La historia “oficial” de la humanidad y las enseñanzas académicas generales han optado por obviar y desdeñar la sabiduría oculta de los pueblos antiguos de la Tierra. Por ejemplo, en la cultura egipcia encontramos una variedad inmensa de técnicas mágicas esotéricas como el pranayama egipcio.
Varios autores investigadores del ocultismo práctico han tratado el tema, en especial aquellos que se enfocan en la cultura védica. Porque casualmente, o mejor dijéramos ‘causalmente’, los hindúes también practican esta ciencia milenaria, a pesar de que dichas civilizaciones se gestaron en épocas diferentes y lugares distantes.
Uno de los mayores exponentes de este asunto, es el venerable maestro Swami Sivananda. Este Yogui, muy famoso a nivel mundial, recomendaba que todos los humanos al comenzar el desarrollo hormonal sexual en la adolescencia, deberíamos practicar el pranayama por lo menos una hora en el día, todos los días.
Resulta demasiado pertinente aclarar, que esta técnica cuyo objetivo es utilizar sabiamente el poder de la Energía Creadora Sexual, puede ser practicada por hombres o mujeres; eso sí, téngase en cuenta que en el caso de la mujer, no debe usarla durante siete días contando desde el primero de su periodo menstrual. No menos importante e incluso lo fundamental de este arte secreto es abstenerse para siempre de derramar los líquidos seminales y se debe practicar la Castidad Científica.
En realidad, la única diferencia trascendental en el pranayama egipcio y el pranayama hindú se encuentra en los mantrams que se utilizan. En el sistema pranayámico de los antiguos egipcios se usaba el mantram TON RA SAH HA; en el hinduismo, se pronuncia HAM SAH.
Son impactantes y formidables en todo sentido, las similitudes halladas en los pueblos de todos los continentes antiguos y en este tema concuerdan todos esos ancestros de todos los rincones del planeta.
En el Caduceo de Mercurio, símbolo oficial de la Medicina, se denotan de manera muy clara estas conclusiones analíticas, de carácter antropológico místico. Esas dos serpientes del caduceo representan los dos cordones energéticos que conectan testículos y ovarios con el cerebro.
Los antiguos, como los sabios Mayas, creían que la Energía Sexual era sagrada y poderosísima, por lo cual no debería jamás de los jamases expulsarse fuera del cuerpo físico. Sino que por el contrario, con esta técnica especial denominada Pranayama se debe hacer ascender por estas dos serpientes en espiral hacia arriba, entrecruzándose en algunos centros energéticos del cuerpo humano.
Por si fuera poco, si se escudriñan los misterios de la Alquimia, la sorpresa sería aún mayor. De hecho, el término Caduceo de Mercurio, viene precisamente de los sabios alquimistas de antaño, tales como el mismo padre de la Medicina, Hipócrates, así como también Galeno, Paraceslso, Cornelio Agripa, entre otros.
Estas Ciencias Ocultas son tan fascinantes que no tienen límite de profundidad, poder y sabiduría sobre el Universo y todas sus leyes. Misterios sublimes que enmarcan un camino estrecho y único por el que muy pocos transitan. Tal es así, que el pranayama es insignificante si se le compara con técnicas aún más ocultas y poderosas, como el Arcano AZF, catalogada por los expertos como la más elevada.
Los indostanes aseguran que al practicar el pranayama se despiertan las facultades latentes en el ser humano como la telepatía, la clarividencia, entre otras, además de fortalecer y enriquecer de forma sorprendente la vitalidad, la salud, la inteligencia, la belleza, el bienestar integral y el desarrollo espiritual del practicante. Disipa las tinieblas interiores, la pereza, la negligencia y la ansiedad lujuriosa. Son innumerables los beneficios.
Las mejores horas para realizar la técnica es en la madrugada y el mejor lugar es la naturaleza. A esa hora se respira el Prana que emite la Tierra, el cual también tiene muchos secretos mágicos. De hecho, de ahí viene su etimología.
En la India a las dos serpientes se les conoce con el nombre de Idá y Pingalá. Otro dato crucial es que en la mujer se invierten las polaridades. Idá corresponde al polo positivo de la energía y pingalá al negativo. Es por esto que en términos estrictamente energéticos y cuánticos, de la unión de una fuerza positiva y una negativa surge una tercera fuerza que es luz, poder, etc.
Todo esto del esoterismo auténtico se trata del conocimiento y poder sobre las energías ocultas que maneja y procesa el ser humano, sin darse cuenta en absoluto. De acuerdo con las investigaciones efectuadas sobre algunas de estas tradiciones milenarias, una de sus enseñanzas más dicientes y claras sobre el particular, es que el cerebro debe seminizarse y el semen debe cerebrizarse.
Normalmente, los seres humanos solo usamos el 3% de la capacidad cerebral y pensamos que con ejercicios razonativos y de lógica, además de memorizar grandes cantidades de información, vamos a desarrollar las capacidades cerebrales. Esas capacidades ocultas del cerebro son poderes terribles a los que según los primeros egipcios, todos tenemos la oportunidad de desarrollar, pero exclusivamente se activan y despiertan con las técnicas de transmutación sexual, como el pranayama aquí descrito.