Uno de los objetos más apreciados, tanto para los fabricantes como para los consumidores de vinos, es el corcho, pues además de ayudar a conservar este producto, constituye un recuerdo de algún momento especial ligado a su disfrute. No obstante, la vida útil del corcho del tapón de corcho puede extenderse un poco más allá del descorche de la botella.
El corcho del vino
Sin embargo, antes de continuar con algunos de los creativos y útiles usos que se le puede dar al tapón del corcho, se tomará un momento para revisar la propia definición de este objeto, tan característico y apreciado por los amantes del vino.
En consecuencia, se comenzará por definir el material por el cual está construido este objeto, es decir, el corcho, el cual ha sido explicado como un producto obtenido en base a la corteza de algunos árboles, en específico del alcornoque, árbol que responde al nombre científico Quercus suber, y que se caracteriza por contar con una corteza o dermis bastante gruesa, de cuyas capas se puede obtener este material, tan útil para la industria.
Con respecto a las características físicas del corcho, los expertos han indicado que el corcho en general, es producto de un conglomerado externo de células muertas, característica esta que le otorga el rasgo de ser bastante elástico, así también como impermeable. Por otro lado, el espacio entre las células muertas que lo componen se encuentra también un gas, parecido al aire de la tierra, el cual es responsable de su alto grado de flotabilidad.
Así mismo, el corcho resulta el elemento ideal para tapar a presión las botellas de vino, pues, en tanto, siempre que la botella se conserve acostada, y el vino se mantenga en contacto con el corcho, tendrá la capacidad de evitar que el vino sea atacado por bacterias u hongos, que lo descompongan, evitando entonces la entrada de oxígeno al recipiente que contiene el líquido.
De hecho, una prueba inequívoca para los catadores y consumidores de vino es oler el corcho de la botella que se acaba de destapar, puesto que esto puede ser una fiel señal de cómo se ha conservado el vino. Por ende, si el corcho huele a vino, la persona puede tener seguridad de que el vino que está por beber es un vino sano. Por el contrario, si su olfato sólo puede detectar el olor a corcho, entonces el vino en cuestión no se ha conservado adecuadamente, de ahí que dentro del protocolo de degustación de vinos, se considere un buen gesto dejar el corcho sobre la mesa, para que la persona pueda olerlo.
Tipos de corchos
Dentro de la industria del vino pueden conseguirse también al menos dos principales tipos de corchos o tapones, cuyas clases varían según el tipo de vino que van a conservar. A continuación, una breve descripción de cada una de ellas:
- Tapón de vino: se caracteriza por ser de forma cilíndrica, casi siempre con un diámetro de 2,4 cm el cual se hace entrar a presión en la boca de la botella, la cual por su parte presenta dimensiones, en cuanto a su diámetro de unos 1,8 cm. Debido a su composición, el tapón del vino permite que el vino se mantenga vivo y conservado, permitiéndole que se airee, pero evitando que el oxígeno entre a la botella, amenazando la salud de la bebida.
- Tapón de cava: por su parte, el vino de cava será ideal para conservar vinos espumosos, entre ellos, el champán. Así mismo, se caracteriza por soportar mucha más presión incluso que el corcho de los vinos, pues los diámetros de este tapón pueden alcanzar al menos los 3,1 cm. Otro rasgo distintivo se da respecto a su forma, la cual en ocasiones se parece al de un champiñón. Su capacidad de conservación es tan buena, que podría llegar a preservar un vino espumoso por al menos 25 años.
Usos sorprendentes para el corcho del vino
Empero, la vida útil de estos corchos que han servido para sellar las botellas de vino, conservando la bebida, no tiene que terminar al descorcharse la botella, pues debido a su material y su forma, pueden ser igualmente utilizados en diversas tareas domésticas. A continuación, algunas de ellas:
Para estabilizar muebles
Uno de los momentos más incómodos que pueden existir con respecto a los muebles, sobre todo las sillas o mesas, es que debido a una imperfección del suelo, o incluso del propio mueble, este no se mantenga del todo estable, siendo la única solución estabilizarlo. Para esto, habrá simplemente que tomar el corcho de la botella, cortarlo en una lámina que tenga el grosor aproximado que se calcule necesite el mueble para estabilizarse, y colocar esta lámina debajo de la pata que se crea necesita mayor altura. El resultado será una mesa o silla equilibrada.
Para evitar rayones en el piso laminado
Así mismo, los muebles pueden constituir una amenaza importante para la conservación de los pisos laminados, en tanto que su movilidad o incluso uso cotidiano puede generar rayones importantes en la superficie del piso. No obstante, el corcho puede venir en ayuda.
Para usarlo con este propósito, será simplemente necesario tomar el corcho que ha servido de tapón a la botella de vino, medirlo con ayuda de una regla, y cortar cuatro láminas del mismo grosor, con un exacto. Posteriormente, usando algún pegante fuerte, se tomarán estas láminas, y se adherirán a la superficie de las patas del mueble, que se considera una amenaza. El resultado será que las patas no podrán rayar el suelo.
Carretes de hilo
Otro uso interesante y alternativo, que puede dársele al tapón de corcho es el de carrete de hilo, en caso de que el carrete original haya sufrido algún desperfecto. Con este objetivo, será necesario simplemente darle vueltas al hilo que se desea guardar, alrededor del corcho. En la parte superior del corcho, se podrá hacer una pequeña hendidura, con la ayuda de un exacto, para que así se puede colocar el principio del hilo en ella. Y ya está listo, un práctico y ecológico carrete de hilo.
Alfiletero
No obstante, servir de carrete no es la única forma en que el corcho puede servir de ayuda en el oficio de la costura, pues su material es ideal también para servir de alfiletero. Con el fin de darle este uso, bastará con tomar un corcho, en especial si es de champán o cava, pintarlo de algún color llamativo, adornarlo con un lazo en su cuello, y luego simplemente clavar las agujas o alfileres que se desean conservar.
Pizarra
Uno de los elementos más útiles que puede haber en una oficina o casa es una pizarra de corcho, pues en ella se pueden clavar los asuntos, mensajes y facturas más importantes, siendo una buena forma de no olvidar los deberes o compromisos. Empero, siempre que se quiera tener uno de estos objetos, no será necesario ir a una tienda especializada, sino que puede ser fabricada en base a una colección de corchos.
Para esto, se tendrá entonces un marco de madera, como de portarretrato. Así también, se deberán contar con varios corchos cilíndricos, tipo vino. Se medirá un grosor ideal, el cual puede alcanzar los dos centímetros. Se cortarán, y se pegarán lo más unidos que se puedan, logrando entonces una superficie plana. Luego, se puede pintar el marcho, del color que se desee, y comenzar a pegar en la pizarra los asuntos que más interesen.
Imanes de refrigerador
Otro punto focal de la casa, a la hora de colocar asuntos importantes es la cocina, en especial, la cara de la nevera, la cual se ha convertido en las últimas décadas en un buen lugar para pegar los dibujos de los más pequeños, así también como recibos o mensajes importantes, de ahí que también los imanes de nevera se hayan ganado un puesto valioso dentro de los objetos domésticos.
No obstante, no es necesario ir a tiendas especializadas para conseguir uno, sino que estos pueden ser fabricados en la comodidad de la casa, tarea esta en la que el corcho del vino puede ser también de gran ayuda. Para esto será tan sencillo como tomar un corcho, ya usado, cortarlo por la mitad, pegar en el respaldo un imán delgado, y listo, se tendrá el imán de nevera listo para usarse.
Portarretratos
Debido a su estabilidad, y fácil corte, los corchos pueden ser usados también como portarretratos. A fin de usarlos con esta intención, bastará con tomar un corcho cilíndrico, hacer una hendidura, no muy profunda, en su cara superior, y en ella colocar la foto. De igual forma, esto se puede hacer colocando el corcho de forma horizontal, lo cual podría incluso darle más estabilidad al objeto.
Además de fotos, este uso del corcho de vinos podría ser dirigido a tarjetas. De hecho, este podría ser un lindo y original detalle, si por ejemplo se tuviera algún evento, en donde se necesitara especificar la ubicación de los invitados. Por ende, se podrían usar los corchos, para mostrar la tarjeta, en donde se indica para quién está reservada la mesa, o algún otro tipo de lugar.
Clip para bolsas de comida
Así también, uno de los grandes problemas domésticos es el cómo cerrar los empaques de alimentos o golosinas, que no han sido consumidos de una sola vez, situación que es de pensar, cuando se tiene en cuenta de que el alimento podría dañarse o perder su frescura.
Con el fin de evitar esto, se podría fabricar una original pinza con el corcho. Con el objetivo de hacer esto, bastaría tomar el corcho, el cual podría ser de vino o cava, y abrir en una de sus extremos una hendidura. En este espacio debería colocarse un pliegue del paquete, que se desea cerrar.
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