En el ámbito de la Fonética, se conoce con el nombre de Aparato Fonador al conjunto de órganos humanos, a los cuales se les atribuye la función de generar los distintos sonidos concretos, en los cuales se basa el habla o acto comunicativo.
Reflexión sobre los órganos del habla
También conocidos como órganos del habla, estas partes del cuerpo humano y su participación en el Habla requieren quizás una breve reflexión, puesto que por más que se pueda hablar de ellas como una realidad fonética, su misma naturaleza lleva a pensar que no se debe perder la sorpresa sobre su existencia, y mucho más sobre su función dentro de la comunicación humana. En este sentido, viene a bien recordar aquellas reflexiones hechas por el lingüista estadounidense Edward Sapir, quien en su obra El Lenguaje (1921) hacía énfasis en que no se puede concebir el Habla como una facultad predestinada en el ser humano, como por ejemplo sí puede hacerse con el caminar, capacidad instintiva para la que el hombre se encuentra fisiológicamente preparado. Por el contrario, la Lengua o el Lenguaje deviene como una construcción social, a la que el hombre se encuentra predestinado no precisamente porque su estructura fisiológica así lo determine, sino porque nace en una sociedad que le impone –al tiempo que le hereda- el Lenguaje.
Así mismo, al hablar de Órganos del Habla, Sapir reflexionaba sobre el hecho de que más allá de que estos órganos sean llamados así, por participar de manera directa en la producción del Lenguaje, a través del Habla, era necesario reiterar que esta era en todo caso una función secundaria –y casi inexplicable- de estos órganos del cuerpo humano, destinado en primer lugar a la respiración y la deglución humana, siendo el Habla otra de sus maravillosas y aleatorias funciones. De esta manera, se podría decir, exagerando sobre el texto de Sapir, que el Lenguaje es en sí mismo una construcción y capacidad humana que se inscribe en la maravilla y el misterio, puesto que aun cuando es una realidad, su producción sigue siendo casi un hecho fortuito y el resultado de las amplias facultades humanas.
Órganos del Habla
Hecha esta reflexión sobre el carácter maravilloso del Lenguaje, y de los órganos involucrados en su producción, puede seguir avanzándose entonces en la descripción de cada uno de los conjuntos de órganos, identificados por la Fonética, como parte del Aparato Fonador Humano, y que básicamente se divide en tres:
Órganos de respiración
Está compuesto por las cavidades infraglóticas, es decir, todas aquellas cavidades que se encuentran ubicadas por debajo de la glotis, y cuya principal función orgánica es permitir la respiración humana. Los órganos comprendidos son el diafragma, los pulmones, los bronquios y la tráquea. En cuanto al Lenguaje, es el movimiento de espiración (segundo episodio de la respiración humana) el que permite el sonido, pues es en ese momento en que la columna de aire es empujada hacia arriba, rumbo a las cuerdas vocales y los distintos puntos de articulación.
Órganos de fonación
Un poco más arriba, específicamente en la cavidad faríngea, se encuentran otra serie de órganos, a los cuales la Fonética les atribuye la capacidad de producir la voz del hablante. Entre los órganos que conforman esta parte del Aparato fonador humano, se pueden encontrar dentro de la Laringe, siendo descritos de la siguiente manera:
- Cuerdas vocales: Dentro de la la Laringe (caja o recipiente de materia cartilaginosa, que se haya en el cuerpo humano situada al final de la tráquea) se encuentran las cuerdas vocales, las cuales son entendidas a su vez como repliegues vocales, conformados por cuerdas de músculos, que durante la respiración permanecen separados, permitiendo que el aire pase libremente a través de ellos. No obstante, en el acto de Habla, las cuerdas vocales cambian de comportamiento, cerrándose, y sometiéndose a la fuerza de la columna de aire, por lo cual vibran contra la glotis, produciendo el sonido de la voz. Así mismo, el hecho de que vibren o no, durante el acto de habla, produce a su vez una diferenciación entre los sonidos, los cuales vendrían entonces a diferenciarse entre sonidos sonoros (cuando las cuerdas vocales vibras) o sonidos sordos (si por el contrario las cuerdas no lo hacen)
- Glotis: Así mismo, la Fonética señala que la Glotis estará constituida por el espacio triangular que se forma cuando las cuerdas vocales se encuentran abiertas, lo que hace que también se pueda ubicar a la Glotis dentro de la Laringe humana. De esta forma, el paso de aire por la laringe, hace que las cuerdas vocales se cierren y se abran, provocando así mismo la apertura y cierre de la glotis. Todo esto, es decir, la vibración de las cuerdas vocales, así como su presión hacia la glotis es lo que produce la voz.
Órganos de articulación
Entre otras de las sorprendentes funciones del Aparato Fonador, durante el acto del habla, la columna de aire no pasa de la laringe hacia la faringe, sino que sigue su camino directo a las cavidades supraglóticas, órganos que se encuentran por encima de la glotis, y que están compuestos por el paladar, la lengua, los dientes y los labios. Dentro de las funciones de cada uno de ellos, se encuentran las siguientes:
- El paladar: definido por la Anatomía como la pared superior de la cavidad oral. En él pueden verse dos áreas: el paladar óseo, en el cual se distinguen el prepaladar, el mediopaladar y el postpaladar. Así mismo, se encuentra el paladar blando, conocido también como el Velo del Paladar, en él se encuentra también dos zonas: la prevelar y la postvelar. De acuerdo a lo que señala la Fonética, es sobre todo el modo de comportarse el velo del paladar el que produce varios sonidos, dependiendo de las distintas formas en la que ejerce o no como barrera física a la columna de aire en ascenso, y entre los cuales se distinguen los sonidos Orales (el velo se adhiere a la pared de la faringe sin imponerse a la columna de aire); Nasal (por el contrario el velo desciende, sirviendo de barrera a la columna de aire, la cual es desviada a la cavidad nasas); Oronasal (situación que ocurre si la columna de aire llega tanto a la cavidad nasal como a la oral).
- La lengua: concebida como un órgano muscular móvil, la Lengua es quizás uno de los órganos más importantes en cuanto a la articulación de sonidos, pues estos variarán según la forma que esta adopte durante la pronunciación, así como el lugar de la cavidad oral en el cual se apoye, lo cual es conocido dentro de la Fonética como punto de Articulación. En la Lengua se pueden distinguir tres zonas, cada una de las cuales cumplen una función Lingüística, dentro del acto del habla: el ápice, conformado por la punta de la Lengua; el Dorso y la Raíz.
- Los dientes: por otro lado, los dientes cumplen también con una importante función lingüística en el habla, sobre todos los dientes incisivos, tanto superiores como inferiores, siendo estos los responsables de dictar el cierre de la cavidad oral, produciendo barreras físicas a la columna de aire. Detrás de estos dientes, se encuentran también los alveolos, espacio comprendido entre los incisivos superiores y el inicio del paladar óseo, lugar éste que se erige como un importante punto de articulación.
- Labios: finalmente, los labios cuentan con una gran movilidad durante el acto del habla, haciendo que los sonidos pronunciados durante él cambien según la posición o forma adoptada por estos órganos.
Imagen: pixabay.com