Aun cuando en términos lingüísticos, la palabra “texto” siempre refiere al registro oral del hablante, desde la invención de la Escritura, el hombre ha generado mecanismos gráficos que le permiten registrar la memoria de los distintos registros orales, los cuales son conocidos con el nombre de textos escritos.
Trascendencia del texto escrito
De esta manera, este tipo de Texto puede ser definido entonces como el conjunto de signos gráficos con valor lingüístico, por medio del cual el hablante trata de plasmar -a través de la Escritura- una representación gráfica del texto oral, buscando con esto sustituirlo, o incluso servirle de respaldo. A pesar de que la Lingüística lo considera un registro en segundo plano, no puede dejar de distinguir al texto escrito como una forma de comunicación, pues este contempla un emisor, un mensaje, un receptor, un código y un medio, elementos –que al igual que en el texto oral- tienen el propósito de que un contenido llegue de forma íntegra, de un hablante a otro.
Características del texto escrito
No obstante, como es de suponerse, al estar constituido por una forma de registro distinta a la perteneciente al registro oral, el texto escrito cuenta con sus propias particularidades y características, las cuales pueden describirse brevemente de la siguiente manera:
Sin interacción
Una de las principales características del texto escrito, y podría decirse también que una de las más importantes diferencias con respecto al texto oral, es que el Emisor y el Receptor no interactúan, es decir, que no deben encontrarse en el mismo espacio, incluso ni siquiera deben existir en el mismo tiempo, puesto que un receptor de hoy, puede leer lo que un emisor escribió hace siglos.
Planificación
Así mismo, esta no interacción de los involucrados, en el texto escrito, hace que éste deba ser planificado totalmente por el Emisor, a fin de que el contenido se encuentre de forma íntegra al ser enviado, pues una vez hecho esto no hay forma de aclarar cualquier mal entendido de forma inmediata. Por ende, el Emisor del mensaje debe estar atento en todo momento del orden y sentido que tienen por escrito sus ideas, a fin de emitir de forma escrita el mensaje que más se parezca a sus intenciones.
Matices e interpretaciones
Igualmente, durante un acto comunicativo, tanto Emisor como Receptor cuentan con la salvedad de apoyar sus expresiones con señales de tipo gestual, lo cual puede darle pistas a cada uno sobre las intenciones y recepciones que tiene el lenguaje. Sin embargo, al hablar de un texto escrito esto desaparece, por lo que el Emisor debe colocar especial esfuerzo en redactar frases que contengan el sentido concreto, a fin de que el mensaje no se preste a interpretaciones equivocadas.
Perennidad
Otra de las principales características con las que cuenta el texto escrito es su capacidad de perdurar en el tiempo, pues a diferencia del carácter efímero del texto oral, el texto escrito se vale de un soporte en el cual se registran los distintos signos gráficos que se emplean para producir los mensajes escritos. En consecuencia, el texto escrito puede perdurar por años, e incluso siglos, según la resistencia del material que se haya escogido como soporte.
Alcance
De igual forma, el texto escrito se caracteriza por su cualidad de llegar a cientos de personas, pues mientras el texto oral es de carácter inmediato, efímero y puede ser escuchado sólo por los presentes –aun cuando existen actualmente medios de registro audiovisual- el texto escrito puede ser reproducido de forma que sea leído por millones de receptores, los cuales no tienen por qué conocerse, interactuar, ni ser siquiera de la misma época. En este sentido, este tipo de texto resulta de mayor alcance y eficiencia comunicativa que el texto oral.
Carácter socializador
Por otro lado, esta capacidad de alcance que tiene el texto escrito, le confiere también la característica de ser un elemento socializador, puesto que la posibilidad de ser leído por millones de receptores, le permite ser uno de los medios ideales para transmitir ideas, valores, costumbres y tradiciones.
Carácter normativo
Al momento de expresar un texto oral, tanto Emisor como Receptor, pese a sus particularidades de realización (Habla) tienden a regirse por la Lengua Modelo, la cual toman como referente lingüístico. Sin embargo, las mismas dinámicas sociales hacen que esto no sea tan estricto. Empero, con el Texto escrito esto no es tan así, puesto que en este tipo de registro cobra mucho más peso el carácter normativo, por lo que todo hablante que desea hacer uso del texto escrito debe tener también conocimientos básicos sobre las distintas normas ortográficas que rigen la Lengua que le compete. De hecho entre más las conozca, mayor será el nivel de claridad que tomará su texto.
Aspectos lingüísticos
Finalmente, respecto a los rasgos lingüísticos sobresalientes del texto escrito, los especialistas en lenguaje han señalado en primer lugar la estructura cerrada que le otorga la misma característica de no contar con la interacción de los hablantes. En segundo término cobra también relevancia la utilización de una sintaxis compleja para la redacción de los mensajes, que se dispondrán sobre un soporte –físico o digital- para su difusión.
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