Muchas personas, cuando sobrepasan los 40 años comienzan a experimentar ciertos deterioros de la edad y algunos ejercicios o posturas ya no los pueden hacer como antes o quizá, los dejan de lado y no los vuelven a practicar. Pero el caso que viene a continuación, demuestra que la práctica de Yoga y una vida sana, puede hacer que una persona llegue a los 90 años, siendo una de las más notables gimnastas.
Puede hacer posiciones que ni los jóvenes harían
Ella es Bette Kalman, una australiana quien pudo llegar a una edad bien adulta, practicando posturas que no cualquier joven pudiera realizar. Duró más de 40 años incursionando en las técnicas de yoga y siempre se mantuvo en perfectas condiciones físicas y mentales. Con el tiempo, se convirtió en instructora de esas técnicas orientales, al punto de convertirse en “la abuela más ágil del mundo”, capaz de contorsionar su cuerpo de manera sorprendente.
Eso mismo es lo que promulga esa disciplina proveniente de la India, especialmente: que con la práctica diaria de estas posturas predefinidas y simbólicas, se adquiere gran destreza física y psicológica, prolongando la juventud y los años de vida, con una elasticidad como la de una banda de goma.
Resulta increíble el contraste que existe entre ella y las personas de su edad, quienes en su mayoría se quejan con frecuencia de diversos achaques, molestias y dolores, pero Kalman hace maromas y piruetas sostenida con uno o dos brazos, manteniendo el equilibrio corporal.
Una pionera en el yoga moderno
Una de sus posturas favoritas o Assana, como se le conoce en dicha disciplina, es la del “pavo real agonizante”, que consiste en colocar el cuerpo en sentido horizontal, mirando hacia arriba y sosteniéndolo con las manos. También le gustaba la posición de la flor de loto y pararse de cabeza, lo cual hacía con mucha facilidad.
Cada semana, dicta 11 horas de yoga, aproximadamente. «Soy la prueba de que si se mantiene en la disciplina yóguica, se obtendrán prodigios. Puedo hacer más ahora de lo que podía hace 50 años», aseveró la señora Kalman, quien añade que una persona nunca llega a ser demasiado vieja si se lo propone, pues a base de continuos estiramientos que exigen tales assanas, la edad se reduce considerablemente. “Se puede estirar y estirar, y lograr mejorar todo el tiempo. Olvídese de edad «, explicó Bette, autora de 3 obras escritas de yoga, dentro de los cuales resalta el libro “Yoga para la artritis”.
Kalman también afirma que tan sólo basta con una postura de las básicas, un momento al día, o inclusive la simplicidad de acercarse a la ventana y respirar hondamente, para empezar a recibir grandes ventajas. En la década de los 50’s, fue una de las pioneras en el país australiano, en abrir las puertas de un centro de yoga y difundir dicha disciplina al público en general.
Así como existen posturas básicas, también las hay muy complejas, que muchos mayores de 50 años ya no pueden y que superan los límites de la gravedad. Bette es experta en todas estas poses y movimientos.
Imagen: autocrecimiento.com