Una de las preparaciones más populares que existen a base de kéfir de agua es la cerveza de jengibre. Sin embargo, antes de explicar la forma en la que debe hacerse esta bebida, se deberá revisar la naturaleza y las propiedades de uno de sus principales componentes: el kéfir.
El kéfir
De esta manera, podrá comenzarse por señalar que la palabra “kéfir” se refiere a un alimento probiótico, lleno de grandes cualidades alimenticias y medicinales. No obstante, también es necesario señalar que cuando se dice “kéfir”, en realidad se puede estar haciendo referencia a dos distintos productos.
Kéfir, nódulos
Por un lado, al mencionar el kéfir, se podría estar denominando un conjunto de nódulos, que forman una masa o ecosistema microbiano, recubierto por una matriz polisacárida, denominada kerifán, y que contiene por lo menos cuatro distintos tipos de microorganismos (proteínas, lípidos, levaduras y bacterias prebióticas).
Así mismo, esta masa probiótica tiene una apariencia bastante semejante al coliflor, puesto que se presenta como un conjunto de nódulos, de color blanquesino. No obstante, a diferencia de esta planta, el kéfir tiene una textura más bien gelatinosa y blanda.
Por otro lado, pueden encontrarse dos distintos tipos de kéfir o de nódulos, los cuales se distinguen por el tipo de producto que puede metabolizar: de esta manera, se tiene un tipo de kéfir de agua, que es capaz de procesar agua y azúcar, produciendo un fermento dulce y refrescante; también, existe un kéfir de leche, que tiene la propiedad de metabolizar este producto lácteo, produciendo un fermentado.
Kéfir, bebidas fermentadas
También puede ocurrir que al momento de pronunciar la palabra “kéfir” se emplee para nombrar los fermentos que son producidos, por parte de los nódulos. No obstante, considerando que estos se diferencian por la naturaleza del producto procesado, entonces también los fermentos que se fabrican también podrán considerarse por separado.
En este orden de ideas, se tendrá entonces el kéfir de leche, el cual resulta bastante popular, y puede ser descrito como una especie de kumis o yogur agrio. Por otro lado, también se encuentra el kéfir de agua, el cual se fabrica en base al proceso de agua y azúcar por parte de los nódulos, por lo general esta bebida sirve de base a la preparación de gaseosas, cerveza y sidra.
Origen del kéfir
Igualmente, es necesario señalar que el kéfir es un alimento que se encuentra en la dieta humana hace miles de años. Sin embargo, no existe una versión definitiva sobre cómo fue que este producto fue descubierto por lo humanos. De hecho, existen dos historias que tratan de explicarlo, y que a la larga resultan igual de increíbles.
Por un lado, existe una versión un poco religiosa, nacida en el seno de la cultura musulmana, y que habla de cómo el kéfir fue dado a Mahoma, por parte del propio Alá, deidad esta que también le enseñó cómo producirlo.
En consecuencia, tal como lo señalan algunos textos, el kéfir fue un secreto guardado con mucho celo por las comunidades musulmanas, al punto de que enseñarlo a otros no fieles era castigado con cárcel.
Otra versión, quizás un poco más pragmática, señala que el kéfir fue en realidad descubierto, hace miles de años, por cuestión de azar, y casi debido a un accidente. En este orden de ideas, se cree que el kéfir fue descubierto por un pastor, que de seguro debió guardar un poco de leche en un zurrón, que para esa época era hecho con el estómago de un animal, y que al volver a buscar el líquido, lo encontró fermentado, descubriendo así el kéfir.
Propiedades del kéfir
Sea cual fuese el origen de este alimento, lo cierto es que a lo largo de los siglos, la humanidad ha logrado descubrir que el kéfir se trata de un alimento con la capacidad de mantener a raya ciertas infecciones, renovar la flora bacteriana intestinal, fortalecer el sistema inmunológico, promover la fortaleza de los huesos.
Adicional a esto, ta además de tener en su composición algunos elementos nutricionales como los carbohidratos, proteínas, vitaminas (A, C, D, E, K, B1, B2, B3, B5, B6, B9 y B12) y minerales ((Calcio, Cobre, Fósforo, Hierro, Manganeso, Magnesio, Potasio, Selenio y Zinc).
Por ende, no es de extrañar que la palabra “kéfir” tenga su origen en una voz turca, que puede ser traducir literalmente como “bendición”, “salud” o incluso “elixir”.
Cómo hacer cerveza de kéfir
Una vez se han revisado estas definiciones y cualidades, puede que sea mucho más fácil entender las grandes ventajas que existen en fabricar cerveza a base de kéfir, pues además de tener una bebida refrescante y natural, esta puede también estar llena de grandes nutrientes.
Para preparar esta cerveza, entonces, se necesitarán los siguientes ingredientes: dos (2) cucharadas de jengibre natural rallado / una (1) cucharadas de azúcar morena / dos (2) cucharadas de agua ozonificada. Estos ingredientes son para cada uno de los días que dure la fermentación, proceso que tardará aproximadamente seis días.
La forma de realizar esta cerveza entonces se tomará una botella, que pueda taparse herméticamente, y que se desinfectará antes de comenzar la preparación de esta bebida. Al momento de hacer la cerveza, se deberá incorporar los ingredientes, taparla y permitir que se fermente por unas 24 horas.
Luego, cada día, se abrirá la botella, se agregará la misma cantidad de ingredientes, y se le permitirá entonces fermentarse por 24 horas. Cuando se haya obtenido una bebida burbujeante, entonces se deberá colocar en la heladera, para detener o volver muy lenta la fermentación, y a la vez producir una cerveza de jengibre fría y espumosa.
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