El viaje espacial
¿Podemos viajar al espacio? Creo que de eso no cabe ninguna duda. Incluso si creyéramos en las teorías que afirman que el viaje a la Luna fue una ficción, es innegable que hemos conquistado la estratósfera terrestre y que los seres humanos pueden pasar una buena temporada allá arriba.
¿Podemos llegar a las estrellas? Esto ya resulta un poco más complejo. Las distancias espaciales son inimaginables y resulta prácticamente imposible recorrerlas con los medios que hoy tenemos a nuestra disposición, al menos en el tiempo de una vida humana. Además, aún no hemos ideado cómo podríamos generar suficiente energía para mantener con vida un grupo de personas por un tiempo tan largo.
De alguna manera, ya podríamos haber llegado a las estrellas: la sonda Voyager seguramente se encuentra ahora muy lejos del sistema solar, en una galaxia desconocida. Sin embargo, no puede decirnos nada sobre ella.
El problema, entonces, es enviar un dispositivo capaz de llegar a otras estrellas y enviarnos de vuelta información. Y recientemente un equipo liderado por Stephen Hawking aseguró que podríamos lograrlo.
Breakthrough Starshot
El proyecto consiste en la creación de dispositivos tecnológicos de pequeño tamaño capaces de funcionar como sondas espaciales y de enviar mensajes a la Tierra. Estos dispositivos – denominados Starchip – cabrían en la mano de una persona, serían del tamaño de un celular pequeño y estarían equipados con una potente computadora capaz de enviar señales periódicamente a la Tierra.
Pero lo bello del asunto no es la máquina (que es básicamente un satélite en miniatura) sino el dispositivo que fue ideado para transportarla. Se trata nada más y nada menos que un barco a vela.
Así se vería la diminuta nave atada a una gigantesca vela
El concepto es simple: una nave nodriza lanzará miles de estos dispositivos al espacio, los cuales desplegarán gigantescas velas diminutas capaces de impulsarse mediante la luz. Desde la Tierra, se bombardearán estas velas con potentísimos láseres y en cuestión de dos minutos los “barcos celestes” podrían estar viajando a un quinto de la velocidad de la luz, recorriendo en un minuto el equivalente a 12 veces la distancia que nos separa de la Luna.
Y así, llegarían a Alpha Centauri (ubicada a 4.37 años luz) en menos de 20 años, cuando una nave ordinaria podría demorarse más de 30.000. Una vez allí, comenzarían a enviar información a la Tierra sobre el sistema e imágenes de las estrellas y los planetas de Alpha Centauri.
¿Quién sabe? Quizás allí encontremos las primeras evidencias de un planeta con clima complejo como el terrestre que ha desarrollado algún tipo de vida.
Viajes estelares
Pero es mucho más lo que se viene ante nosotros. De lograr sus objetivos, el proyecto demostraría que es posible acelerar a altísimas velocidades naves espaciales que eventualmente podrían diseñarse para transportar seres humanos. Este proyecto, sin embargo, sería un tanto dramático pues hasta el momento en que las personas sean capaces de hacer una nueva colonia en otro planeta (y construir allí láseres) estarían condenadas a permanecer allí para siempre. Aunque técnicamente hablando lo mismo ocurriría con los primeros habitantes de Marte, creo que todos consideramos diferente vivir en un lugar en el que podemos comunicarnos regularmente con la Tierra que en uno en el que cualquier mensaje tardaría casi 5 años en llegar y otros 5 en volver.
En cualquier caso, aunque el concepto ya existe (y es teóricamente posible) seguramente pasen unos 20 años antes de que el proyecto esté listo y otros 25 antes de que recibamos la primera información relativa a los sistemas estelares que visitará. Así que incluso en el mejor de los casos, es poco probable que todos los que leen esto estén con vida para ver las primeras imágenes de un sistema solar alejado de nuestro planeta.
A menos, claro, que se descubra como “doblar” el espacio y viajar a mayor velocidad que la luz.
Fuente de imágenes: 1: kurzweilai.net, 2: breakthroughinitiatives.org