ya que podría poner en peligro su vida. Así pues, con prótesis de patas de cabra y una actitud caprina se lanzó a sus 3 días de aventuras.
Posteriormente comentaría que la vida de las cabras no era tan sencilla como él esperaba: “fui capaz de seguirlas alrededor de un kilómetro en esta migración, pero después comenzaron a ir cuesta abajo y sencillamente me abandonaron entre el polvo. Así que pasé el resto del día tratando de alcanzarlas y cuando por fin lo logré llegué a un sitio bastante bonito, donde el pasto era muy suave”.
De acuerdo con Thomas, el silencio y la calma lo impresionaron profundamente, y ayudaron a hacer de su experiencia algo único. El objetivo del hombre, según una entrevista que le realizaron, era ayudar a entender cómo nos podemos poner en los zapatos del otro y qué se sentía estar en el “pellejo” de otro ser. Además, claro, de abandonar la humanidad.
¿Absurdo o profético?
Aunque estoy seguro que la primera reacción de muchos (así como la mía) fue pensar “¿qué le pasa a este sujeto?”, los invito a reflexionar un poco más sobre las acciones del llamado “hombre cabra”.
El objetivo de Thomas en su trabajo es analizar la interacción entre la humanidad y nuevas formas de tecnología. Aunque amemos el confort y nos guste la complejidad de la sociedad, no cabe duda de que muchos, si no todos los seres humanos, soñamos con una vida más simple. Dudo mucho que alguien no haya visto un perro o un gato y haya pensado, como Thomas, “me gustaría vivir como él”. Si supieran que los avances tecnológicos garantizan su calidad de vida y que no tienen nada de qué preocuparse, ¿acaso muchos de ustedes no tomarían la misma decisión que tomó él? (o al menos una parecida) ¿No amarían muchos tener una vida más simple y sin preocupaciones?
Fuente de imágenes: 1: motherboard-images.vice.com, 2: i.ytimg.com