Domesticación
Cuando decimos que un animal ha sido domesticado nos referimos a un proceso largo y complejo, de cientos (o miles) de generaciones, en el cual hemos ido seleccionando los animales cuyo comportamiento sea más ajustado a lo que necesitamos.
En diferentes animales, claro, esto significa diferentes cosas. Con los perros, necesitábamos que nos entendieran, nos protegieran, nos siguieran, que cuidaran el ganado, etc., y por eso hay tanta variedad y están tan bien adaptados a nosotros. Con los gatos, simplemente que estuvieran por allí, no nos atacaran y cazaran ratones, de ahí que sean menos fáciles de entrenar. Con las gallinas, que pusieran huevos y fueran fáciles de manipular. Con las abejas (sí, hay una abeja doméstica) que fueran menos agresivas y produjeran más miel.
Y bueno, entenderán la idea.
El punto es que toda especie sufre modificaciones, tanto físicas como genéticas, cuando ocurre un proceso de domesticación. Estas modificaciones son evidentes a veces, pero a veces pasan desapercibidas y no se hacen visibles hasta que se realizan estudios muy detallados.
Y fue esto lo que pasó con los conejos.
Cerebro de conejo
Los conejos no son particularmente conocidos por su inteligencia. Sin embargo, como todos los animales, tienen cerebros funcionales y muy eficaces cumpliendo su cometido.
Sin embargo, un grupo de investigadores internacionales reportó en la revista académica Proceedings of the National Academy of Sciences que un análisis de los cerebros de conejos domesticados y salvajes reveló una diferencia sustancial: los cerebros de los conejos domesticados eran más pequeños.
Un análisis de las diferencias en las áreas del cerebro reveló que el cambio se había concentrado en dos áreas responsables del “reflejo del miedo”, mucho más grandes en los conejos silvestres que en los domésticos. Así mismo, la parte responsable de las relaciones sociales había crecido, indicando que estos conejos eran más capaces de construir vínculos con otros conejos… y con las personas. Esto significa que los conejos domésticos fueron seleccionados para ser más mansos y más sociables.
Por cierto, no es raro que los animales domésticos disminuyan su tamaño cerebral, e incluso ha ocurrido con los seres humanos, como lo hablamos en el artículo ¿Por qué se está reduciendo nuestro cerebro?.
Fuentes:
- https://www.sciencenews.org/blog/science-ticker/how-domestication-changed-rabbit-brains
Imagen: sciencenews.org