Se cree que el mayor crédito que tiene este intelectual boliviano como escritor es concebir una obra que sirvió de umbral o transición entre el romanticismo hispanoamericano y el realismo. Así mismo, aun cuando su obra escrita es de evidente inclinación histórica, Nataniel Aguirre logra alejarse del memorialismo colonial y la simple reconstrucción histórica, elevando su prosa a una rica e inteligente trama, de gran manejo literario.

Primeros años

De acuerdo a la mayoría de sus biógrafos, Nataniel Aguirre nació el 10 de octubre de 1843, en la Hacienda Huayllani, ubicada en Cochabamba, Bolivia, convirtiéndose así en el cuarto de cinco hermanos, hijos del matrimonio entre Miguel María de Aguirre, hombre formado en finanzas y dedicado a la política, y su esposa María Manuela González de Prada.

Cuando, Nataniel Aguirre contaba con solo tres años de edad perdió a su madre, por lo que tuvo que crecer junto a sus hermanos, bajo el cuidado de su padre. En 1857, a la edad de catorce años, se gradúo de bachiller. Debido a la carrera política de su padre, Nataniel Aguirre estuvo en contacto desde muy temprana edad con figuras de las altas esferas del poder en su país. Así conoció a Margarita de Achá, hija del mandatario José María Achá, con quien se casó el 30 de marzo de 1864, una vez hubo culminado sus estudios de Derecho en la Universidad Mayor de San Simón. Tal como había sido su familia paterna, la de Nataniel se distinguió también por contar con numerosos hijos, llegando a tener nueve.

Carrera de Abogado y Político

Este intelectual boliviano comenzó su carrera por la puerta grande, pues una vez graduado de Abogado, comenzó a ejercer el cargo de Secretario de la Delegación Boliviana en Lima, Perú, por lo que se trasladó a este país. Estando en Perú, es recibido por su familia materna, González Prada, quienes se encargan de vincularlo con los círculos de la política peruana. Igualmente, pudo codearse con la flor y nata de la intelectualidad peruana.

No obstante, su suegro José María Achá es derrocado por Mariano Mergarejo, un militar que tras darle un golpe de Estado al presidente constitucional, decide instaurar una dictadura. Nataniel Aguirre decide regresar rápidamente a Bolivia, y unirse a las fuerzas de Achá contra el tirano, teniendo oportunidad de participar personalmente en varias batallas, entre las que destaca el Combate de Cantería.

Posteriormente, en 1871, tras el fallecimiento de Agustín Morales, protagonista también de una dictadura, Aguirre tiene la oportunidad de participar, como diputado por la provincia de Chapare,  en la Asamblea Constituyente que tiene lugar ese año, destacando por sus fervientes debates, donde se puede ya entrever su clara inclinación liberal. Así mismo, en 1872, funge como miembro del Consejo de Estado, del presidente Tomás Frías, y siete años después, en 1879 sirve como Prefecto de su localidad natal, Cochabamba. Sin embargo, estaría apenas unos pocos meses en el poder, pues ese mismo año, al mando del escuadrón Vanguardia, marchó a defender a su patria en la Guerra del Pacífico.

En 1880 regresa nuevamente a ejercer cargos de gran responsabilidad. En principio fue sobre sus hombros donde pesó la responsabilidad de dirigir la Convención que ratificó en el poder a Narciso Campero, quien en correspondencia designó a Nataniel Aguirre como Ministro de Guerra, y posteriormente asume el cargo de Canciller, en donde una de sus más relevantes hazañas es la de firmar el Pacto de Tregua con Chile, el cual se acuerda definitivamente en 1884.  Al año siguiente funda en Partido Liberal de Bolivia, Aguirre defendía la Reforma Agraria y creía fervientemente en la inclusión de la población indígena a la vida de la Patria, razón por la que se considera un político avanzado para su época.

Carrera literaria

Así mismo, Nataniel Aguirre desarrolló, en paralelo a su carrera política, su vocación por las Letras. De esta forma, incluso mientras se encontraba estudiando, tuvo la oportunidad de fundar en 1862 su primer diario El Independiente, publicación en donde participaba como columnista. Así mismo en 1864 se inicia como dramaturgo, trayendo al mundo la obra Visionarios y mártires, en donde ya demuestra su inclinación a la obra histórica, al plasmar la historia de los patriotas Manuel Ubalde y Gabriel Aguilar.

Igualmente, en la década transcurrida entre 1874 y 1883, Aguirre produce varios ensayos, considerados en la actualidad como un baluarte de las letras peruanas. Así mismo, se desarrolló como poeta y cuentista. También incursionó en el género del drama romántico, en donde destacan obras como Visionarios y Mártires (1865). Finalmente, ya hacia el final de su carrera escribió también novelas, género en el que destacó con obras como Floriana y La Quintañona.

Sin embargo, su creación más destacada sería la novela Juan de la Rosa, descrita como las “memorias del último soldado de la Independencia”, y que lo catapultó a la fama y la admiración por parte de los intelectuales y escritores bolivianos, debido a su técnica narrativa, así como por el trato literario que este autor le da a unos de los episodios más importantes de Cochabamba.

Años finales

Finalmente, mientras se encontraba rumbo a Brasil, a donde se dirigía para cumplir con funciones diplomáticas, Nataniel Aguirre falleció en la ciudad de Montevideo, capital uruguaya, el 11 de septiembre de 1888, a la edad de cuarenta y cuatro años. Sus restos descansan actualmente en un mausoleo del Cementerio General de Cochabamba.

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