Debido a sus intentos de recuperar la grandeza y los territorios de la que había gozado Roma hasta los tiempos de la Teodosio I, para lo cual dio inicio al período conocido históricamente como renovatio imperii romanorum, marcado por grandes batallas militares y la construcción de grandes construcciones. Constituye una de las figuras más importantes de la antigüedad y el último emperador nacido bajo el idioma Latín. Igualmente es venerado como santo por la iglesia ortodoxa y algunos grupos luteranos, siendo su día el 14 de noviembre, siendo catalogado además como uno de los más importantes emperadores de la Historias.

Vida temprana y asunción al trono

Justiniano I nació en la antigua ciudad de Tauresio, ubicada en Macedonia, el 11 de mayo del 483 d.C, en el seno de una familia muy humilde, de origen tracio o ilírico, cuya lengua materna habría sido el Latín. Al parecer su madre, Vigilantia, era hermana de Justino, miembro de los Excubitores, guardia imperial, quien llegó a ser emperador en el año 518 d.C. Desde temprano, Justino adoptó a su sobrino Flavius Petrus, llevándolo con él a Constantinopla, donde se preocupó por brindarle una buena educación.

En agradecimiento, Flavius Petrus tomó el nombre de Justiniano. Estudió jurisprudencia, historia y teología, y se cree que sirvió un tiempo en las tropas de los Excubitores. Sirvió de especial apoyo a su tío Justino en su asunción al trono como emperador en el 518 d.C, después de la muerte del emperador Anastasio I, quien no tenía hijos. Desde entonces se mantuvo a su lado, sirviendo de confidente, y algunos dicen que también como gobernante.

En el año 521 fue designado como Cónsul.  En el año 525 d.C Justiniano contrajo matrimonio con Teodora, quien sería una de sus principales confidentes y colaboradoras, hasta su repentina muerte en el año 548 d.C. El 1 de abril del 527 d.C fue nombrado por el mismo Justino como Cooemperador. Luego de la muerte de su tío, ocurrida el 1 de agosto de 527 d.C, Justiniano I asumió completamente el cargo de Emperador.

Gobierno

Su mandato se distinguió por ser un gobierno sumamente activo. Él mismo era conocido como “el emperador que nunca duerme”. Igualmente, marcó pauta, rodeándose en su gobierno con gente de gran capacidad, independientemente de su origen aristocrático o no, instaurando un nuevo régimen de meritocracia. No obstante, las primeras medidas de Justiniano ocasionaron un gran movimiento de oposición, que condujo a los disturbios de Niká, ocurridos en el año 562 d.C, con la finalidad de derrocar a Justiniano I, y que terminaron con la total represión a los rebeldes,  en la que murieron alrededor de treinta mil ciudadanos, mientras que veintiocho de los sobrinos del antiguo emperador Anastasio fueron también ejecutados, gracias a la presión de Teodora. Constantinopla quedó desvastada, dándole la oportunidad a Justiniano de edificar nuevas construcciones, entre las que se encuentra la Iglesia de Santa Sofía.

Campañas militares

Así mismo, uno de los rasgos más significativos su gobierno fue el desarrollo de grandes campañas militares, cuyo objetivo era recuperar los territorios perdidos del gran imperio romano durante el siglo V. A diferencia de otros emperadores y líderes, Justiniano no participó personalmente, para lo cual encomendó a su general Belisario. En este sentido, la primera guerra con la que tuvieron que hacer frente fue contra el Imperio Sasánida, cuyos conflictos con Constantinopla los habían heredado del mandato de Justino. Finalmente, en el 532, Justiniano logró firmar un tratado de paz, conocido como la Paz Perpetua, con el nuevo rey Cosries I, con lo que logró sellar la paz en los límites orientales del imperio, y dirigir su atención hacia occidente. En el año 534, después de una ardua campaña militar, lograron arrebatarles los antiguos territorios romanos, ubicados  al norte de África al reino vándalo.

Al año siguiente el imperio de Justiniano I emprendió la lucha contra el reino ostrogodo, quienes se habían apoderado de Italia, a fin de recuperar estas tierras para el imperio bizantino, a fin de restaurar el imperio romano. En el año 540, el imperio bizantino logró su victoria en este conflicto, llamado Guerra Gótica. No obstante, no fue hasta el 554 d.C que Italia se reintegraba al Imperio romano. En el año 541 d.C su imperio marchó contra  el reino visigodo, quien se encontraba en poder de la provincia de Spania, en la franja sureste de la Península Ibérica, logrando la victoria plena y la recuperación del territorio finalmente en el 554 d.C., obteniendo el control pleno hasta las orillas del Mediterráneo.

Corpus Iuris Civilis

Justiniano es recordado también por ser propulsor de la codificación del Derecho Romano, el cual fue plasmado en el 529 dentro del Corpus Iuris Civilis, conformado por las leyes imperiales, recogidas por el Código Justiniano;  los dictámenes jurídicos englobados en el Pandectas y el libro Instituciones, libro para la enseñanza del Derecho. En la actualidad, todavía es estudiado por los especialistas en Derecho, por constituir el primer paso hacia la instauración de una cultura jurídica, a través de la racionalización de las leyes. Igualmente, logró la unificación religiosa de su imperio.

Años finales

No obstante no fue un emperador popular, sobre todo a partir del año 542 d.C cuando su territorio fue azotado por una fuerte epidemia, que se presume pudo ser un brote de peste negra, lo cual se tradujo en el empobrecimiento de la población. Murió en Constantinopla, 13 de noviembre de 565 d.C, noticia que fue recibida con alegría por el pueblo. Al poco tiempo Bizancio perdió la mayoría de los territorios recuperados, convirtiéndose definitivamente en un imperio oriental. No obstante su reinado tuvo un impacto mundial, escribiendo un nuevo capítulo para el imperio bizantino y la iglesia ortodoxa.

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