Mencio es reconocido por haber dedicado su vida a predicar, pensar y renovar los conceptos previamente instaurados por Confucio. Se le atribuye la escritura del Mengzi, libro que constituye un de los cuatro textos pilares del neoconfucianismo. Es catalogado como uno de los filósofos más importantes e influyentes de la Historia.

Vida personal

De su vida poco se conoce, siendo la fuente principal de información la biografía escrita por el antiguo historiador chino Sima Qian, quien la recoge en su obra Actas del Gran Historiador (Shiji). Según Qian, Mencio habría nacido en el año 372 a.C en el pequeño Estado de Zou, ubicado en el actual Shan-tung. Mencio habría vivido en la época de los Reinos Combatientes, período en el que China no se encontraba unificada en un solo territorio, sino que estaba dividida en estados que pretendían el poder y combatían entre ellos por el dominio de los territorios. De la misma forma se le atribuye un origen noble. Según la tradición, Mencio habría recibido su formación de manos del nieto de Confucio, Tzu-ssu, aunque otros historiadores señalan este dato incorrecto. Así mismo existe un debate histórico en cuanto a si llegó o no a ser realmente un ministro del estado de Qi.

En una época caracterizada por la turbulencia de las constantes guerras, Mencio, al igual que la mayoría de los filósofos contemporáneos a él, se interesó en cómo el gobernante debía ser conscientes de los límites morales a la hora de ejercer el poder, lo cual se lograba a través de la tradición, las prácticas religiosas y la responsabilidad sobre los súbditos. Se dedicó a viajar por toda China y entrevistarse con numerosos príncipes y nobles, a fin de difundir sus ideas y concepciones teológicas, políticas, humanas y sociales.

El Mengzi

Sus preocupaciones filosóficas están recogidas en un texto conocido como Mengzi, en el cual se encuentran registrados en forma de diálogo sus distintos encuentros con varios gobernantes, los cuales tuvieron lugar en su vejez. No obstante, existe un debate histórico sobre su verdadera autoría, pues mientras la mayoría de los especialistas señalan que el texto sí fue escrito casi en su totalidad por Mencio, y terminado por sus discípulos inmediatamente después de su fallecimiento, existe un grupo que piensa que fue completamente escrito por sus discípulos después de la partida física de este filósofo. No obstante la controversia sobre su autoría es mucho menor que la existente sobre las Anacletas de Confucio. Actualmente, su Mengzi o Libro de Mencio forma parte de los Ssú Shu (Cuatro Libros) del neoconfucianismo, junto al Lun Yu, el Ta Hsüeh y en Chung Yung.

Enseñanzas

Básicamente, en su filosofía, Mencio plantea la naturaleza bondadosa del hombre, la cual tiene dos opciones: la de cultivarse a través de la disciplina que conlleve una buena conducta; o la de perderse a través de los vicios, aunque no por completo. Mencio señala que dentro del corazón de todos los seres humanos se encuentran cuatro sentimientos: compasión, vergüenza, respeto y modestia, y el sentimiento de los que está bien y mal, los cuales son los que van guiando al hombre por el buen camino.  Para este filósofo el centro del pensamiento y del autocultivo en el hombre es el Xin, que puede traducirse como el órgano del corazón – mente, donde todo comienza y termina. A la luz de su doctrina, en la medida que los cuatro sentimientos que residen en el Xin sean cultivados, el hombre desarrrollará las virtudes de la bondad, la rectitud, la convivencia y la sabiduría.

En cuanto a sus ideas políticas, Mencio pensaba que el Gobernante tenía la obligación de originar las condiciones más idóneas para el desarrollo de sus súbditos, a fin de que estos pudiesen asegurarse los modos de subsistencia, en base a una producción de alimentos abundante y constante, para luego ser orientados en el cultivo de la rectitud. Razones que además llevarían al pueblo a seguirle.

Igualmente, el pensamiento de Mencio se distingue por ser tempranamente democrático, otorgándole máxima importancia al pueblo y su voluntad. En este sentido, se aleja un poco del Confucianismo original, quien daba máxima importancia al gobernante. Mencio más allá de colocar el acento en el pueblo, llega incluso a señalar que éste tiene el completo derecho de deponer o eliminar a aquel gobernante que ignore sus necesidades y los gobierne con dureza, pues esto indicaría que no es un gobernante. No obstante, consideró que no existe una guerra que sea justa, y la única forma de ella que justificó fue la defensiva.

Igualmente, Mencio propone un sistema utópico de convivencia basado en un “comunismo agrario primitivo”, que llama jingtian (que puede traducirse literalmente como “campo en forma de pozo”) el cual estaría dividido en nueve partes, otorgándoseles ocho a las familias para su cultivo, mientras uno sería trabajado en beneficio del príncipe gobernante. Para Mencio aquellos que cultiven el mismo jing sellarán entre sí la unión, el amor y la armonía. Este pensamiento influyó notablemente las corrientes marxistas durante el siglo XX, las cuales no dudaron en señalarlo como una forma de comunismo primitivo.

Legado

Se cree, de acuerdo a las fuentes históricas, que Mencio falleció en el Estado de Zou, perteneciente a la península de Sandong, al noreste de China, en el año 372 a.C. Sus ideas no fueron reconocidas por sus contemporáneos, no obstante años después fueron redescubiertas y altamente valoradas, influyendo notablemente en la conformación del neoconfucianismo. En la actualidad es considerado el filósofo más importante de esta disciplina, después de su fundador, Confucio.

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