Beber café

Miles y miles de personas acostumbran a tomar una taza de café, tan pronto como despiertan en la mañana. Pero algunos científicos han señalado que es un error, porque se afecta la producción de cortisol, una hormona que el cuerpo segrega en las primeras horas hasta las 9 de la mañana, que sirve para regular la energía; también se le conoce como la hormona del estrés. Si se consume cafeína antes de esa hora, el sueño va a disminuir su calidad debido a que el organismo ya no producirá la misma cantidad de cortisol.

Quedarse en posición fetal

Estudios realizados por Amy Cuddy, psicóloga, afirman que si una persona al momento de despertar, se queda varios minutos en posición fetal, va a tener menor confianza en sí mismo a lo largo del día. La doctora Cuddy dice que lo mejor es desperezarse lo que más se pueda y estirarse haciándose grande, pues según su teoría, la gente que se levanta y estira los brazos en forma de V, son más felices. Añade que quienes se quedan acurrucados, se suelen despertar más retraídas y estresadas.

Mirar el teléfono móvil

Una muy mala costumbre, es dormir con el móvil muy cerca, por varias razones: la primera, porque la radiación y electromagnetismo que está emitiendo es perjudicial para la salud. La segunda, porque en un estado de somnolencia sería muy posible deslizarse a las redes sociales y cometer errores. La psicóloga Julie Morgenstern argumenta que levantarse a mirar el correo electrónico, o cualquier otra red, dispersa y gasta la energía mental que debería enfocarse en algún proyecto que en realidad lo amerite.

Prolongar la alarma

Un detalle que se repite a diario en una gran parte de la población. Cinco o 10 minuticos, o lo que se posponga la alarma, de acuerdo con los expertos en sueño, atrofia la psique porque al volver a quedar dormidos en sueño profundo, se desordena la producción de serotonina y al despertarse la persona experimentará aturdimiento y no fortaleza. De hecho, los especialistas consideran que emplear alarmas no es para nada una buena idea.

Permanecer a oscuras

Cuando no se corren las persianas, o no se abren las cortinas y no entra luz a la habitación, el reloj interno del cuerpo se confundirá, ya que éste es sensible a la luz. Vestirse y alistarse a oscuras en la mañana, es una señal inequívoca para el cuerpo por lo que vendría un normal aturdimiento, como si estuviera de noche y no con la actitud de iniciar el día. Ciertos científicos recomiendan encender una luz que sea fuerte, si es que no se cuenta con los rayos del sol, porque está debidamente comprobado que las luces tratan los trastornos afectivos estacionales.

Dejar la cama deshecha

El doctor Charles Duhigg afirma que el hecho de hacer la cama en la mañana, concentradamente, influye en la actitud productiva de todo el día. En esa perspectiva, hacer la cama es un factor indispensable para que se provoquen “reacciones en cadena, que ayudan a que aparezcan otros buenos hábitos”.

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