Definición de Autobiografía
En el ámbito de la Literatura, se concibe a la Autobiografía como un texto encaminado a dar cuenta de la propia vida, para lo cual se emplea el género narrativo y la voz en primera persona, a fin de elaborar una historia en donde se cuenta cuáles han sido los hechos más relevantes desde el nacimiento hasta el momento actual de su autor.
De esta forma, la Autobiografía corresponde a un texto biográfico, con la salvedad de que es escrito por su protagonista. De ahí a que algunos críticos no lo tomen del todo como un texto verídico o apegado realmente a la rigurosidad histórico, puesto que por tratarse de la propia vida, el autor puede ser bastante subjetivo, al tiempo de matizar algunos eventos o no contarlos de acuerdo a la verdad de cómo se dieron los hechos. Sin embargo, precisamente por estos rasgos, otros ven su valor, pues la autobiografía no solo daría datos importantes, sino que aportaría la visión de quién los vivió. Así mismo, en términos editoriales, las autobiografías han sido vistas siempre como una confesión pública, de ahí que haya surgido todo un nicho comercial de este tipo de textos, debido al amplio público que gusta de su lectura.
Estructura de la Autobiografía
No obstante, no se debe ser una celebridad para escribir una autobiografía, así como tampoco por tratarse de un texto personal esta debe carecer de estructura. Por el contrario, por ser precisamente un texto personal, con hechos que solo afectan a los involucrados, el escritor de la autobiografía debe lograr desarrollar una narración con suficiente tensión literaria, a fin de conseguir un efecto dramático que mantenga la atención, de manera que una autobiografía no es solamente la presentación sucesiva de eventos de la propia vida, sino que se debe tejer una narración que demuestre cómo unos elementos son la causa directa de otra, buscando entonces otorgarle a la historia trazos literarios.
Por ende, algunas fuentes y escritores han aconsejado seguir cierta estructura dramática, que permita entonces mantener el interés del lector. En este sentido, se debe contar con un párrafo inicial en donde el autor comente los lugares y circunstancias de su nacimiento, así como el nombre completo por el que fue conocido por sus padres. También se aconseja, en un segundo párrafo comenzar por describir el entorno familiar directo, es decir, los nombres y profesiones de los padres, así también como de los hermanos, e incluso de otros familiares que hayan resultado cruciales en su formación. A esta altura también podrían incluir datos sobre las etapas iniciales de educación, incluso se podría hacer uso de algunos datos anecdóticos.
Posteriormente, se puede comentar los inicios académicos de la persona, en caso de tratarse de un profesional. No obstante, más allá de datos específicos sobre materias y universidades, los cuales son importantes, lo crucial en esta parte será que el autor comente el momento justo en el cual ocurrió el encuentro con su verdadera vocación o los primeros pasos que lo llevaron a descubrir qué era lo que quería ser en la vida.
Así mismo, se aconseja que una vez expuesto esto, se mencionen también los distintos obstáculos que tuvo que sortear en su empeño por hacer lo que quería o lograr lo que se había propuesto. De igual forma, se deberán colocar algunas pérdidas personales que se hayan vivido, así como posibles rupturas sentimentales de haberlas tenido. Seguidamente, se deberá contar el cómo se superaron y los resultados que se obtuvieron. También es importante destinar un párrafo en contar cuál fue el primer gran acierto en la carrera o en la vida, aquel que vino a corroborar que todo el esfuerzo hecho en esos años había valido la pena.
Es bueno también, destinar una parte para que el autor describa sus experiencias en viajes, los consejos de algunos de sus amigos, o las enseñanzas que él o ella mismas pudieron obtener en base a las experiencias obtenidas. Esta parte –de haber sucedido- también puede destinarse a narrar cómo se conoció a la pareja o incluso la llegada del primer hijo. Los párrafos siguientes pueden abarcar otras vivencias importantes, recibimientos de premios, descubrimientos, viajes, pérdidas, y otros sucesos que irán acercando al narrador al momento actual desde el cual se escribe. Llegado a ese punto, la autobiografía puede concluir con las proyecciones y planes que tiene la persona desde ese momento.
Consejos para escribir una autobiografía
De esta forma, a pesar de que las autobiografías son textos personales, no debe olvidarse que se escriben para que otros las lean, por lo que deben tender a ser precisas, universales y estar orientadas a demostrar que cada uno de los hechos en realidad marcaron a su autor de una forma determinada, para ser quien es hoy en día. Así mismo, una autobiografía, debe ser una texto cuya extensión no puede ser menos a cinco párrafos, incluso podría reducirse mínimo a tres, puesto que necesitará de un párrafo de inicio, algunos de desarrollo y uno de conclusión, a fin de mantener la estructura dramática que incida en su conformación y entendimientos. De igual manera, debe buscar ser sucesiva, es decir, su tiempo debe ser lineal, aun cuando esto no excluye que a lo largo de su desarrollo el autor haga uso de constantes rememoraciones.
Finalmente, aun cuando la autobiografía sea un texto que responda a técnicas literarias, no está exento de contar con una gran carga emotiva, pues el ejercicio de recordar y rememorar, por lo general está impregnado del sentimiento de nostalgia que aborda al humano al recordar los lugares en donde ha sido, las personas con quien ha compartido y sus otros que ha dejado en el tiempo.
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