Definición de Dalái lama

De esta forma, se debe empezar por señalar que Dalái lama es el término o título con el cual los practicantes del budismo tibetano nombran a sus máximos maestros, a quien se les atribuye la cualidad de haber alcanzado tal grado de desarrollo espiritual, que son capaces de tener cierto control sobre la muerte, siendo capaces –como emanaciones de Buda que son, de acuerdo a esta religión- de ser conscientes de ella, e incluso decidir en dónde reencarnar en la próxima vida, sin que los recuerdos de su vida pasada sean olvidados, lo cual le permite continuar con su trabajo espiritual en sus siguientes vidas.

Así mismo, en su sentido etimológico, las distintas fuentes coinciden en señalar que el término Dalái lama proviene de un vocablo compuesto de origen mongol, donde dalai puede traducirse directamente como océano; mientras que la palabra lama significa “maestro”, por lo que se podría decir que en un sentido figurado el título Dalái lama significaría en sentido literal, según su traducción, “océano de conocimiento”, haciendo entonces referencia a la fuente de sabiduría que representa quien ostente este título religioso.

Biografía de Tenzin Gyatso

En la actualidad, los budistas tibetanos reconocen como Dalái lama a Tenzin Gyatzo, hombre que con su desempeño como Dalái lama ha alcanzado gran trascendencia religiosa y política, sobre todo por su defensa, en 1961, a los grupos que propiciaban la Independencia del Tibet, liberándolo de China, posición que abandonó posteriormente en 1988, momento desde el cual se ha mantenido al margen de cualquier posición que propicie la autonomía o independencia de esta región de China. No obstante, tanto su apoyo inicial como su restricción posterior han sido tema constante de polémicas entre sus seguidores y detractores.

No obstante, yendo un poco más específicamente a los aspectos que han marcado la vida de este hombre y líder espiritual tibetano, vendría bien comenzar por analizarlos brevemente. A continuación, algunos de los principales momentos de la vida de Tenzin Gyatzo, décimo cuarto Dalái lama:

Primeros años

De acuerdo a lo que indican sus biógrafos, Tenzin Gyatso nació el 6 de julio de 1935, en Taktser, aldea de Quighai, provincia occidental de China, aun cuando esta zona es también reconocida como una importante región cultural tibetana. Así mismo, las distintas fuentes indican que este líder religioso nació con el nombre de Lhamo Dondhup, el cual mantuvo hasta los cinco años cuando fue reconocido como la encarnación del decimotercer Dalái lama y proclamado máximo líder espiritual del budismo tibetano.

Reconocimiento

Con respecto al momento en que el pequeño Lhamo Dondhup fue reconocido como la encarnación del decimotercer Dalái lama, las distintas fuentes budistas indican que entre 1935 y 1937, una vez fallecido el Dalái lama anterior, Jamphel Yeshe Gyaltsen, regente del Tíbet y quien ostentaba el título de Réting Rinpoche, soñó con una casa de tejas azules, donde un niño aguardaba sentado en el pórtico, reconociendo en esta experiencia onírica de la ubicación de la nueva encarnación del Dalai lama.

De acuerdo a la creencia tibetana entonces de que una vez fallecido el Dalái lama, cuenta con la posibilidad de conservar su conciencia sutil, la cual tarda unos cuarenta y nueve días en regresar a la tierra, para encarnarse en una nueva vida, la cual da señales de su ascendencia espiritual. En consonancia a esto, en 1937, un grupo de monjes fueron enviados a Amdo, a fin de ubicar la casa y el niño con el que había soñado Jamphel Yeshe Gyaltsen.

No obstante, al llegar a Takser se sorprendieron por varias razones, puesto que no sólo encontraron la casa con las mismas descripciones del sueño del regente del Tíbet, sino que al visitarla ya los habitantes sabían que entre ellos había nacido un maestro. Sin embargo, a fin de poder hacer las pruebas y exámenes pertinentes, los monjes se disfrazaron de mercaderes, sin que esto distrajera la atención del pequeño Lhamo Dondhup, quien los reconoció, así también como a los objetos personales que se creen le pertenecieron en su vida anterior. Para los budistas tibetanos no había duda, estaban en presencia de la decimocuarta encarnación del Dalái lama.

Asunción al trono

En consecuencia, a la edad de cuatro años, Lhamo Dondhup fue llevado al monasterio, ordenado monje budista y embestido –o entronizado- como el  decimocuarto Dalái lama. Sin embargo, mientras crecía, la regencia del Tíbet estuvo a cargo del tercer Taktra Rinpoche, cargo ejercido por Ngawang Sungrab Thutob, quien estuvo al frente hasta 1950, cuando Tenzin Gyatzo, con apenas 16 años de edad, pero 12 de formación, asumió las riendas del poder político del Tíbet, teniendo que hacer frente desde el primer momento a la invasión propiciada desde China.

Jefe de gobierno en el exilio

A pesar de sus esfuerzos por mantener la Paz, o al menos hacer frente a los enfrentamientos que surgían en las zonas fronterizas con China, fue inevitable la agresión China, así como el triunfo de su Gobierno comunista, quien luego de la sublevación de Lhasa, ocurrida el 10 de marzo de 1959, se impuso a sangre y fuego, dejando como saldo miles de bajas en las filas tibetanas.

Al Dalái lama no le quedó otra opción que exiliarse, siendo oficialmente declarado jefe de gobierno en el exilio el 17 de noviembre de 1959, tenía 24 años de edad. Tratando de enviar un mensaje de paz, pero de gran contundencia sobre la opresión que ahora vivía el Tíbet, el Dalái lama, junto a unos ocho mil seguidores, cruzó a pie los Himalayas, rumbo a la India, país al que le pedía asilo, mientras que Mao Tse Tung colocaba en el poder a Panchen Lama, a quien encarceló apenas cinco año después al no lograr manejarlo a su antojo.

Por su parte, el Dalái lama se exhilio en Dharamsala, en donde fue construyendo una pequeña Lhasa, que sirve de capital en el exhilio a los más de ciento treinta mil refugiados tibetanos, que decidieron abandonar el Tíbet para exiliarse, entre otras regiones del mundo, en esta capital india, en donde se han ido creando numerosas instituciones culturales y educativas para ellos. Así mismo, fue en Dharamsala en donde el Dalai lama proclamó una nueva Constitución Democrática para los tibetanos en el exilio, y cuyo texto tiene como base la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Renuncia política

Sin embargo, luego de años de activismo político, ejercido de forma pacífica, hecho que le hizo merecedor en 1989 del Premio Nobel de la Paz, durante marzo de 2011, este líder tibetano anunció su renuncia plena a cualquier cargo político, enfatizando su decisión de dedicarse simplemente a su oficio espiritual y a su posición de guía religioso. Desde entonces se decida a la propagación del conocimiento budista, así como a seguir multiplicando su discurso sobre el derecho pacífico que –según los tibetanos- tienen de ser un país autónomo frente a China. Así mismo, es admirado por su gran elocuencia discursiva, lo que lo sigue manteniendo como uno de los grandes líderes del siglo XX y primeras décadas del siglo XXI.

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