Lo más normal es que uno tenga sólo dos padres biológicos, es decir, un papá y una mamá. Sin embargo, Alana Saarinen es un caso particular que se sale de este patrón y que, con otras niñas – menos de un centenar- se constituye en una de las pocas personas que pueden decir que tienen dos madres biológicas y un padre, para un total de tres padres.
Tenes más de dos padres ahora es posible
Esto se logró mediante un procedimiento que consiste en insertar el núcleo del óvulo de la madre original en el citoplasma de un óvulo de la otra mujer para luego ser fecundado.
La madre de Alana había tenido problemas para quedar embarazada, inclusive con la fecundación in vitro, por lo cual los especialistas conjeturaron que posiblemente el problema consistía en que los óvulos de la mujer tendrían algún defecto a nivel mitocondrial y, aunque los estudios en este caso no se encuentran en una fase avanzada e, inclusive, podría decirse que están todavía en un nivel expermiental, tanto la madre que la dió a luz como los galenos decidieron hacer el trasplante de citoplasma ovárico.
Este procedimiento es controvertido por cuanto todavía no hay resultados concluyentes y se plantea si es ético o si es médicamente aconsejable, por cuanto pueden nacer niños con malformaciones o por el hecho de jugar a ser dios y crear a otros seres humanos manipulando sobre la ingeniería genética. Sin embargo, el caso de Alana es diferente, y es una chica absolutamente sana.
Así, Alana tiene dos madres biológicas en el sentido más completo y la diferencia es que una de sus madres aportó el núcleo del ovario, mientras que la otra aportó el citoplasma. Si bien, quien la parió y la cuidó es a quien considera como su madre original, y quien aportó el núcleo.
