La complejidad cerebral
Es un tema recurrente en este portal la increíble complejidad del cerebro que lo convierte en un órgano imposible de comprender a cabalidad. Casi dos siglos de investigaciones al respecto nos han brindado muchísima información, pero también nos han mostrado que el cerebro es el órgano más complejo del cuerpo y que su funcionamiento involucra miles de variables imposibles de cuantificar o incluso de determinar.
Por esta razón nos encontramos con trastornos absurdamente particulares que en más de una ocasión parecen algo completamente imposible. Cosas como el delirio del vidrio o el síndrome de Cotard, en el que las personas creen estar muertas, son un buen ejemplo de lo extrañas que se pueden ponerse las cosas en el campo del cerebro.
Sin embargo, algunos de los delirios vinculados al temor, incluso a la esquizofrenia, pueden tomar formas un tanto peculiares. Uno de los casos más extraños, llamado síndrome de Frégoli (o delirio de Frégoli) consiste en la convicción de que todos a tu alrededor son la misma persona.
El delirio de Frégoli
Este particular síndrome fue reportado por P. Courbon y G. Fail en 1927 y se bautizó así en honor a Leopoldo Frégoli, un actor italiano famoso por realizar múltiples y rápidos cambios durante sus obras sin que el público lo notara. En el documento original los dos hombres describieron a una mujer de 27 años que creía ser perseguida de manera permanente por 2 hombres que conocía en el teatro. La mujer pensaba que ellos se disfrazaban de personas que ella conocía para pasar desapercibidos.
Sin embargo, es relativamente poca la información que se tiene sobre este síndrome y es extremadamente raro, por lo que suele ser poco estudiado. De acuerdo con lo que se sabe, parece deberse a un malfuncionamiento de las partes del cerebro encargadas de la identificación visual y las emociones, es decir, que generan las emociones erróneas para rostros determinados o para todos los rostros desconocidos, vinculándolos con el de una persona conocida.
Hasta el momento no se sabe cómo curar este síndrome, y solo puede tratarse mediante un psicólogo.
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