El Pensante

Biografía de Eduardo Caballero Calderón

Biografía - febrero 17, 2017

Eduardo Caballero Calderón (Bogotá, Colombia, 6 de marzo de 1910 – ibídem, 3 de abril de 1993). Escritor, narrador, novelista, periodista, político y diplomático de origen colombiano, mejor conocido en el mundo periodístico por su seudónimo Swann, así como por su prolífica pluma, tenida como una de las más importantes de la narrativa de este país suramericano.

Imagen 1. Biografía de Eduardo Caballero Calderón

Primeros años

De acuerdo a sus biógrafos, Eduardo Caballero Calderón nació el 6 de marzo de 1910, en la ciudad de Bogotá, Colombia, convirtiéndose así en el segundo hijo del general liberal Lucas Caballero Barrera y su esposa doña Eloísa Ortiz de la Barrera, de sus tres hermanos, solo su hermano mayor, Lucas Caballero Calderón fue un reconocido columnista en su época, quien a su vez publicaba bajo el seudónimo Klim.

Con respecto a sus primeros estudios académicos, las fuentes biográficas señalan que este escritor colombiano cursó estudios en el Gimnasio Moderno de Bogotá, en donde desde muy temprana edad manifestó el amor por las Letras y el oficio de periodista y editor, no en vano, Eduardo Caballero se dio a la tarea, durante sus años de estudio de fundar la revista Aguilucho, la cual pasó a la Historia como la primera revista escolar editada a lo largo y ancho del continente latinoamericano.

Inicios como periodista

Terminados sus estudios secundarios, Eduardo Caballero Calderón se matriculó en la Universidad Externado de Colombia, con el fin de cursar estudios de Derecho. No obstante, permaneció poco tiempo en esta institución, retirándose de ella, cuando su verdadera vocación tocó a la puerta. De esta manera, este escritor colombiano recibió una oferta de parte del diario El Espectador, la cual aceptó, iniciándose como corresponsal, oficio que ejerció por algún tiempo.

Nacimiento de Swann

Entregado al oficio periodístico, en el año 1938, Eduardo Caballero Calderón recibe una nueva oferta laboral, esta vez del diario colombiano El Tiempo, la cual acepta, convirtiéndose en columnista de este medio, columna que por cierto escribió casi hasta el final de su vida. Empero, sus trabajos no los firmaba con su nombre, sino con un seudónimo, que usaría en ese medio durante años: Swan. Así mismo, dentro de este medio impreso, Eduardo Caballero Calderón recibiría también la importante responsabilidad de dirigir personalmente el suplemento literario.

Carrera diplomática

Igualmente, además de su carrera como periodista y escritor, Eduardo Caballero Calderón se interesó también en la política, área que lo llevó a ejercer importantes responsabilidades diplomáticas en nombre del gobierno de su país, entre las que se encuentran las siguientes: Encargado de Negocios y agregado cultural en la Embajada de Colombia en España (1946-1948); Embajador de Colombia ante la Unesco (1962-1968); secretario de la Embajada de Colombia en Perú, así como las responsabilidades diplomáticas ejercidas en  Buenos Aires, Argentina.

Igualmente, llegó a ocupar puestos políticos de relevancia, como el de Jefe del Departamento de Información, Prensa y Propaganda del Ministerio de Relaciones Exteriores, de diputado a la Asamblea, por Boyacá y Cundinamarca; Alcalde de Tipacoque, cargo que ejerció entre 1968 y 1971, y en paralelo con el de Representante a la Cámara, el cual llevó a cabo entre 1968 y 1970.

Carrera como escritor

Así mismo, en cuanto a su otra gran pasión, la Literatura, los biógrafos de este escritor coinciden en señalar que su primer relato publicado fue Tipacoque, el cual sacó a la luz en 1940, cuando contaba con treinta años de edad. Desde entonces fueron varias la obras que publicó, gracias a la prolífica pluma que poseía, y que lo hacía transitar por distintos géneros literarios, en especial el cuento, el ensayo, la novela y varios relatos de Literatura infantil, siendo su obra más importante –de acuerdo a la Crítica- la novela Siervo sin tierra, publicada en 1954, y que da cuenta de la explotación que vivían las poblaciones campesinas, a merced de los grandes propietarios. De igual forma, su fructífera obra literaria, así como su gran pasión por las Letras se vieron finalmente galardonadas –aun cuando no fue el único reconocimiento recibido por este escritor- cuando en 1944 fue nombrado miembro de la Academia Colombiana de la Lengua, como académico de número.

Obra literaria

De esta manera, resulta entonces mucho más práctico revisar el total de su obra, clasificándola por géneros, entre los que se encuentran los siguientes:

  • Novela: El arte de vivir sin soñar (1943); El Cristo de espaldas (1950); Siervo sin tierra (1954); La penúltima hora (1960); Manuel Pacho (1962); El buen salvaje (1966); Caín (1968); Azote de sapo (1975) e Historia de dos hermanos (1977).
  • Ensayo, crónica y periodismo: Caminos subterráneos : ensayo de interpretación del paisaje (1936); Tipacoque, estampas de provincia (1940); Suramérica tierra del hombre (1942); Latinoamérica: un mundo por hacer (1944); El nuevo príncipe: ensayo sobre las malas pasiones (1945); Breviario del Quijote (1947); Cartas colombianas (1949); Ancha es Castilla (1950); Diario de Tipacoque (1950); Americanos y europeos (1956); Historia privada de los colombianos (1960); Los campesinos (1962); Tipacoque de ayer a hoy (1979) y Hablamientos y pensadurias (1979).
  • Memorias: Memorias infantiles (1964) y Yo, el alcalde: soñar un pueblo para después gobernarlo (1972).
  • Literatura infantil: La historia en cuentos (1953); Bolívar: una historia que parece un cuento (1983) y La piedra filosofal (2001).
  • Cuento: El cuento que no se puede contar y otros cuentos (1981).

Últimos años

Durante la última etapa de su vida, Eduardo Caballero Calderón se entregó totalmente a la Literatura, no tanto a su escritura, como a su lectura. Finalmente, el 3 de abril de 1993, en la ciudad que lo había visto nacer, Bogotá, Colombia, este escritor falleció debido a problemas cardíacos, tal como lo reseñó en su momento el diario colombiano El Tiempo. Tenía 83 años,  y dejaba tras de sí un gran legado literario, así como el reconocimiento de haber sido uno de los escritores que más madurez a la novela colombiana, logrando con su trabajo llevarla hasta los albores de la Modernidad.

Imagen: wikipedia.org