La música no sólo nos hace vibrar, danzar, sonreir o evocar determinados momentos, sino que adicionalmente a ello es potencialmente provechosa para nuestra salud, tanto mental como física, debido a que escuchar música nos provee de muchos beneficios. Veamos.
Reduce el dolor
Se ha comprobado que la música, dado que hace que el cuerpo libere endorfinas y funciona como distractor, puede reducir el dolor en un porcentaje considerable, tanto como el 21%, especialmente en enfermedades dolorosas como la artritis o la artrosis.
Reduce la depresión
Todos pasamos por momentos que resultan dolorosos o que nos sumen en sombríos estados, pero escuchar música nos puede reconfortar a tal punto de reducir la depresión hasta en un 25%.
Reduce la presión arterial
De acuerdo a los estudios llevados a cabo con sólo escuchar aproximadamente 30 minutos diariamente de música relajante tal como clásica, celta u oriental, puede reducir significativamente el nivel de presión arterial alta.
Aumenta la inmunidad
Dado que el escuchar música relajante o nuestra música favorita propicia una experiencia emocional positiva, el organismo secreta hormonas de estimulación inmunológica preparando a nuestro organismo a enfrentar en mejor manera las enfermedades. Además reduce los niveles de cortisol, asociados en forma directa como factor desencadenante del estrés.
Mejora la coordinación corporal
Al funcionar como relajante, la música influye en forma directa sobre la tensión muscular lo que permite mejorar el movimiento y la coordinación e, inclusive, resulta positiva en personas que tienen algún tipo de trastorno motriz.
Además también sirve para relajarse, meditar, trotar, acelerar la recuperación tras un accidente cerebrovascular, reducir la intensidad y la frecuencia de migraña y dolores de cabeza, mejora la memoria, la concentración, coadyuva en el aprendizaje y, eventualmente, permite mejorar el coeficiente intelectual, algo que la musicoterapia ha hecho bien conocido. Así que a escuchar música, pero eso sí, en niveles moderados, que no puedan llegar a afectar la audición.