El Pensante

Biografía de José Mariano de Abasolo

Biografía - octubre 17, 2016

José Mariano de Abasolo (Dolores, México, 1 de enero de 1789-  Castillo de Santa Catalina, Cádiz, España, 14 de abril de 1816). Militar y líder revolucionario, quien jugó un papel de gran importancia durante la insurgencia revolucionaria independentista de México.

Imagen 1. Biografía de José Mariano de Abasolo

Primeros años

De acuerdo a lo que indican algunas fuentes bibliográficas, José Mariano de Abasolo nació el primer día de enero del año 1789, en el poblado mexicano de Dolores, convirtiéndose en hijo del terrateniente José Abasolo y su esposa Mariela Outón. Debido a la gran cantidad de tierras y dinero que poseía su padre, la infancia de José Mariano de Abasolo se desarrolló como una época llena de comodidades, teniendo también la oportunidad de recibir una de las mejores educaciones con las que se podría contar.

Inicios como independentista

De esta manera, Abasolo ingresa a la Academia militar, en donde en muy poco tiempo logra ascender a Capitán, siendo investido con la responsabilidad de ejercer dicho cargo en el propio regimiento de Dragones de la Reina de España. Sin embargo, durante el ejercicio de su cargo, conoció al prócer Ignacio Allende, quien lo contagió con el espíritu libertario, que buscaba abolir el mandato real, para establecer un gobierno propio y mexicano.

Sin dudarlo mucho, Abasolo participó entonces en la famosa conspiración de Querétaro, la cual tenía como objetivo derrocar al gobierno virreinal, logrando su expulsión y consiguiendo así la Independencia de México. No obstante, la misión de los insurgentes fracaso, y tanto Allende como Abasolo fueron detenidos, junto a otros participantes. Sin embargo, la posición que ocupaban las familias a las que pertenecían, hizo que la reclusión durara poco tiempo.

Conspiración de Valladolid

Un tiempo después, durante el año 1809, Abasolo participó -junto a otros militares de alto rango, entre los que destacan José María Abarca, José María García Obeso e incluso el propio Ignacio Allende- en una larga conspiración que fue tejiéndose a lo largo de los meses de ese año, en la población de Valladolid, ubicada en la actual Morelia, en Michoacán. No obstante, esta conspiración fue nuevamente descubierta, en diciembre de 1809, por las fuerzas reales, originando la dispersión y arresto de muchos de sus participantes. Sin embargo, en el caso de Abasolo no fue detenido, corriendo igual suerte que Allende.

Casa del corregidor Domínguez

En vista de la suerte que habían corrido, Allende y Abasolo no cedieron en su deseo de encontrar una forma que condujera finalmente a derrocar el Gobierno español. De esta forma, se embarcaron en una nueva conspiración, la cual empezó a desarrollarse bajo el amparo de la casa del corregidor Miguel Domínguez, y la cual contaba incluso con la participación de la propia esposa de este político, Josefa Ortiz de Domínguez, así como de Juan Aldama y de Joaquín Arias, ambos reconocidos por su altos rangos militares.

Empero, aun cuando era un movimiento que prometía grandes resultados por el peso político y militar de sus participantes, la conspiración terminó siendo delatada por Joaquín Arias, quien vendió a sus compañeros ante las fuerzas españolas, haciendo que la conspiración se detuviera abruptamente, sin llegar a sus objetivos. Así mismo, la participación de Abasolo no sólo se dio en el terreno militar y político, en donde tuvo gran importancia, sino que también abarcó el terreno económico. De esta forma, Abasolo siempre apoyó a la causa independentista mexicana con grandes aportes económicos, convirtiéndose en una fuente de recursos de gran importancia, lo cual lograba gracias a la posición y tierras que poseía él y su familia.

Participación en el Grito de Dolores

Igualmente, las páginas de la Historia mexicana dan cuenta de la importante participación que tuvo José Mariano de Abasolo en el grito de independencia de este país, conocido como el Grito de Dolores, el cual se produjo la madrugada del 15 de septiembre de 1810, cuando el cura Miguel Hidalgo dio inició a la guerra de la Independencia en México. En esa oportunidad, Abasolo asumió el liderazgo de una de las tropas, la cual cumplió con la Misión de tomar por asalto un arsenal de armas, en poder de las fuerzas reales, a fin de tomarlas en posesión y repartirlas entre los participantes de la insurrección.

Actuación dentro del Ejército insurgente

Así mismo, Abasolo acompañó y participó en la Guerra de Independencia hasta el final. De esta forma, después de haber participado en la toma de San Miguel partió rumbo a Celaya, donde los independentistas consiguieron tomarla sin mayores esfuerzos. Su actuación durante este combate le valió el ascenso al grado de Capitán del Ejército insurgente, sirviendo bajo el mando de su compañero Ignacio Allende, quien había conseguido por su parte el rango de Teniente General.

Posteriormente, Abasolo participó con gran valentía y grandes triunfos en las batallas independentistas, que se produjeron sucesivamente: Toma de la Alhóndiga de Granaditas (Guanajuato, 30 de septiembre de 1810);  Valladolid; en Acámbaro, en donde Abasolo recibió el cargo de Generalísimo; Monte de las Cruces; Aculco y finalmente en la batalla de Puente de Calderón, en donde las tropas independentistas, bajo el mando de Hidalgo, fueron derrotadas inevitablemente por las fuerzas realistas, las cuales contaban con el mando del general Félix María Calleja, quien en vista de su victoria sobre los insurgentes, sería posteriormente premiado con el cargo de Virrey.

Arresto y años finales

No obstante, la derrota de las tropas insurgentes no significó su captura inmediata. En este sentido, la Historia registra que los generales independentistas se desplazaron, con Hidalgo al frente, rumbo al norte mexicano, con la intención de reagrupar fuerzas, en incluso conseguir sumar a sus tropas más combatientes. Sin embargo, el 21 de marzo de 1811, cuando se encontraban Acatita de Baján (actual estado de Caohuila) las tropas reales lograron la captura de los máximos líderes del movimiento independentista mexicano, entre quienes se encontraba José Mariano de Abasolo.

Debido a los hechos ocasionados por estos independentistas, Hidalgo, Jiménez y el gran compañero de Abasolo, Ignacio Allende, fueron sentenciados a muerte, fusilándolos al poco tiempo de su presidio. Sin embargo, Abasolo no corrió con esta suerte, sino que fue trasladado a España como prisionero de la corona, en donde fue destinado al Castillo de Santa Catalina, en la ciudad de Cádiz, en donde viviría los últimos años de su vida, hasta perder la batalla contra una tuberculosis que le robó la vida finalmente el 14 de abril de 1816, pereciendo en la celda en donde fue confinado desde su llegada a su sitio de reclusión.

Imagen: wikipedia.org