Ocasionalmente, casualidades gravitacionales empujan uno de estos cuerpos fuera del cinturón. Si se mueve hacia afuera, lo más probable es que se pierda en la infinidad del espacio o bien que choque con uno de los gigantes gaseosos. Pero si lo hace hacia adentro podría chocar con uno de los planetas interiores, como la Tierra. Es increíblemente improbable, pero puede suceder y ha sucedido.

En este momento nos encontramos ad portas de que un asteroide gigante, de 950 metros de diámetro, pase rozando la Tierra en términos astronómicos.

JO25

El asteroide JO25 pasó a 4.6 distancias lunares (esto es, 4.6 veces la distancia que separa la luna de la tierra, o alrededor de 1’400.000 kilómetros). En 13 años es lo más que un cuerpo de este tamaño se ha acercado a la Tierra (el anterior fue el asteroide 4179 Toutatis, de 800 metros de diámetro y que pasó a 4 distancias lunares). Para hacer una comparación¸ se calcula que el asteroide que acabó con los dinosaurios tenía unos 10 kilómetros de diámetro.

El asteroide JO25 fue descubierto en el 2014 y se considera peligroso, por lo que ha sido cuidadosamente monitoreado desde este año. Se espera que no represente un peligro, ya que su trayectoria, aunque cercana a nuestro planeta, no debería llevar al impacto. El contacto cercano más peligroso ocurrirá en el 2027 cuando otro asteroide gigante pasará a solo 1 distancia lunar de la Tierra.

La pregunta, claro, es qué haremos el día que el asteroide esté en rumbo de colisión, pues por ahora no está claro si tenemos las herramientas para lidiar por ello.

Imagen: 20minutos.es