Rosa Elena Tránsito Amaguaña Alba, mejor conocida como Tránsito Amaguaña (Pesillo, Pichincha, Ecuador, 10 de septiembre de 1909 – ibídem, 10 de mayo de 2009). Líder indígena, quien se destacó por haber entregado su vida al activismo político, en pro de los derechos de la población indígena del Ecuador, sobre todo de la mujer indígena, motivo por el cual es reconocida también como un ícono del movimiento feminista en su Patria y en Latinoamérica.
Primeros años
De acuerdo a lo que se puede leer en varias de sus biografías, Tránsito Amaguaña nació en una comunidad indígena de Ecuador, ubicada en Pesillo, Pichincha, el 10 de septiembre de 1909, convirtiéndose así en hija de Venacio Amaguaña y Mercedes Alba, quienes se encontraban empleados como jornaleros de la hacienda Cayambe, por lo que esta estancia se convirtió en el primer escenario de Tránsito, quien pasó en ella sus primeros años de vida.
Durante esta época, Tránsito asistió a la Escuela primaria, y aun cuando pasó apenas seis meses en ella, al menos pudo aprender a leer y escribir. Como toda niña indígena, fue enviada a la corta edad de siete años a trabajar como sirvienta, para los dueños de la hacienda, por lo que esta futura activista vivió en carne propia las condiciones en las que era mantenida la infancia indígena femenina.
Matrimonio
Luego de siete años de arduo trabajo, Tránsito fue obligada a casarse a los catorce años con un hombre, con el que vivió sólo unos años, aun cuando logró tener con él cuatro hijos. No obstante, además de ser un matrimonio no deseado, algunos biógrafos han detallado que este hombre tenía problemas de alcoholismo, además de no estar de acuerdo con la lucha política con la que Tránsito se comprometía cada vez más, siguiendo el ejemplo que había tomado de su madre, quien también fue una reconocida activista en pro de la lucha indigenista. De esta forma, cuando el matrimonio no dio para más, Tránsito tomó la decisión de separarse y retornó a vivir con su madre.
Lucha indigenista
Los comienzos en el activismo político de Tránsito tienes lugar hacia la década de 1930, cuando Tránsito –incluso antes de separarse, comienza a participar en reuniones de causa indigenista, realizadas en Quito. Sin embargo, no fue hasta 1936, cuando las grandes victorias indígenas del Código de Trabajo y la Ley de Comunas (1937) en donde se sentaba las bases legales en las que se realizaría el trabajo urbano y agrícola, hicieron que Tránsito volcara su interés y pasión en luchar por las reivindicaciones de su pueblo.
Así mismo, su activa participación en esta corriente política y social, le permitió conocer y entablar amistad y relaciones de trabajo con otra reconocida líder y feminista: Dolores Cacuango, junto a quien a partir del año 1946, se entregaría en cuerpo y alma a la lucha por la instauración de escuelas bilingües indígenas, las cuales no sólo velaran por el derecho a la educación de los indígenas, sino que respetara su cultura, promoviendo la conservación de su Idioma. De esta forma, Tránsito Amaguaña, Dolores Caucango y la maestra Luisa Gómez de la Torre trabajaron sin descanso por lograr el nacimiento de estas escuelas, las cuales además perseguían que fuese dirigidas por los propios indígenas, para procurar una educación con respeto a su cultura, y evitar la imposición de la educación tradicional, que respondía a modelos de dominación del hombre blanco sobre el pueblo indígena. De igual forma durante estos años, Tránsito Amaguaña no abandonó tampoco las luchas de los pueblos indígenas agrícolas, acompañándolos en la lucha por sus derechos laborales y de tierras.
Presidio
Para el año 1962, Tránsito Amaguaña era una reconocida líder indígena, tanto en el Ecuador, como más allá de sus fronteras, hecho que motivó que fuese escogida para representar a los pueblos originarios de su país, ante convenciones políticas que se realizaron respectivamente en la Unión Soviética y en la estrenada Cuba de Fidel Castro.
No obstante, el clima anticomunista que reinaba en Latinoamérica como parte de la Guerra Fría hizo que este viaje, Tránsito Amaguaña lo pagara con su Libertad, pues a su regreso fue colocada en custodia, siendo acusada de ingresar al país armas soviéticas, así como dinero que le permitiría financiar movimientos subversivos. Ante la poco popularidad que trajo la medida, y previendo que la decisión no trajera una ola de protestas indígenas, el Gobierno de ese entonces decidió proponerle a esta activista un pacto, en el cual le ofrecía devolverle la Libertad a cambio de que firmara y se comprometiera a abandonar su activismo político.
A pesar de recuperar su libertad, Tránsito Amaguaña no desistió de su espíritu de lucha, y continúo entregándose a la batalla por los derechos de los pueblos indígenas. Hecho que quedó demostrado en la contundente victoria que obtuvo unos años después junto a sus compañeros de su hacienda natal de Cayambe, junto a quienes lograron recuperar las tierras, las cuales habían sido dejadas a la Asistencia Pública, y que fueron devueltas por medio de un Decreto promulgado por la misma Junta Militar que protagonizó el derrocamiento de Valasco Ibarra.
Años finales
Luego de haberse retirado en 1988 a su comunidad, para dedicarse a la siembra, gracias a la pensión otorgada por el Gobierno, por su gran lucha política, Tránsito Amaguaña falleció el 10 de mayo de 2009, en Pesillo, Pichincha, Ecuador. Sus funerales contaron con la presencia de importantes líderes campesinos y políticos del Ecuador, entre quienes se cuenta incluso el propio Rafael Correa, presidente de la República para ese momento. Así miso, la acompañaron al último adiós numerosos líderes obreros, campesinos y feministas, quienes fueron testigos de cómo esta mujer indígena latinoamericana dedicó sus años de vida a la reivindicación de los derechos de su pueblo.
Imagen: estampilla editada en el Ecuador, como homenaje póstumo a Tránsito Amaguaña / fuente: wikipedia.org