Resulta muy interesante tomar numerosas fotografías del desarrollo de un bebé. En años posteriores, será un grato momento revivir ese inocente pasado y notar los cambios físicos desde el momento de nacer, hasta adentrarse en la segunda infancia. Tanto para los amigos como para los familiares, son recuerdos muy gratos. En seguida apreciaremos algunos tips para fotografiar bebés:
Cámara siempre a la mano
Desde que es un recién nacido, a pesar de las numerosas atenciones que requiere, es importante cargar la cámara a todas partes, o por lo menos mantenerla en un lugar cercano y accesible. Así mismo, es necesario que las baterías se hallen bien cargadas, pues muchas escenas y momentos exclusivos, de seguro se querrán capturar.
Tomar muchas fotos
Lo más común, es que se tomen varias imágenes al comienzo del nacimiento, pero luego se deje de hacerlo con frecuencia, al punto en que pueden pasar meses. Sin embargo, los bebés cambian todos los días y aunque para quien convive con ellos dichos cambios no sean tan notorios, para los demás son muy evidentes semana tras semana. Si se toman demasiadas fotos, luego se evidenciará el contraste.
Utilizar diversas perspectivas
Por lo general se usa el punto de vista de la posición erguida o en pié, tomando la foto desde la altura de los ojos. Pero se puede variar, como por ejemplo desde la altura de la posición del bebé, o debajo del mismo. Planos muy buenos se pueden obtener probando con distintas perspectivas.
Acercarse más
Es bastante recomendable acercarse al bebé, lo más que permita la cámara o el zoom, pero usando focales largas, para de ese modo no distorsionar la imagen como cuando se utilizan las focales cortas.
Cuidar el enfoque
Si el objetivo es retratar el rostro del bebé, es de crucial importancia llevar el enfoque a los ojos. Es bien sabido que hacia donde se dirige el enfoque de una foto, es allí donde se dirige la atención de quien las ve. Los ojos son el factor que produce más emociones. Pero también es factible enfocarse en algo muy peculiar, como en una piernita, una mano, una oreja, etc.
El flash puede dejarlos ciegos
Los especialistas han advertido que tomar fotografías a los niños, utilizando el flash directo a los ojos, puede dejar ciegos a los niños menores de tres años. Se recomienda no emplear esta herramienta con los bebés, sino buscar las mejores condiciones de luz.
Utilizar luz indirecta
Si llegado el caso, no se quiere activar el flash, es bueno aprovechar la luz natural de modo indirecto, como por ejemplo ubicar al bebé cerca de una ventana, para que la luz refleje su cara. Todo esto con el fin de que no las imágenes no queden oscuras, quemadas, o movidas.
No descartar el blanco y negro
Los expertos aconsejan que es mejor primero, capturar la imagen a color, para luego añadirle el efecto de blanco y negro, así como el de sepia. La razón de esto es que al hacerlo directamente con la cámara, si es que tiene esas opciones, se pierde una buena parte de información, al contrario de obtenerlas a color y luego transformarlas.
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