Lucas Alamán (Guanajuato, México, 18 de octubre de 1792 – Ciudad de México, México, 2 de junio de 1853). Político, escritor e historiador mexicano, quien contribuyo de forma importante en la vida intelectual de su país, desde la fundación de importantes medios impresos hasta la escritura de obras histórica de gran relevancia.
Primeros años
De acuerdo a lo que señalan sus biógrafos, Lucas Alamán nació el 18 de octubre de 1792, en Guanajuato, México, convirtiéndose así en hijo de Juan Vicente Alamán y doña María Ignacia de Escalada y Madroñero, quienes a pesar de su ascendencia noble (su madre era pariente de los marqueses de San Clemente) venían de padecer una gran pobreza, de la cual sin embargo superaron eventualmente, convirtiéndose en una familia próspera y adinerada, que pudo en su momento ofrecerle la mejor educación a su hijo.
Estudios académicos
En este sentido, sus biógrafos también indican que Lucas Alamán cursó su educación formal en el Real Colegio de Minas de la Nueva España, institución en donde ingresaban los hijos de las familias más influyentes de la sociedad colonial, y en la que Alamán comenzó desde muy temprano a mostrar su gran inteligencia, destacándose sobre todo en áreas científicas, como la Física, la Química y la Botánica.
Así mismo, la posición social de su familia le permitió en su momento viajar a varios lugares del mundo, en donde continuó su formación intelectual, al tiempo en que ejercía las funciones de diplomático o científico. No obstante, entre los muchos viajes realizados por este erudito mexicano, destaca especialmente el realizado en 1814, momento en el cual visitó España, específicamente la ciudad de Cádiz, en donde se codeó con algunas importantes figuras de la política española.
Inicios en la Política
De esta manera, las relaciones exclusivas que manejaba desde su juventud, así como la posición social de su familia y su gran formación intelectual le abrieron los horizontes en el campo político, consiguiéndole distintos cargos y responsabilidades. Fue así como en el año 1821, apenas unos meses antes de que concluyera la Guerra de Independencia Mexicana, Lucas Alamán se había estrenado como Diputado por la Provincia de Galicia, bajo el auspicio del parlamento nacional español.
Embestido con su cargo, Lucas Alamán viajó a España, a fin de asumir sus responsabilidades. Fue durante este viaje en donde se entregó a la escritura del que es tal vez –según sus biógrafos- uno de los textos más importantes de su carrera como político: Ensayo sobre la decadencia de la minería en la Nueva España, el cual además de ser testimonio material de su conocimiento sobre el tema, inspiró a la Junta Provisional Gubernativa que sobrevendría a tomar cartas en el asunto, en cuanto a este aspecto.
Así mismo, Lucas Alamán es identificado por los historiadores como uno de los políticos de mayor ímpetu conservador de la historia mexicana, pensamiento que se manifestó en varias de sus obras y acciones políticas. En este sentido, por ejemplo, desde muy joven Alamán era partidario de que España abandonara el gobierno monárquico, constituido por un Rey, para ejercer definitivamente la figura de Imperio, a fin de que enviara a sus príncipes a tomar el control definitivo de sus reinos en América, como por ejemplo la Nueva Granada, el virreinato del Perú y el propio México.
Regreso a México
Durante algún tiempo Alamán estuvo dedicado a la industria de la minería, ámbito en donde destacó como fundador de la Compañía Unida de Minas, la cual se encargó de administrar y explotar una mina ubicada en el Cerro del Mercado. No obstante, cuando la Nueva España hubo obtenido su Independencia, Lucas Alamán decidió que era hora de abandonar Londres para dirigirse a su México natal, a fin de volver a su actividad política. Hecho tomado como una gran decisión, pues desde entonces llegó a ser uno de los políticos con mayor influencia.
En este sentido, Lucas Alamán destaca también como uno de los fundadores del Partido Conservador Mexicano, del cual fue fiel militante de por vida. Así mismo llegó a ser nombrado Ministro del Interior y Relaciones Exteriores, cargo que desarrolló desde 1823 hasta 1825, momento histórico posterior al derrocamiento del Emperador Agustín de Iturbe. Igualmente, a partir de 1829 cumplió con la importante función de formar parte de la breve Junta de Gobierno. Sin embargo, luego de la pérdida por parte de México de cientos de miles de kilómetros de su territorio en manos de los Estados Unidos, Alamán se sintió tan decepcionado que decidió separarse de la política, aun cuando mantuvo su participación en la Junta de Fomento de la Industria, desde la que veló por los intereses de su país hasta el fin de sus días, así como el ejercicio del cargo de Gobernador de México en 1849 y de Secretario de Relaciones Exteriores en 1851.
Carrera como escritor
Igualmente, Alamán tuvo una carrera prominente en el ámbito de la Historia y las Letras, destacando entre su principales obras, el texto Disertaciones sobre la Historia de la República Mejicana (publicados entre 1844 y 1849 en sus tres volúmenes) así como sus cinco tomos de Historia de Méjico (editados entre 1849 y 1852); obras estas de gran importancia para la disciplina histórica de este país, aun cuando sus críticos han destacado que la lectura de Lucas Alamán se hace desde un punto de vista conservador, lo cual puede restar objetividad a su óptica.
También, este intelectual mexicano destaca como fundador de importantes periódicos, entre los que resaltan El Universal y El Tiempo, impresos que sirvieron como eficientes medios de difusión del Partido Conservador Mexicano. De igual forma, Lucas Alamán cumplió un importante papel como fundador del Archivo General de la Nación y del Museo de Historia Natural de la Ciudad de México, acciones que lo convierten en uno de los hombres más valiosos de la intelectualidad mexicana.
Últimos años
Durante sus últimas décadas, Lucas Alamán no abandonó sus esfuerzos por fortalecer la industria mexicana, convencido de que éste era el camino al progreso, razón por las cual algunos de sus biógrafos han señalado que Alamán fue un ferviente conservador en el campo político, pero que en lo que refiere el campo intelectual y comercial puede sr considerado un gran progresista. Finalmente, el 2 de junio de 1853, en la Ciudad de México, este importante hombre de la vida política, económica e intelectual de México perdió la batalla contra una Neumonía, dejando tras de sí un legado único en la historia de su país.
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