Lamentablemente, las alternativas actuales no han terminado de calar del todo, y aunque cada día aparecen nuevas tecnologías el asunto sigue sin tener solución a la vista. Sin embargo, recientemente un grupo de científicos de la Universidad de Bristol parecen haber encontrado una nueva fuente de energía prácticamente eterna.

Radioactividad

Conocemos la radioactividad desde hace más de un siglo y aprendimos a manipularla hace más de medio, por lo que la noticia puede no sonar particularmente novedosa. Sin embargo se trata de algo verdaderamente sorprendente.

El concepto es simple: tomar el carbono radioactivo (normalmente un desecho de las plantas nucleares) y usando grandes presiones convertirlo en un diamante. Este objeto, a su vez, es recubierto por diamante “real” (no radioactivo) y se tiene una batería capaz de generar una cantidad constante de electricidad por hasta 5 milenios. Debido a su recubrimiento, todo el andamiaje emite menos radiación que un banano promedio (es decir, nada peligroso para los seres vivos).

Limitaciones

Por ahora, el asunto es que los diamantes emiten poquísima energía aunque lo hagan de manera constante. 20 gramos de material radioactivo a duras penas emiten 1/50 de lo que emitiría una batería AA en un día. El asunto, claro, es que dura muchísimo más.

Pero el encanto de este descubrimiento no es sólo su duración, sino que nos da una idea, por primera vez en la Historia, de qué hacer con los residuos radioactivos. Hasta hoy, se trataba de materiales inmanejables que debían ponerse en lo más profundo de las cuevas o lanzarse al espacio. A partir de hoy seremos capaces de utilizarlos.

Debido a lo costoso de producir los diamantes, se espera que por ahora esta tecnología no se vuelva muy popular (excepto quizás como un método de reciclar los desechos). Sin embargo, se perfilan grandes aplicaciones en el tema de los viajes espaciales, pues ahora se tiene una fuente de energía que podría impulsar una nave por 200 generaciones.

Imagen: rt.com