Joseph Lister (Upton, Essex, Inglaterra, 5 de abril de 1827 – Walmer, Kent, 10 de febrero de 1912). Médico Cirujano y Científico de origen británico, conocido como fundador de la Medicina antiséptica y uno de los pioneros de la revolución quirúrgica, a través de la implementación de métodos preventivos, que lograron reducir los riesgos de infección, haciendo que procedimientos que anteriormente desencadenaban en gangrena o muerte, se convirtieran en simples rutinas quirúrgicas.
Primeros años
Lister nació en el seno de una familia cuáquera muy próspera, el 5 de abril de 1827 en Upton, Essex, en Inglaterra. Fue el segundo hijo del matrimonio entre Joseph Jackson Lister y su esposa Isabel de Harris. Su padre, Joseph se dedicaba al comercio de vinos, aunque también sentía gran curiosidad por la ciencia, incluso llegó a ser elegido como miembro de la Royal Society por su descubrimiento del lente acromático. Desde temprano, Joseph instruyó a Lister en los conocimientos científicos y en el uso de los microscopios.
Lister cursó sus estudios formales en dos centros de enseñanzas cuáqueros. En la adolescencia ya manifestaba su interés por la anatomía comparada, inclinándose a estudiar cirugía. En Londres tomó un curso de Artes en la Universidad College, y en 1848 se matriculó en la Facultad de Medicina, de donde se graduó con honores en 1852. Se colegió en Hospital University College y en el Colegio Real de Cirujanos. En 1853, se trasladó a Edimburgo, donde comenzó como asistente del cirujano James Syme, una eminencia del campo quirúrgico de la época, con cuya hija se casó en abril de 1856. Su matrimonio con una mujer no cuáquera lo obligó a dejar esta religión, y unirse a la Iglesia Episcopal Escocesa. No tuvieron hijos. Sin embargo, su esposa también sentía gran pasión por la Ciencia, lo acompañó en su trabajo.
Métodos antisépticos
En octubre de 1856 fue designado cirujano en el Hospital Real de Edimbrugo. Cuatro años después, en 1860 se mudó a Glasgow, donde fue elegido rector de la cátedra de Cirugía de la Universidad de Glasgow. Un año después ingresó a trabajar como cirujano en el Glasgow Royal Infirmary, donde se le designó como jefe de sala, en un nuevo anexo, construido con la finalidad de que los niveles sepsis disminuyeran en gran medida al realizarse las cirugías en un lugar nuevo. No obstante, el hospital no logró su cometido. Según un informe, escrito por el mismo Lister, alrededor de 50% de los pacientes intervenidos murieron por infección entre 1861 y 1865. Fue allí donde Joseph Lister comenzó sus experimentos con técnicas de antisepsia.
Lister se había interesado con anterioridad en el proceso natural de la coagulación de la sangre, así como en el papel de los vasos sanguíneos, durante las primeras etapas de la infección, los cuales había observado detenidamente a través del microscopio. Lister intentaba aplicar sus observaciones en el tratamiento de heridas. Concluyó que la inflamación y la formación de pus eran etapas correspondientes al proceso de putrefacción. Familiarizado con las teorías de Pasteur, sobre la implicación directa de gérmenes en la fermentación, la putrefacción y la enfermedad, Lester creyó que la forma de combatir la sepsis estaba relacionada con el ataque a estos gérmenes dentro de la herida, por lo cual decidió probar una sustancia llamada ácido carbólico, el cual era usado para limpiar albañales, y que desde 1863 era aplicado de forma informal por algunas personas sobre las heridas. Lester decidió probar con la sustancia, extendiendo su uso al cuerpo del paciente, pero también a las manos del médico, así como los instrumentos quirúrgicos. Los resultados fueron asombrosos, logrando que las cifras de sepsis se redujeran a sólo 15 %, entre 1865 y 1869.
En 1867 presentó los resultados de sus estudios sobre el tratamiento de fracturas abiertas y abcesos ante la Asociación médica británica; en 1868 lo expuso ante la Sociedad Médico-Quirúrgico de Glasgow; y en 1867 publicó las conclusiones de sus estudios en un texto que tituló On the Antiseptic Principle in the Practice of the Surgery. El mundo médico dividió sus opiniones, y mientras algunos se sumaron a seguir sus descubrimientos, otros sin embargo los tildaron de innecesarios. En 1870, Lister publicó un estudio estadístico donde demostraba cómo se había logrado una reducción de más del 30% en los casos de asepsia. Varios médicos en distintas latitudes comenzaron a poner práctica sus conclusiones.
Reconocimientos y años finales
En 1877 tuvo la oportunidad de demostrar el éxito de la aplicación de sus métodos asépticos cuando, el 26 de octubre, logró operar una rótula fracturada, consiguiendo que el paciente superara con éxito un proceso postoperatorio, que hasta ese momento, en la mayoría de los casos habría degenerado en una grave infección y posiblemente en la muerte. En 1892, su esposa falleció y un año después, con la satisfacción de ver resultados positivos de los métodos antisépticos en varias partes del mundo, se retiró de la cirugía.
En 1895 fue electo como Presidente de la Roya Society, cargo que ocupó hasta 1900. Así mismo, en 1897 recibió el título nobiliario de Barón y en 1902 ingresó como uno de los 12 primeros miembros de la Orden del Mérito. Igualmente, el género de microorganismos “Listeria” fue bautizado en su honor. Incluso productos actuales como la marca comercial de enjuague bucal “Listerine”, lleva este nombre en su memoria.
Joseph Lister falleció en Walmer, Kent, Inglaterra, el 10 de febrero de 1912. Su restos fueron llevados a la Abadía de Westminster. Sus aportes, aunque los métodos de asepsia han cambiado en la medicina desde entonces, se tradujeron en millones de vidas salvadas, por lo que es catalogado también como uno de los científicos más influyentes de la Historia.
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