La crisis Subprime
Se le llama “Crisis Subprime” a la crisis económica del año 2007-2008, una de las más duras que han ocurrido en la Historia (y la peor desde la Gran Depresión). Si bien las causas de la crisis son largas y complejas, podríamos decir en resumen que estalló porque había demasiada “deuda mala”, es decir, se le había prestado mucho dinero a personas que no tenían como pagarlo.
La deuda suele ser vista con mu
cha desconfianza, pero en términos generales no es algo malo. Mientras las personas (y empresas) que contraten deuda puedan pagarla, todo está bien. Y de hecho, muchas veces la deuda usada para invertir en nuevas capacidades productivas, acelerando el proceso de desarrollo de una región de manera dramática.
Sin embargo, cuando hay un endeudamiento excesivo que no se sustenta en nada, el resultado suele ser la catástrofe. En el caso de la Crisis Subprime esto se debió al endeudamiento excesivo para comprar vivienda, que terminó con personas comprando cinco o seis casas a crédito con la idea de venderlas… y resultó que nunca pudieron venderlas.
Y no solo eso. El mercado colapsó: las casas bajaron de precio, y las personas se encontraron con que aún si vendieran sus propiedades no podrían pagar sus créditos. El resultado fueron miles de bancarrotas, la quiebra de uno de los bancos más grandes del mundo (Lehman Brothers) y una de las crisis económicas más serias de la Historia.
Y varias autoridades económicas están alertando que en la actualidad estamos en una posición parecida.
La deuda
Aún cuando la crisis Subprime eliminó una gran cantidad de deuda, en la actualidad los niveles de deuda han aumentado mucho más que en ese momento. Una de las herramientas usadas para ayudar a la economía a “salir adelante” luego de una crisis es mantener tasas de interés baja, lo cual facilita mucho pedir crédito y abarata las cuotas. Esto, sin embargo, puede resultar peligroso cuando las tasas de interés vuelven a subir, pues las cuotas vuelven a subir… y eso es lo que está pasando en este momento.
Peor aún, gran parte de esta deuda se ha ido a inversiones especulativas. O al menos, esos creen varios especialistas, pues los precios de los mercados bursátiles se han incrementado de manera dramática, a mucho mayor ritmo que el resto de la economía.
Esto significa que una vez más nos encontramos en una situación en la que la economía es vulnerable a una crisis. La situación, creen muchos, ya se ha salido de control, y las decisiones políticas de los diversos bloques alrededor del mundo (principalmente Estados Unidos, China y la Unión Europea) no ayudan a solucionarla. Para los gobiernos, es más importante mantener el crecimiento económico, y como no tienen la certeza de que serán ellos quienes lidien con la crisis, dejar la papa caliente para un próximo gobernante.
Los niveles de deuda han ido aumentando como porcentaje de la economía, y son hoy mucho más altos que hace una década. Esta es la deuda total, pública y privada
La Crisis Viene
Pero la situación ya está comenzando a mostrar grietas. Varios economistas han hablado de un “agotamiento” de la deuda, es decir, una circunstancia en la cual los prestamistas simplemente ya no encuentran deudores “buenos” y terminan prestándole a cualquiera. Esto a su vez explica la inversión especulativa, que corre el riesgo de no poder pagar su deuda. Y en los tres bloques económicos más grandes del mundo: Estados Unidos, China y la Unión Europea, las deudas han alcanzado niveles históricos y las tasas de interés siguen muy bajas.
Entretanto, los niveles de consumo en el mundo no han crecido, y en la actual circunstancia podrían incluso disminuir. Y esto es grave, pues en últimas el éxito de cualquier empresa depende de que haya consumidores que compren sus productos (o servicios). El hecho de que en medio de una reducción en el consumo las ganancias de las empresas hayan aumentado nos indica que dichas ganancias no se dieron en el sector “real” de la economía, sino en el sector especulativo. Y esta es una advertencia a la que deberíamos prestarle atención.
Hay un dicho: “los Generales siempre luchan la guerra pasada”. Esto significa que por lo general cuando estalla una guerra la mayor parte de los comandantes está limitado por sus experiencias en el conflicto pasado, y muchas veces no son capaces de adaptarse a la nueva realidad. En la actualidad, las herramientas económicas para luchar contra una crisis podrían estar desactualizadas… pero aún si no lo estuvieran no estamos en condiciones de usarlas.
Y esto es lo peor: todas las “armas” y herramientas para enfrentar una crisis (una de las cuales es bajar las tasas de interés) porque ya han sido agotadas. Si la situación no mejora, y una nueva crisis ocurre, no está claro qué sucederá con la economía.
Incluso, algunos han llegado a hablar de la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial. A fin de cuentas, fue la Gran Depresión la que impulsó el surgimiento del Nazismo en Alemania y, en últimas, precipitó el estallido de la Segunda Guerra Mundial. ¿No?
Fuentes:
- https://www.kitco.com/news/2019-01-23/Economic-Crisis-Is-Coming-U-S-Shutdown-Is-A-Distraction-Gold-Will-Benefit-Peter-Schiff.html
- https://www.cnbc.com/2019/01/22/dsm-ceo-europe-has-little-ammunition-to-deal-with-the-next-crisis.html
- https://seekingalpha.com/article/4238463-coming-global-financial-crisis-debt-exhaustion?page=2
- https://www.nytimes.com/interactive/2018/09/12/business/the-next-recession-financial-crisis.html
Imágenes: 1: npr.org, 2: hackernoon.com, 3: fee.org