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Como mantener el tipo en una orgía de Calígula

Imagen 1. Como mantener el tipo en una orgía de Calígula

Bacanales de alto riesgo

Cuando alguien se encontraba paseando sin rumbo al caer la tarde por las calles de la antigua Roma (o, en los meses de verano, en el centro termal costero de Baiae, en el golfo de Nápoles), podía ser abordado por un esclavo que lo invitaba a un banquete imperial. Se esperaba que todos los romanos ricos fueran fabulosos anfitriones –cuanto más extravagantes fueran sus festines, más poderosos se pensaba que eran -, y los emperadores se veían obligados a ser los más exagerados.

En la mayoría de las veladas, cientos de personas absolutamente extrañas – hombres y mujeres de todas las clases sociales, aunque con cierta tendencia a los bien vestidos y bien parecidos – acababan participando en las veladas que se celebraban en las espléndidas villas de suelos de mármol, donde eran bombardeados con viandas y vino y acompañamiento de música de flauta y bailarinas asiáticas eróticas.

Imagen 2. Como mantener el tipo en una orgía de Calígula

Prostitutas y prostitutos se ofrecían en las dependencias retiradas, y no hay duda de que muchas celebraciones que se prolongaban toda la noche terminaban siendo orgías etílicas. No obstante, el apareamiento múltiple indiscriminado que asociamos con las orgías romanas era muy poco frecuente: los artistas eróticos de Pompeya solo ocasionalmente representaban el sexo en grupo, casi siempre muchachos penetrándose unos a otros formando cadenas, y sorprenden por su escasez las referencias en la literatura erótica latina o incluso en los graffiti de la época.

Imagen 3. Como mantener el tipo en una orgía de Calígula

Asistir a una fiesta de Calígula durante los cuatro años de su breve reinado debía de ser de lo más espectacular: disfrutaba como un niño con “alimentos de exposición” como panes de oro puro, peces teñidos de azul para que pareciera que seguían nadando en el mar y carnes exóticas modeladas en forma de estatuas de leones y elefantes. Pero la experiencia de la orgía era decididamente estresante. Hasta los invitados más libidinosos tenían problemas para predisponer su ánimo cuando el anfitrión era un loco de atar y un violento imprevisible. En una ocasión, Calígula comenzó a reírse entre dientes mientras estaba a la mesa, y cuando le preguntaron por qué, explicó: “Porque si hiciera una seña a mis guardias, podría hacer que os cortaran el cuello a todos”. A un esclavo que fue sorprendido robando objetos de plata le cortaron las dos manos y lo colgaron por el cuello, y después lo hicieron desfilar ante los invitados; un espectáculo desconcertante incluso para los romanos curtidos por las demostraciones de los gladiadores. Y aunque desde luego había sexo en el menú, los prolegómenos del propio Calígula también dejaban algo que desear. Según Suetonio, invitaba a cenar a atractivas parejas aristocráticas y después inspeccionaba a la esposa como si fuera una esclava expuesta en una subasta, levantándole las faldas para examinarle las piernas y sosteniéndole alzada la cabeza si la agachaba por vergüenza. Después de una relación forzada en una dependencia privada, el emperador regresaba a la mesa y ofrecía a los invitados una crítica con pelos y señales de us figura y rendimiento.

Imagen 4. Como mantener el tipo en una orgía de Calígula

Por lo que hace al dios-emperador, no era ningún adonis; se estaba quedando calvo y estaba delgado y pálido, tenía los ojos hundidos y la frente alargada, y se sentía tan cohibido por su exuberante vello corporal que no consentía que se empleara la palabra “cabra” en su presencia.

Resumiendo, el mejor modo de mantenerse a salvo en las orgías de Calígula era mantenerse lejos de ellas, pues era imposible prever los caprichos y azares de este peculiar emperador. Quizás fue él quien inventó aquello de “culo veo, culo quiero”.

Imagen 5. Como mantener el tipo en una orgía de Calígula

Fuentes y referencias:

Calígula: La corrupción del poder. Anthony Barret.

Sexo en Roma, 100 A.C – 250 D.C. John E. Clarke.

Sexualidad y moralidad en la antigua Roma. Rebecca Langlands.

2500 años de historia al desnudo. Tony Perrottet.

En 1979 Se rodó una película sobre Calígula que, por sus escenas un tanto subidas de tono,  llegó incluso a estar censurada en algunos países. Las imágenes de este post son fotogramas de dicha película.

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