Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, Suiza, 28 de junio de 1712 – Ermenonville, Francia, 2 de julio de 1778). Escritor y Filósofo de origen suizo, reconocido como uno de los más grandes representantes de la Ilustración, aunque paradójicamente sus polémicas ideas lo separaron poco a poco de los máximos pensadores ilustrados. Igualmente es considerado un precursor de Romanticismo.
Sus ideas políticas influyeron en la Revolución Francesa, así como en los movimientos independentistas de Latinoamérica, liderados por Simón Bolívar, quien siempre tuvo la obra de Rousseau como máxima guía política, razón por la cual también es catalogado como uno de los pensadores más influyentes de la Historia.
Primeros años
Jean-Jacques Rousseau nació el 28 de junio en Ginebra Suiza, siendo el único hijo del matrimonio entre Isaac Rousseau y su esposa Suzanne Bernard, ambos de religión calvinista. Jean-Jacques perdió a su madre a los nueve días de nacido, momento desde el cual fue cuidado la mayor parte del tiempo con sus tíos paternos. En 1722, pasó completamente a cargo del hermano de su tío Samuel, debido a que su padre se vio obligado a irse del país, debido a una acusación judicial. Ese mismo año, fue enviado junto a su primo como pupilo del calvinista Lembercier.
A los trece años, en 1725, comenzó como aprendiz de relojero, aunque no concluyó su enseñanza. Más tarde, inició también el aprendizaje como maestro grabador, la cual tampoco finalizó. En 1728, a la edad de dieciséis años, partió para siempre de su ciudad. Un tiempo después de no tener un sitio fijo de residencia, se estableció un tiempo en Annecy, bajo el cuidado de Madame de Warens, una mujer trece años mayor, quien se convirtió en su amante, al tiempo que lo amadrinó en su educación y alentó su pasión por la música. Posteriormente, se trasladó a Lyon, donde trabajó como maestro, y tuvo la oportunidad de conocer a grandes pensadores ilustrados como Diderot, Marivaux y Fontenelle. En esa época también ejercería el oficio del periodismo.
Vida en París
En 1745, regresó a París, donde inició una relación de concubinato con Thérèse Levasseur, una costurera de procedencia humilde, quien no sabía leer ni escribir. De la unión nacieron cinco hijos, los cuales fueron entregados uno a uno, por Thérèse, bajo la influencia de Rousseau, en el hospicio. En sus memorias, Confesiones declararía que las razones que lo empujaron eran de tipo educativo, pues creía que el hospicio no podía ser peor que crecer en el seno de una familia sin educación como la de Thérèse.
Durante su estancia en Francia, Rousseau tuvo la oportunidad de mantener contacto con grandes filósofos como Rameau, D´Alembert, Didedot a quien ya conocía, e incluso Voltaire. A partir de 1750 su nombre se popularizó en la sociedad parisina y en los círculos enciclopedistas parisinos, a raíz de su respuesta ante la Academia Francesa, donde argumenta que las artes sólo conllevan una decadencia cultural. Sin embargo, poco a poco sus polémicas ideas, expuestas en su prolífica obra literaria -en la que se cuentan al menos veintisiete libros- así como el carácter de sus amigos, lo fueron distanciando de este grupo de pensadores ilustrados.
Obra literaria
En 1761 publica su obra Julia, o la Nueva Eloisa, en la cual plantea su postura sobre el arte de la jardinería, al tiempo en que expone su posición sobre la imposibilidad de contemplación que tienen el hombre que se ha desnaturalizado, y cómo esta desnaturalización lo hace buscar un espacio natural, consiguiendo poder construir apenas espacios “artificiales”.
En 1762, edita su Emilio, o de la Nueva Educación, en las cuales expone nuevamente polémicas posturas hacia la educación. En esta obra realiza grandes aportes a la Pedagogía, colocando al hombre como un ser bueno por naturaleza, que necesita ser criado a través de la motivación, la libertad y la práctica, poniendo el acento en los intereses particulares del niño, al tiempo que descarta la estricta disciplina que se practicaba en el momento.
Ese mismo año, 1762, publica su obra más reconocida históricamente, y considerada como uno de los libros más importantes de la Ilustración: El Contrato Social, en el cual expone sus posiciones políticas, planteando que el gobierno ideal es aquel donde el poder reside en el Pueblo. Rousseau no establece si este debe ser una monarquía o una aristocracia, simplemente señala que sea cual fuese la forma de Gobierno este debe obedecer la voz del pueblo. Igualmente indica que la fuerza común hará que las leyes y decisiones, emanadas de esa comunidad de voluntad, sean positivas para todos por igual.
Etapa final
Sus libros e ideas lo hicieron merecedor del rechazo público de inmediato, así como de la oposición de la Iglesia y del Gobierno, llegando incluso a ser desterrado de Francia. Marchó a Suiza, donde fue recibido por Lord Keith. No obstante, en 1765, debe huir nuevamente, luego de que una muchedumbre apedreara su casa.
Se trasladó con su concubina Thérèse a Ingleterra, donde vivió hasta 1767, cuando regresó a Francia usando un nombre falso. En 1768 se casó finalmente con Thèrèse. Dos años después recibió la autorización por parte de Francia de regresar legalmente, siempre y cuando no volviese a publicar ningún escrito.
Rousseau aceptó, dedicándose a leer públicamente sus memorias, las cuales recogió en un libro publicado Confesiones, hasta que en 1772, se le prohibió también, debido a la solicitud expresa de Madame d´Epinay, luego de que esta escuchara lo que Rousseau leía sobre su relación amorosa con ella, quien al mismo tiempo salía con Grimm.
Esto y los ataques verbales que habían esgrimido pensadores como Voltaire sobre él, terminó por alejarlo de la vida pública. Se retiró a su casa donde siguió escribiendo, aunque en vida nunca pudo disfrutar de la fama de su obra, que no obstante un tiempo después inspiró el Romanticismo, convirtiéndose en una de las más importantes de la Historia. El 2 de julio de 1778, falleció de un paro cardíaco, en su residencia en Ermenonville.
Fuente de imagen: swissinfo.ch