Desde tiempos milenarios, diversas culturas y civilizaciones han sabido que existen ciertas puertas de la percepción, que al ser estimuladas por algún medio específico, como por ejemplo la meditación, el arte, plantas de poder, técnicas ascéticas, rituales, entre otros, daban paso a lo que se pudiera denominar como los cielos o los infiernos: dimensiones hacia arriba y dimensiones hacia abajo.
El Novelista y ensayista inglés Aldous Huxley, se dedicó gran parte de su vida a experimentar con ciertos métodos para poder estimular sus sentidos internos y percibir realidades de universos y dimensiones paralelas. En este video, traemos algunos de sus más notables técnicas, que permiten tener visiones y viajes mágicos sin necesidad de consumir nada, sino por sí mismo únicamente. Veamos:
Sacrificios y auto-padecimientos voluntarios
Auto mortificarse con disciplinas rigurosas de austeridad, según Huxley es una de las mejores formas para experimentar visiones místicas, como viajes astrales, viajes interdimensionales, visiones proféticas, con seres de Luz, etc. En la India se conoce este método como Tapas y radica en una serie de prácticas yóguicas como la meditación de varias horas y la purificación de la mente y el cuerpo, absteniéndose de satisfacer los deseos, sea cuales fuere.
Esto es muy similar al tipo de auto mortificación de los antiguos monjes cristianos, en varios templos. Ellos decían que ese era el camino al cielo. Un camino al paraíso donde primero hay que pasar por el infierno: es decir: por el dolor causado por la negación de lo más querido y deseado, o por infligirse posturas y técnicas espirituales exigidas.
Otro ejemplo muy similar, es la vida de Siddhartha Gautama Buda, quien primero comenzó su camino espiritual con el faquirismo extremo, pero estando a punto de perder la vida, se dio cuenta de que el camino correcto, era la vía del medio y no la del extremo. Se percató de que la austeridad progresiva iba dándole mayores visiones en la meditación, de modo gradual y en incremento mientras mantenía una voluntad de hierro en sus prácticas místicas, especialmente la meditación.
Ayunos
También han sido empleados por casi toda las culturas ancestrales del planeta, para lograr estos estados místicos trascendentales y viajes fuera del cuerpo físico, del tiempo y más allá de la mente y del espacio, de lo conocido, lo desconocido y hasta lo que no se puede conocer. Combinaban el ayuno, junto con técnicas de concentración, ensueño, meditación y devoción espiritual, bien sea al cristianismo, a Buda, a Mahoma, a Alá, al Gran Espíritu, a Cristo, etc.
Luego de varios días de ayuno y prácticas espirituales, decían experimentar aventuras en otros mundos, con dioses, ángeles, seres superiores, o hasta con seres fallecidos y escenas inexplicables, acompañadas de estados de suprema felicidad y gozo indescriptible. Además, se daban cuenta de que cualquier enfermedad que padecieran, desaparecía como por arte de magia luego de ayunar lo suficiente.
La contemplación de obras de arte
Según Huxley, el arte surgió originalmente con fines espirituales y como un puente para inducirse estados místicos y tener viajes mágicos, tal como si se tomase una poción o brebaje psicotrópico, sólo que con sólo contemplar concentrada y relajadamente una obra realizada por un maestro espiritual, al estilo de Leonardo Da Vinci. Luego, controlando el sueño y la concentración del pensamiento, advenía el viaje más espectacular jamás imaginado.
Basta con apreciar la cantidad de obras de arte antiguo religioso, o las catedrales góticas, las místicas mezquitas de los musulmanes, los imponentes templos budistas, los templos aztecas, druidas, mayas, etc. De acuerdo con los expertos en este tema, en la modernidad el arte ya no tiene estos fines y pocos conocen estos misterios.
Grandes artistas como William Blake, Da Vinci, Caravaggio, Johfra, Goya, Fra Angelico, Andrea del Castagno, Rembrandt, Georges de la Tour, entre otros, eran grandes iniciados en los misterios del arte y las ciencias ocultas, señala Huxley.
La oscuridad y la privación sensorial
Al revisar la historia de la humanidad, en tiempos remotos en diversas partes del mundo, algunos hombres se sometían a ambientes especiales privados de luz, olores y sonidos, con el fin de abrir las puertas de las percepciones internas. Un gran ejemplo conocido es el del famoso yogui Milarepa, que meditaba profundamente en las cuevas de los Himalayas o las cuevas donde todos los chamanes de las diversas culturas americanas hacían lo mismo. Ni que decir de las imponentes pirámides de Egipto.
Experimentos científicos recientes han mostrado al público que efectivamente, al permanecer en la oscuridad durante un buen tiempo, en el organismo humano se producen unos efectos muy interesantes y se comienzan a segregar diferentes neurotransmisores y hormonas no habituales, como el DMT, una molécula elaborada por la glándula pineal o también presente en algunas plantas o animales como los sapos, que ofrece experiencias clarividentes y viajes místicos sorprendentes.
Los científicos han afirmado que en momentos de adormecerse, la glándula pineal produce DMT y si se controla el sueño con la concentración adecuada, sin dejarse ir por completo, sino en un estado entre dormido y despierto, se obtienen las mejores visiones y viajes interdimensionales.
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