Sebastián Moyano y Cabrera, conocido históricamente como Sebastián de Belalcázar (Belalcázar, Corona castellana [actual España 1480 – Cartagena de Indias, Virreinato del Perú [Actual Colombia 1551). Militar, explorador y conquistador español, quien tuvo importante participación en la exploración y conquista de los territorios peruanos, logrando incluso altas posiciones en los territorios conquistados por la corona española, para quien servía.
Primeros años
De acuerdo a lo que puede leerse en los distintos textos históricos, Sebastián Moyano y Cabrera nació en la localidad de Belalcázar, durante el año 1480. En este momento, esta localidad pertenecía a la Extremadura castellana, que a la vez formaba parte de la provincia de Córdoba, encontrándose bajo el mando de la Corona de Castilla. A pesar de que su padre era de apellido Moyano y su madre Cabrera, cuando este conquistador partió hacia el nuevo mundo optó por cambiar su apellido, adoptando el nombre de su localidad, y pasándose a llamar Sebastián de Belalcázar, nombre por el que sería reconocido en la Historia.
Sin embargo, algunos investigadores han apuntado que más que cariño a la tierra que lo vio nacer, quizás esto sea una afirmación de la teoría que indica que este explorador español decidió partir al nuevo mundo, a fin de eludir el castigo que recibiría por haber matado un burro ajeno, por lo que tomó la decisión de partir de España, y quizás también la de cambiar de apellido, a fin de no ser descubierto. Otros en cambio han indicado que en realidad, Sebastián Moyano y Cabrera huía de la pobreza que lo azotaba en su tierra natal, y que el cambio de apellido fue para no olvidar sus raíces mientras partía hacia lo desconocido
Viaje al nuevo mundo
No obstante, las razones que lo hayan llevado a surcar los mares, lo cierto es que según varias fuentes históricas, Sebastián de Belalcázar constituye uno de los primeros conquistadores españoles en haber viajado al nuevo mundo, teniendo la oportunidad de formar parte de la tripulación de Cristóbal Colón, durante su tercer viaje, realizado en 1498, lo cual –de ser cierto este dato- convertiría a Sebastián Belalcázar en uno de los primeros marinos en tocar tierra continental en América, al haber acompañado a Colón a navegar por el Orinoco en Venezuela.
Ascenso a Capitán
Igualmente, la Historia refiere en la vida de este conquistador un nuevo viaje al nuevo mundo, el cual habría realizado en el año 1514, bajo el mando del explorador Pedrarias Dávila al Darién. Durante esta travesía, Sabastián Belalcázar habría comenzado a resaltar como un gran militar, marinero y explorador, obteniendo incluso en rango de Capitán, lo cual lo colocaba en posición de poder tener hombres bajo su mando, o dirigir expediciones en el Nuevo Mundo.
Participación durante la conquista de Quito
Después de haber participado junto a Francisco Hernández de Córdoba en la conquista del territorio nicaragüense, la cual tuvo lugar en 1524, Sebastián de Berlalcázar recibió una importante recompensa por su labor, siendo nombrado alcalde de la recién fundada ciudad de León. No obstante, permanecería al frente de la naciente ciudad apenas tres años, pues durante 1527, este conquistador tuvo que partir rumbo a Centroamérica, para intentar poner orden en las disputas que se daban en suelo hondureño entre los españoles que ambicionaban el poder.
Para 1532 el destino quiso llevarlo entonces al Perú, en donde en compañía del mismísimo Francisco Pizarro, Sebastián de Belalcázar tendría una participación crucial en las acciones desplegadas, a fin de someter a los incas y lograr el poderío sobre el territorio peruano. Dos años después, Belalcázar entraba victorioso en Quito, después de haber invertido un importante capital.
Aun cuando llegó a la ciudad luego de que esta fuese consumidas por las llamas iniciadas por el líder inca Rimiáhui, Sebastián de Belalcázar se dio a la tarea de fundar una nueva ciudad española, en compañía de Almagro. Según lo que reportan las fuentes históricas, los conquistadores escogieron para este asentamiento, fundado sobre las cenizas de la ciudad inca destruidas, el nombre de San Francisco de Quitó, como una forma de rendir un homenaje a los misioneros franciscanos que ya comenzaban a poblar el nuevo continente.
Conquistas en territorio colombiano
Después de este triunfo en lo que sería actual territorio ecuatoriano, Sebastián de Belalcázar partió rumbo a las tierras que constituirían el territorio de la Nueva Granada. Una vez en ella, Belalcázar comandó la batalla de Popayán, en donde al mando de un centenar de españoles lograría vencer a cerca de tres mil indígenas, logrando la conquista del territorio: corría el año 1535.
Un año después, igualmente atacó con apenas doscientos hombres la población de indígenas yanaconas, las cuales según los registros españoles ascendían a más o menos seis mil indígenas. Nuevamente, los hombres al mando de Sebastián de Belalcázar logró imponerse, conquistando el territorio y fundando la ciudad de Santiago de Cali, la cual se encuentra en la actual Colombia.
No obstante, Belalcázar se dejaría emocionar también con el mito de El Dorado, organizando entonces varias expediciones, que lo llevaron entre 1536 y 1537 a recorrer gran parte del territorio colombiano, en donde aun cuando no pudo encontrar la ciudad de oro, sí logró consolidar mucho del poder español sobre lo que se convertiría futuramente en un virreinato. Su última aventura sobre las tierras del actual país granadino, la hizo junto al gran conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada, con quien en 1539 se entregó a cruzar el río Magdalena, lo cual les dio paso hacia los territorios centrales del país, permitiéndoles incluso llegar a la meseta en donde actualmente se erige la capital colombiana.
Popayán y el poder
Sus méritos y conquistas fueron recompensadas generosamente por la corona española, consiguiendo que en 1540, el propio Carlos I, monarca español, le concediera el título de adelantado por parte de España, nombrándolo además gobernador de Popayán, el cual abarcaba un extenso territorio, que comprendía espacios ubicados en los actuales territorios de Colombia y Ecuador.
Sin embargo, el poder no viene solo, sino que en ocasiones trae consigo poderosos enemigos. De esta forma, el ascenso y buena fortuna de Sebastián de Belalcázar no fue la excepción. Así tuvo que enfrentarse desde el principio con las ambiciones de otros iguales, como por ejemplo con el español Pascual de Andagoya, quien usando su posición de Gobernador, quiso usurpar territorio bajo el mando de Belalcázar, no sólo para ganar más poder, sino para arrebatarle poder a este nuevo gobernante. Sin embargo, Andagoya no contaba con la sagacidad de este experimentado conquistador, quien supo revertir el ataque, y por el contrario apoderarse de territorio bajo el poder de Andagoya.
Años finales
Unos seis años después, en 1546, después de haberse visto involucrado en las grandes contiendas por poder protagonizadas por los Pizarro y los Almagro en Perú, el propio Belalcázar tuvo que atender otras sublevaciones en contra de su poder. En una de ellas, logró vencer al gobernador Jorge Robledo, a quien mandó a ejecutar. Debido a esto, el propio Belalcázar fue juzgado y condenado a muerte. Aun cuando quiso apelar personalmente ante la corona española el veredicto, falleció en 1551 en Cartagena de Indias, unos días antes de partir hacia su natal España.
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