Existen cosas realmente asquerosas, que para algunas personas resultan normales, pero para otras son realmente perturbadoras. La cultura y la diversidad de costumbres marcan la diferencia a la hora de realizar determinadas actividades. En seguida, «los datos más asquerosos del mundo.
Pasta de dientes de ratón
En la antigüedad, la higiene bucal no era algo que les quitara el sueño a nuestros antecesores y de vez en cuando, se lavaban los dientes con una pasta hecha de sal, pimienta, uñas, cáscara de huevo y mirra. Pero los romanos creían que el cerebro de los ratones tenían cualidades antisépticas. Para hacer la pasta dentífrica, reunían varios roedores y los destripaban; luego ponían sus cerebros en unos cepillos destinados para tal fin.
Las madres que sorben mocos
Los esquimales son una de las tribus más antiguas del planeta y habitan en lugares en donde la temperatura está por debajo de los 20 grados centígrados. Casi todos los miembros sufrían de resfriados muy seguido, en especial los niños. Por tal motivo, las madres succionaban los mocos con su boca, para así evitar que se les infectaran las vías respiratorias.
Los mocos que comemos
Un ser humano ingiere cerca de 1 litro de mocos cada día. Esta cifra puede variar de acuerdo con el estado de salud, la época del año y las alergias que se padecen. Éstos se producen de manera natural para que el cuerpo elimine sustancias tóxicas. Los mocos descienden desde la nariz, hasta la garganta, sin que nos demos cuenta.
Piel muerta
Todos los días, los seres humanos regeneran 1.5 gramos de piel. En un año se mudan aproximadamente 700 gramos y cada 30 días, la piel se renueva totalmente. Las células muertas vuelan en el aire, los muebles, las cobijas y en general, todos los días estamos en contacto con la piel muerta de otras personas. Se estima que el 15% del aire que respiramos está lleno de ese tipo de células y en las pestañas, viven miles de ácaros que se alimentan de piel muerta.
Olores pútridos
Cuando la nariz huele o percibe algún aroma desagradable, las partículas provenientes del fétido edor se alojan en la cavidad nasal durante algún tiempo y en ocasiones, pueden llegar hasta los pulmones. Entonces, es mejor aguantar la respiración cuando hay algún olor extraño en el ambiente.
Besos bacterianos
Los besos son la manifestación de amor por excelencia. A través de ellos, se pueden despertar muchas emociones y físicamente, tienen muchos beneficios para la salud, porque se liberan grandes cantidades de endorfinas. Pero lo que no muchos saben, es que se intercambian alrededor de 80 millones de bacterias, de boca a boca.
Cucarachas sin cabeza
El 80% de la población mundial, siente repulsión hacia estos insectos, que son prácticamente indestructibles. Muchos científicos aseguran que podrían sobrevivir a una hecatombe nuclear, sin ningún problema. Pueden vivir 8 días sin su cabeza.
Koalas que comen excremento
Son unos tiernos animales nativos de Australia. Despiertan las emociones más tiernas, pero sus crías se comen el excremento de sus madres, porque éste tiene considerables cantidades de nutrientes y bacterias, que les ayudarán a digerir más fácilmente el alimento, en edad adulta.
Beber orina
Una persona sana, sin ningún tipo de afección en su organismo, tiene la orina más pura que el agua de manantial, porque es estéril hasta que entra en contacto con las bacterias del ambiente. Algunas prácticas de medicina oriental, sugieren que es bueno tomar la primera orina del día, con el propósito de mejorar el sistema inmune.
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