Yang Jian, quien asumió el nombre imperial de Wen-ti o Wen-di (norte de China, 541 d.C – ?, 604 d.C) Líder Político, Noble y Emperador chino, fundador de la dinastía Sui, quien gobernó entre el año 557 y el 581. Se le atribuye haber logrado la reunificación de China, luego de trescientos años de inestabilidad y divisiones políticas.
Logró conquistar el sur de China, terminó con el poder turco sobre los territorios del norte y construyó un Estado imperial fuerte y centralizado. Hacia el final de su mandato, se interesó por expandir el budismo dentro de su territorio, razón por la cual es considerado uno de los emperadores más importantes para el crecimiento del budismo, después de Ashoka. Wen-ti es catalogado como uno de los soberanos más influyentes de China.
Vida temprana
Yang Jian nació hacia el año 541 d.C en un monasterio budista, ubicado al norte de China. Pertenecía a una poderosa familia, cuyos miembros habían sido importantes funcionarios de las dinastías no chinas de las zonas del centro y el norte de China, durante el período de fragmentación. Yang Jian heredó de su padre su título nobiliario de Duque de Sui, así como dos feudos. Fue criado por una monja budista hasta la edad de trece años, cuando comenzó a asistir a la universidad imperial, destinada por el Estado para formar a los hijos de los nobles y de los altos funcionarios, bajo los preceptos confucianos.
Dinastía Bei Zhou y carrera militar
No obstante, a Yang Jian no le despertó interés el programa ofrecido por esta Escuela, de la cual se retiró. A los catorce años tuvo su primera cita militar. Rápidamente ascendió prestando servicio en la Yuwen, casa gobernante no china de la dinastía Bei Zhou, que controlaba parte de los territorios del norte. Igualmente ocupó cargos públicos de gran importancia y tuvo una importante participación en la campaña contra los estados del norte de China, en especial el estado de Chi.
Yang Jian se casó con una de las hijas de la familia Tu-Ku, una de las más poderosas del estado no chino dominado por la dinastía Bei Zhou. Desde el primer momento, su esposa se convirtió en su confidente y en una de sus más grandes aliados. Con el tiempo, como recompensa sus grandes servicios como militar y funcionario público, se le permitió que una de sus hijas se casara, en el 573, con el príncipe heredero de Zhou.
En el año 578, el emperador de Bei Zhou, Yu-wen falleció, siendo sucedido por el príncipe heredero, quien era yerno de Yang Jian. Sin embargo, este emperador mostró signos de desequilibrio mental desde el principio, destruyendo en poco tiempo la dinastía construida por su padre. Un año después, renunció voluntariamente, colocando en el trono a su pequeño hijo, a fin de seguir gobernando. En un ataque de cólera decidió ejecutar a su esposa y a toda la familia, donde estaba incluido Yang Jian. Afortunadamente para ellos, el soberano enfermó y falleció repentinamente.
Dinastía Sui y emperador Wen-ti
Ante lo que podía ser interpretado como un aparente vacío de poder, Yang Jian, en compañía de su esposa y consejeros aprovecharon las circunstancias para tomar el poder. Las opiniones se dividieron en el trono, y aunque contaba con el apoyo de muchos, igualmente tuvo grandes detractores. A pesar de la oposición, su fuerza militar, así como las mismas rivalidades de sus adversarios lo hicieron ganarse definitivamente su nueva posición como Emperador. El 4 de marzo de 581 celebró una audiencia imperial, fundó la dinastía Sui, y asumió el nombre imperial de Wen-ti.
Una de sus primeras acciones fue la construcción de una nueva capital, en Chang´an, cuya magnitud no tenía precedentes en la historia china. En el 583, se mudó a su capital, aún en proceso de construcción y puso en marcha su nuevo proyecto de Gobierno, encaminado a la Centralización.
Wen-ti escogió para que formaran parte de su gobierno a los hombres que consideró más capaces y cuyo origen familiar fuese mixto, a fin de que no tuvieran compromisos con ninguna dinastía o región en específico. Con ellos sustituyó, en toda la escala imperial, a las familias que permanecían en ella por razones hereditarias, creando con esto una nueva burocracia, cuya misión era trabajar bajo sus órdenes. Igualmente, se prohibió que los funcionarios públicos pudieran servir en su lugar de origen.
En cuanto al área territorial, Wen-ti encaminó sus esfuerzos a tomar control sobre los territorios ubicados al sur de China, para lo cual armó un poderoso ejército, que asaltó los estados sureños tanto por tierra como por agua, sorprendiendo a sus habitantes, los cuales rápidamente fueron dominados por la Dinastía Sui. De la misma forma, logró quebrantar el poder que hasta ese momento tuvieron los turcos en las regiones de Turkestán y Mongolia, aunque no logró el mismo éxito en Vietnam.
Años finales
Para su cumpleaños número sesenta, China estaba consolidada bajo un mismo imperio, en el cual reinaba la paz, se contaba con funcionarios capacitados, silos imperiales llenos y una capital imperial creciente, adornada con los grandes palacios de la nobleza Sui. Igualmente, su poder era reconocido y temido en otras regiones como Japón y Corea. No obstante, en lo personal Wen-ti sentía un gran vacío espiritual, debido a sus relaciones familiares conflictivas con su esposa e hijos, la soledad que sentía de haber perdido a casi todos sus amigos, a través de los años, así como el miedo constante de ser derrocado. En esta búsqueda, Wen-ti decidió abandonar el confucianismo y abrazar el budismo.
En el año 601, comenzó a publicar una serie de edictos, sobre sus nuevos preceptos. Se construyeron santuarios en las principales ciudades y emprendió un gobierno orientado hacia la piedad pública. Siguiendo los pasos de su predecesor Ashoka, unificó al imperio bajo la filosofía budista. En el 604 falleció, aparentemente asesinado por su hijo Yang Guang, quien lo sucedió en el trono, asumiendo el nombre de Sui Yang-ti.
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