Rafael María Baralt y Pérez (Maracaibo, Capitanía General de Venezuela, 3 de julio de 1810 – Madrid, España, 4 de enero de 1860). Historiador, Filólogo, Escritor, Poeta, Filósofo, Crítico Literario, Ingeniero, Diplomático y Político de origen venezolano, reconocido como el primer hispanoamericano en obtener un sillón de número dentro de la Real Academia Española. Igualmente, en 1832, se convirtió en el primer graduando de la Academia Militar de Matemáticas de su país. Sus aportes más importantes los realizó en el área de la Poesía y Filología, esta última donde resalta por ser el autor del primer Diccionario de galicismo del Español.
Rafael María Baralt nació el 3 de julio de 1810, en la ciudad de Maracaibo de la Capitanía General de Venezuela, que se encuentra ubicada en el actual estado Zulia del territorio de la República Bolivariana de Venezuela. De esta forma, en pleno proceso independentista, se convirtió en el hijo del coronel Don Miguel Antonio Baralt y su esposa, doña Ana Francisca Pérez. Su padre era venezolano, y su madre provenía de República Dominicana. La inestabilidad política producto del proceso emancipatorio que comenzaba a vivir esta patria latinoamericana obligó a la familia Baralt y Pérez a trasladarse a la capital dominicana, Santo Domingo, cuando Rafael era apenas un niño. Transcurridos once años, en 1821, decidieron regresar, radicándose nuevamente en Maracaibo, ciudad donde Rafael viviría los siguientes seis años de su vida.
Llegado el año 1827, se trasladó a la ciudad de Bogotá, en Colombia, a fin de continuar con sus estudios superiores. El viaje lo realizó en compañía de su tío Luis Baralt. Llegado a la capital colombiana, Rafael ingresó en la Universidad Santo Tomás, donde obtuvo su título de Bachiller en 1830, después de haber cursado y aprobado sus estudios de Latín y Filosofía. En 1835, de regreso a su Patria, Venezuela, la cual se encontraba en proceso de separación de la Gran Colombia creada por Simón Bolívar, Rafael María Baralt comenzó su activismo político, erigiéndose en un fuerte rival de los reformistas. Igualmente continuó sus estudios universitarios, ingresando a la Academia Militar de Matemáticas, de donde se graduó como Ingeniero dos años después. Dentro de la milicia venezolana llegó a ascender el rango de Capitán de Artillería, así como a ocupar un importante cargo en el Ministerio de Guerra venezolano.
Principal obra intelectual
Igualmente, incursionó en el área editorial y de la escritura. En 1829, se desempeñó como redactor del periódico local El Patriota del Zulia. Un año después decide trasladarse a Europa, continente donde recorrió Londres, Sevilla y finalmente la ciudad de Madrid, donde decidió radicarse. De hecho es en esta ciudad europea donde Rafael María Baralt realiza la mayor parte de su obra poética. En 1842, un año después de dejar Venezuela de forma definitiva, escribe su poema “Adiós a la Patria”, considerado por la crítica literaria como su obra maestra, por estar dotado de una gran riqueza de imágenes y formas poéticas, así como sus otros poemas, los cuales comprenden cerca de treinta y un versos. Así mismo en su obra se distinguen sus ensayos y obras Resumen de la Historia de Venezuela (1887) el cual escribió en compañía de Ramón Díaz; Diccionario matriz de la Lengua Castellana (1850) y su célebre Diccionario de Galicismos (1855) siendo éste el primer diccionario existente sobre este fenómeno lingüístico en lengua española; ediciones que se realizaron en Patria.
Vida en España y años finales
No obstante, su partida de Venezuela no se traduce en un retiro de la vida política. En España, Rafael María Baralt trabaja también como funcionario público, llegando a desempeñarse en importantes cargos editoriales como Director de la Gaceta de la Corona o Administrador de la Imprenta Nacional, colocando así sus talentos a servicio del Reino español. Igualmente, su labor en el campo de la Filología lo hizo merecedor de convertirse en el primer americano en ser designado como miembro de número de la Real Academia Española RAE.
Sin embargo, en 1857, se le abrió un juicio en Madrid, el cual afectó profundamente su reputación y sobre todo su moral. A pesar de que se demostró su inocencia y se hizo una aclaratoria pública, la cual buscaba resarcir su honor y buen nombre, de acuerdo a lo que señalan sus biógrafos, este hecho deprimió profundamente a este intelectual venezolano, al punto de acercarlo a las puertas del sepulcro. El 4 de enero de 1860, a sólo tres años del haberse iniciado el proceso judicial, Rafael María Baralt falleció, a la edad de cuarenta y nueve años, en la ciudad de Madrid, en España.
Sus restos fueron sepultados en España, aunque con el tiempo se perdieron. Finalmente, fueron encontrados. Ciento veintidós años después de su partida, su cuerpo fue repatriado a Venezuela, donde a pesar de contar con la aprobación del Senado de este país, tuvo que esperar treinta y nueve años más, hasta el 24 de noviembre de 1982 para poder ingresar en el Panteón Nacional de Venezuela, ubicado en Caracas. Igualmente, en su país, algunas de sus ciudades principales cuentan con calles, escuelas, urbanizaciones, barrios, edificios y universidades, bautizados con el nombre de este intelectual, como una forma de rendir homenaje.
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