Quizás lo mejor, antes de abordar la definición y demás aspectos relacionados al Cambio fonético, sea revisar de forma breve algunos conceptos, que permitan entender esta circunstancia dentro de su contexto teórico preciso.
Definiciones fundamentales
En este sentido, puede que sea entonces primordial pasar revista sobre las definiciones concebidas por la Lingüística sobre la Fonología y la Fonética, así también como sobre los distintos objetos de estudio de cada una de estas materias. A continuación, los conceptos:
Fonología
Por consiguiente, se empezará por decir que la mayoría de los autores coinciden en señalar que la Fonología es considerada como una disciplina de la Lingüística, aun cuando también existen corrientes que prefieren hablar de ella como una subdisciplina. Sin embargo, más allá de este debate, en líneas generales, la Fonología es explicada como la materia que tiene como principal propósito estudiar el mecanismo y funcionamiento por medio del cual el hablante adquiere y utiliza los sonidos de una Lengua, tanto en su sentido fisiológico como mental. De esta forma, la Fonología se entrega entonces al estudio del Fonema, el cual a su vez es estudiado como la representación mental del sonido de una Lengua, es decir, que inscrito en la dimensión abstracta de la Lengua, el Fonema no apunta a la realización del sonido como tal, sino al ideal mental que el hablante tiene sobre este.
Fonética
Por su parte, la Fonética sería la disciplina –o subdisciplina, como lo ven algunas corrientes- lingüística que se dedicaría a estudiar la forma en que el hablante –o grupo de hablantes- pronuncian los distintos sonidos de una Lengua. En consecuencia, su principal objeto de estudio sería el alófono –o fono- el cual podría ser explicado a su vez como la realización concreta de un fonema, el cual –dependiendo de las características particulares del hablante- puede acercarse o alejarse de ese modelo de sonido. Así mismo, al tomar interés por la realización concreta de los sonidos de la Lengua, la Fonética se insertaría a su vez en el estudio del Habla.
Cambio fonético
Teniendo presente estas definiciones, tal vez sí sea mucho más sencillo abordar el concepto de Cambio fonético, el cual ha sido descrito a su vez por la Lingüística como cualquier variación que suceda en el nivel fonético-fonológico de una Lengua, entendiendo además que esto se traduce directamente como la variación o cambio que puede surgir en la articulación de un fonema determinado. En resumen, el cambio fonético será la variación que se produce en algún sonido de una Lengua.
Niveles en los que ocurren los Cambios fonéticos
De igual forma, la Lingüística distingue entre dos tipos de cambios fonéticos, cuya principal diferencia será en cuál dimensión del nivel fonético-fonológico se produce dicha alteración o variación. En este sentido, los cambios fonéticos serán clasificados de la siguiente forma:
- Solo fonético: se considerará que el cambio se ha dado sólo a nivel fonético, si más allá de la alteración a nivel del Habla, es decir de la articulación concreta del sonido, el nivel fonológico de la Lengua no registra ninguna variación. Es decir, cambia solo el alófono referente a ese sonido de la Lengua, sin que el fonema con el que se relaciona presente alguna modificación.
- Fonológico: sin embargo, en algunos casos, además de la alteración que se produce en la realización concreta del sonido, estos cambios pueden alcanzar la dimensión fonológica, alterando como consecuencia el inventario fonológico de una comunidad lingüística, bien porque el número de fonemas se reduzca, por una pérdida de contrastes entre fonemas, o por el contario, porque este aumente, debido precisamente a la aparición de contrastes que aumenten la diferencia entre fonemas. En consecuencia, el cambio no es solo operado en el Habla, sino que también alcanza la dimensión de la Lengua, creando una alteración fonológica.
Tipos de cambios fonéticos
Así como la Lingüística diferencia entre los distintos niveles en los que puede tener lugar un cambio fonético, también distingue entre las diferentes causas que pueden impulsar dichas variaciones en el cómo una comunidad lingüística conciba y utiliza los sonidos de su Lengua. A continuación, una breve explicación de los dos tipos de cambios fonéticos que pueden existir para la Lingüística:
Cambios condicionados
También conocidos como Cambios sistemáticos, este tipo de alteraciones tiende a suceder en contextos fijos, al tiempo que casi siempre son ocasionados por la influencia que ejercen los fonemas adyacentes sobre el cual sufre el cambio. Así mismo, la Lingüística señala que este contexto fijo y además condicionado hace que los cambios de este tipo no se distribuyan al azar. Por otro lado, la Lingüística también indica que dentro de los Cambios fonéticos condicionados puede distinguirse al menos tres tipos de ellos:
- Asimilación: cuando un fonema adquiere ciertos rasgos fonéticos que lo acercan a otro grupo de fonemas adyacentes, haciéndolo adquirir los rasgos de estos, es decir, que el fonema termina asimilado –según sus rasgos- a este grupo de fonemas que resultaba cercano.
- Disimilación: por su parte, la Disimilación es el cambio que se produce cuando existen dos sonidos idénticos, y la propia Lengua busca romper dicha igualdad, bien sea a través de la diferenciación de sonidos (en cuyo caso la Disimilación se considerará parcial) o a través de la supresión o eliminación de uno de estos sonidos (momento en el que se habla de Disimilación total).
- Metátesis: finalmente, este cambio fonético viene dado cuando en una palabra uno o más sonidos cambian de lugar, en el interior de esta forma lingüística. Por lo general, este fenómeno lingüístico es asociado a la necesidad de los hablantes de hacerse con pronunciaciones mucho más sencillas. Un ejemplo de ello lo constituye la forma /crocodilo/ la cual varió en el uso a /cocodrilo/.
Cambios no sistemáticos
Caracterizados por su ocurrencia espontánea, por la que también reciben el nombre de Cambios espontáneos, suelen ocurrir en palabras específicas. Este tipo de cambio fonético es visto por la Lingüística como el resultado de accidentes históricos, e incluso como modas asumidas por una comunidad lingüística. En consecuencia, estas alteraciones fonéticas no están relacionadas por la convivencia o contacto entre los diferentes fonemas, sino que se producen de forma aleatoria, cada cierto tiempo, por comportamientos o hábitos sociales, adquiridos por los hablantes.
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