Una de las principales ventajas que ofrecen es que los bordes curvos hacia afuera, junto con el auxilio de nuestra visión periférica, no sólo nos brinda un campo de visión mayor, sino que nos da la ilusión de profundidad.

Por supuesto, para aprovechar mejor estas características, se debe estar en la posición del centro. Las personas que estén a los lados también percibirán dicho efecto, pero será cada vez en menor proporción tanto más se alejen de la posición central.

Entre más amplia sea la pantalla, más se puede apreciar la curvatura y tener esa sensación de profundidad, efecto que se obtiene porque la imagen se proyecta desde varios planos.

Así mismo, al concentrar la luz en la mejor área de visión, se obtiene un contraste más alto y suavizado de los colores, se obtiene un efecto más envolvente y, aunque guardando las respectivas proporciones, hay quienes le adjudican cierta semejanza con las bondades de los contenidos 3D.

Sin embargo, no todo es color de rosa, y los televisores de bordes curvos también tienen algunas desventajas. Una de ellas es la distorsión de la imagen que pueden apreciar las personas cuando su visión no se hace desde el frente, sino desde los lados. En alegación a eso, se sostiene que el ángulo de visión es aproximadamente de 90º, por lo cual no será necesario estar justo en la posición central, lo cual es razonable pues en los televisores planos también es muy difícil tener una visión óptima más allá de un rango de visión de lo 90º

Así mismo, la curvatura hace que ocupe más espacio, cosa que, dependiendo del entorno y nuestras necesidades, no podremos ceder siempre. Sin embargo, teniendo en cuenta los pros y los contras, es una buena alternativa para quienes estén dispuestos a pagar un cargo adicional para hacerse a uno de ellos.

Versión de video: Ventajas de los televisores de pantalla curva