Historia de Mehmed el Conquistador

Fue conocido por sus arrebatos de ira y apariencia hostil, pues a medida que ganaba poder fue cambiando su apariencia física dejándose crecer nos largos bigotes “que al colgar escondían sus gruesos y rojizos labios, dándole, junto a una nariz aguileña, un aspecto de lo más siniestro.” También tenía la costumbre de disfrazarse y mezclarse entre sus hombres para escuchar sus conversaciones: condenado era aquel que osara decir alguna palabra disonante contra el sultán porque lo más probable era que recibiría un castigo cruel.

En una ocasión tenía pensado en empalar a uno de sus almirantes por haber dejado escapar a un barco bizantino, después de ruegos y súplicas de los demás hombres, el sultán cambió el castigo por uno ‘menos cruel’ y optó por castigarlo personalmente azotándolo, dejando al hombre casi muerto.

Legalización del fratricidio

Ya tenemos una entrada en este portal hablando sobre esta tradición que gobernó durante mucho tiempo el Imperio Otomano (La Jaula de Oro de los Otomanos), pero hoy vamos hablar de la persona responsable de instaurar la ley, pues anteriores sultanes justificaban el asesinato como medidas necesarias para mantener el orden, mas jamás se había cobijado aquellas muertes como algo que dictaba la ley.

Fue así como el Sultán al ascender al trono estableció una nueva legislación que promulgaba que todo nuevo sultán debía matar a sus hermanos varones “con el noble fin de evitar insurrecciones y guerras civiles. Para sortear la prohibición religiosa del asesinato, dejó claro que el sultán no podía participar directamente en la ejecución.”

A Mehmed se le acusaba de haber asesinado a su hermano, y tal vez temeroso de que alguien hiciera lo mismo con él mandó a matar a su hermano pequeño, que para aquel entonces no era más que un bebé. Ordenó que al pequeño lo ahogaran en aguas perfumadas de la bañera, y luego al asesino de su hermano lo mandó al cadalso y a la madre del niño la obligó a casarse con un esclavo.

El nacimiento de Mehmed el conquistador

Decidido a apoderarse de Constantinopla, partió hacia ella en 1452 y construyó una fortaleza al lado del Bósforo: la idea era impedir la entrada de suministros a la ciudad. El asedio comenzó el 6 de abril de 1453 haciendo uso de artillería con el objetivo de derribar los muros que protegían el lugar, la invasión duró un total de 6 semanas, hasta que las tropas finalmente lograron penetrar el sitio el 29 de mayo de 1453.

El primer sitio al que entró el sultán fue a la iglesia de Santa Sofía, la cual fue transformada rápidamente en Mezquita: cuando el conquistador estuvo al frente del edificio tomó un poco de tierra que se puso en el turbante como señal de humildad ante Dios. Y como primera muestra de su poder rebautizó la ciudad con el nombre de Estambul, convirtiendo el sitio en el centro político, económico y social de los territorios que había dominado.

La batalla y la guerra dejó a muchos muertos en la ciudad llamada antes Constantinopla: 5.000 ciudadanos de todas las condiciones, y el resto de la población, casi 50.000 personas, fueron reducidas a la esclavitud. A los nobles que no pudieron huir del asedio los mandó a ejecutar y reunió sus cabezas sobre una mesa para humillarlos públicamente, el sultán fue llamado como como Hunkar, que significa bebedor de sangre, un apodo que no le molestó y quiso vivirlo en sus actos.

Su influencia en el ejército Jenízaro

Hay una leyenda que cuenta que el sultán Mehmed II se enamoró de una bella esclava cristiana griega llamada Irene o Hyrin: su devoción a la mujer hizo que descuidara sus deberes como militar, fue así como los Jenízaros aprovecharon la oportunidad para amotinarse. Oyendo los gritos y el alboroto de los hombres, el sultán salió a poner orden al asunto y lo sucedido dejó a más de uno anonadados.

Hizo salir a la mujer y la desnudó delante de los hombres, luego la forzó arrodillarse y con un tajo certero de espada le cortó la cabeza, rociando de sangre a los soldados de las primeras filas: “Mi espada puede segar hasta los lazos del amor”, dijo el sultán a los jenízaros enmudecidos de espanto. “¡Confiad en mi espada!”.

Su admiración por Vlad Tepes

En 1461 emprendió una campaña militar contra otra de las personas conocidas por sus actos de crueldad, el rey de Vlad de Valaquia, a quien conocemos como el Empalador o, mejor, como Drácula. El sultán se sentía bastante admirado por la forma del rey de finiquitar a sus enemigos, pues a los mensajeros turcos que habían enviado les clavaron sus turbantes a sus cabezas porque se negaron a descubrirlas.

El rey Vlad también empaló a miles de prisionero turcos. Mehmet “lanzó elogios hacia ese acto asesino, afirmando que un ser capaz de tales acciones sería difícil de vencer. Aunque, obviamente, esta admiración por las crueldades de Vlad no impidió que le diese muerte.”

Muerte del sultán y su legado

Para el mundo islámico, el sultán Mehmed fue un héroe debido a sus conquistas, en especial la antigua ciudad de Constantinopla, un suceso que para el mundo católico de aquellos tiempos fue considerado como una afrenta. Hay dos historias que hablan sobre la causa de la muerte del sultán: la primera dice que el sultán murió a causa de la gota y otra que fue uno de sus médicos de cabecera quien lo envenenó.

Fuentes:

1. https://elpais.com/cultura/2019/06/04/actualidad/1559653825_825282.html
2. https://es.wikipedia.org/wiki/Mehmed_II#Esposas_y_concubinashttps://elpais.com/diario/2005/11/06/eps/1131262011_850215.html

Imágenes: 1: wikipedia.org, 2, liceomagazine.com, 3: hitlerparody.fandom.com