Empero, antes de abordar una breve historia del Brócoli, se tomará un momento para revisar algunos aspectos de esta planta, emparentada con la Coliflor y el Repollo, con el fin de tener presentes ciertos datos, como por ejemplo su naturaleza, características y propiedades.

El brócoli

En consecuencia, se puede comenzar por decir que el Brócoli ha sido definido por la Botánica como una planta comestible, que tiene como nombre científico Brassica olercea var. itálica, y es entendida como parte de la familia de las brasicáseas, clasificación que también arropa a otras plantas como la col de Bruselas, la coliflor y el repollo.

Características físicas

Con respecto a sus rasgos físicos, el Brócoli –conocido en algunas regiones también como Bróquil y Brécol- puede describirse entonces como una planta de color verde, que cuenta con una gran cantidad de cabezas florales, las cuales puede ser señaladas a su vez como abundantes y carnosas.

Así mismo, el Brócoli cuenta con un tallo central bastante grueso y fibroso, así como un conjunto de hojas gruesas. No obstante, la parte más comestible, o que generalmente se consume, son las cabezas florales que constituyen casi toda su anatomía. De hecho, el tallo y las hojas casi siempre son desechadas, aun cuando hay voces que señalan que estas partes de la planta también son ricas en propiedades nutricionales.

En cuanto a su producción, los expertos señalan que el Brócoli puede considerarse como propio de los climas frescos, así como de los climas veraniegos. De esta forma, mientras el Brócoli cuente con estas condiciones prospera con facilidad.

Propiedades nutricionales del Brócoli

No obstante, el Brócoli no sólo se destaca por su facilidad de producción, mientras cuente con el clima adecuado, sino que también es considerado como una planta rica en nutrientes, y por ende, con grandes propiedades nutricionales.

En este sentido, los expertos señalan que en el Brócoli se pueden encontrar importantes cantidades de Carbohidratos, Azúcares naturales, Grasas y Fibra alimenticia, por lo que su consumo es considerado una inyección de energía a un muy bajo costo calórico. Así también, en el Brócoli puede encontrarse gran cantidad de Agua, por lo que su consumo contribuye a la hidratación del cuerpo.

Así también, esta planta comestible cuenta en su composición con gran cantidad de vitaminas, entre las que se encuentran las vitaminas A, B1, B2, B3, B5, B6, B9, C, E y K, las cuales hacen que esta planta se asocie igualmente con la regeneración celular, la salud visual, la producción de hemoglobina, las funciones cognitivas, la prevención de enfermedades y el crecimiento.

Por otro lado, en la composición del Brócoli también se pueden encontrar minerales, que son vitales para la realización de ciertas funciones orgánicas, como lo son por ejemplo, el Calcio, Hierro, Magnesio, Manganeso, Fósforo, Potasio y Zinc.

Breve historia del Brócoli

Una vez se han revisado estos aspectos sobre el Brócoli, puede que sea mucho más sencillo aproximarse un poco a la historia de esta planta, durante la evolución de la Humanidad. Para esto, puede que también sea conveniente segmentar la Historia de este alimento en las etapas más importantes de su expansión a través del mundo. A continuación, una breve historia del Brócoli:

Origen del brócoli

De acuerdo a las distintas fuentes, el Brócoli puede ser señalado como una planta comestible, que tiene como cuna las tierras de Oriente próximo. Al respecto, los expertos acotan que el Brócoli pudo haber nacido de forma silvestre, hace miles de años, en algunos puntos de los territorios que en la era moderna se conocen como la Península de Anatolia, Siria y el Líbano.

Igualmente, se cree que en estos territorios se dieron también –hace miles de años- los primeros cultivos planificados, es decir, en donde hubo intervención de la mano del hombre, en su camino por domesticar las plantas.

Viaje a Europa

Así también, los historiadores indican que los responsables de que el Brócoli dejara su hogar primigenio, para viajar desde Oriente próximo y Asia menor hasta Europa, fueron los romanos.

De acuerdo a esto, la expansión del Imperio romano, entre muchas de sus consecuencias de todo tipo, fue la que originó que el Brócoli viajara por primera vez a Europa, llegando específicamente a Italia, en donde encontró suelos y climas que le fueron favorables, al tiempo que también encontró en sus pobladores gran entusiasmo en cuanto a su sabor, su versatilidad y sus propiedades alimenticias.

Expansión a otras regiones europeas

Sin embargo, aunque el Brócoli se convirtió en un alimento tradicional en Italia, no fue conocido en otras regiones de Europa hasta al menos el siglo XV y XVI. No obstante, no es hasta el siglo XX en que realmente se puede hablar de que el Brócoli traspasa con pie decidido las fronteras de la península itálica para ser conocido en otras regiones europeas, en donde fue acogido con alegría, y rápidamente incorporado en las culinarias del viejo continente.

Llegada a América

Así como el Brócoli tuvo que esperar hasta el siglo XX para conquistar toda Europa, la llegada a América también ocurrió tarde. Sin embargo, eso no fue impedimento para que tan pronto el Brócoli atravesara el océano se adaptara a suelo americano.

Al respecto es necesario señalar que esta planta comestible llegó y se adaptó con facilidad sobre todo en la costa oeste de los Estados Unidos, en donde se convirtió en uno de los cultivos estrella de California. De hecho, desde el siglo XX y principios del siglo XXI, los estadounidenses sienten cierta predilección por esta planta, prima de las coles de Bruselas. 

De igual forma, el Brócoli es consumido en varias regiones de Latinoamérica, en donde es tenido como una planta llena de propiedades nutricionales, así como también de cualidades medicinales, en especial a aquellas relacionadas con la prevención de algunas enfermedades degenerativas y la aparición de cáncer.

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