De acuerdo con la medicina oficial, todas las niñas al cumplir cierta edad y al convertirse en mujeres, deben acudir al ginecólogo para revisar que no haya indicios de ninguna clase de cáncer de útero y confirmar que todo su sistema reproductivo se encuentre en óptimas condiciones; pero no siempre es un evento cómodo, pues las mujeres tienen que pasar por muchas cosas durante una consulta con el ginecólogo. Veamos algunas:
Escuchar a su pareja responder preguntas
A veces las mujeres tienen tanta confianza con sus parejas que acuden a sus citas con ellas. Al hacer eso, dan paso a que su compañero pueda opinar de sus zonas intimas con el ginecólogo, momento embarazoso para la paciente, dado que solo ella sabe sus dolencias o necesidades.
Disculparse por no estar depiladas
Siempre pasa, cuando llega el día de la cita olvidan depilarse; lo que ellas olvidan es que el ginecólogo no se fija en esas cosas. Él está cumpliendo con su trabajo y no en una cita romántica.
Defienden los remedios de la mamá
Cuando el ginecólogo les da indicaciones para algún tratamiento, muchas mujeres le replican, diciéndole que la mamá de ella tiene mejores métodos caseros, para solucionar su problema y muchas resultan haciéndole caso omiso al experto.
Miedo a la mesa de revisión
A muchas mujeres causa hasta espanto este mueble, pero obligatoriamente es necesario que todas suban allí, ya que para ser revisadas y examinadas, no hay ninguna otra manera.
Incomodidades por exámenes profundos
En una sola consulta y con una revisión básica, el especialista puede deducir algunas complicaciones. Para corroborar un diagnóstico, en ocasiones es necesario que el médico introduzca objetos dentro de la vagina, momento más incómodo para ellas, especialmente si no van preparadas psicológicamente para ello.
Omitir síntomas al especialista
Durante la consulta, el ginecólogo debe indagar sobre la parte intima de su paciente, para complementar el veredicto de revisión. Algunas veces, ellas por vergüenza no mencionan del todo la verdad y ocultan cosas que el médico tendría que saber para formular un tratamiento apropiado.
Tener nervios en cada cita
Cada cita con el ginecólogo a la que asisten las mujeres, les causa incomodidad porque sus partes serán observadas; por eso, horas antes siempre tendrán manos sudadas y mariposas en el estómago, casi como si fueran a una cita de romance.
Imagen: tribumaterna.com